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Historias mínimas

BUENOS AIRES -- Como es habitual, en ESPNtenis.com repasamos las historias paralelas de la semana tenística. Detalles, curiosidades, frases destacadas y todo el color del circuito.

Blake: las cosas en perspectiva
La figura del ex N°4 del mundo no pasa desapercibida por estos tiempos. Es que el finalista de la Copa Masters de 2006 hace rato abandonó el lote de los 50 mejores, deambula por el puesto 100 (hoy está 99°) y su nombre se ha tornado un atractivo recurrente en los Challengers norteamericanos. Pero todo eso hoy pasa a segundo plano para el nacido en Nueva York. Incluso si su camino en esos torneos termina antes de lo esperado.

Es que Blake ahora tiene nueva compañía en sus giras y un más feliz motivo de preocupación: "Mi esposa y mi hija estuvieron conmigo en Dallas y ahora en Indian Wells y Miami. Mi vida es otra desde el casamiento y la llegada de Riley; es todo mucho mejor". El tenista fue padre en junio de 2012 y, aun en el marco de un torneo súper profesional, habla más desde ese rol que desde el de deportista. "Tenerlas conmigo es algo increíble y muy difícil de describir. Cualquier jugador en el tour sabe que yo no soy demasiado amigable cuando pierdo; no me vas a ver bromeando en el vestuario. Agarro mis cosas, me voy al hotel y allí me enfado tranquilo. Pero hoy ya no hay lugar para nada de eso: termina un partido, veo a mi mujer, veo a mi hija y su sonrisa me hace sonreir".

"No quiero decir que no me sigan doliendo las derrotas, pero es algo que te ayuda a poner muchas cosas en perspectiva -redondeó-. Lo mismo pasa con las victorias. Si gano un partido importante es un gran día; pero si mi hija no duerme bien a la noche entonces ya no lo es. Todo lo que ella haga es más importante que lo que yo pueda hacer hoy por hoy. Y eso es algo que no viví mucho en mi carrera, porque la gran mayoría de los deportistas son egoístas. Y por una buena razón, que es la necesidad de tener éxito".

El nuevo viejo Gulbis
El letón está definitivamente de vuelta y así lo hace saber cada vez que tiene la oportunidad: en la cancha, logrando resultados importantes, subiendo a grandes saltos en el ranking; pero también ante los micrófonos. "El trabajo duro paga", graficó en Delray Beach y repitió en Indian Wells. ¿Por qué la "revelación" llegó ahora y no antes? "Hay gente que no se da cuenta de eso en toda una vida; yo lo descubrí después de 24 años. Me parece que es lo suficientemente rápido", contraatacó.

Además, Gulbis reveló entre risas un "consejo" que le llegó tras perder en primera ronda del Challenger de Bergamo, en febrero de este año: "Mi madre me dijo que debía dejar el tenis; yo le contesté: "Dame un mes más"". Así, en un par de semanas, el letón pasó de aquella derrota ante el polaco Michal Przysiezny (por entonces 234°) a ceder solo dos games ante un Top 10 como el serbio Janko Tipsarevic. "¿No es algo surreal?", le preguntaron en conferencia. "No lo es -opuso-. He estado en este lugar ya. No es la primera vez que tengo buenos resultados. Me pone bien estar de regreso. Eso es todo".

Bobby Reynolds, o cuando menos es más
Una curiosa cuota de fortuna acompañó al estadounidense en su camino en Indian Wells: primero, para imponerse en la rueda final de la clasificación ante Michael Russell (segundo favorito) y luego para superar al alemán Benjamin Becker en su debut en el cuadro principal, en el que fuera su primer triunfo ATP desde abril de 2012. ¿Cuál fue la particularidad? En ambos partidos totalizó menos puntos que sus rivales (108-115 y 86-89, respectivamente). "No estoy seguro de que pueda mantenerse mucho tiempo más", proyectó con humor en su cuenta de Twitter. Tendría razón y en segunda ronda "el regresado" Mardy Fish frenaría su marcha.

Maria, la empresaria
Sharapova tenía un duro compromiso en su debut en Indian Wells: la italiana Francesca Schiavone, ex N°4 del mundo y campeona de Roland Garros 2010. Poco se notó en la pista: 6-2, 6-1 y pase a la tercera ronda. Por eso, tras el partido no había demasiado que analizar y la conferencia de prensa se desvió hacia el emprendimiento paralelo de la rusa, el de las golosinas Sugarpova. Lejos de "patear" el asunto para otro momento, la jugadora se soltó y contó intimidades del proceso que llevó su nombre al mundo empresarial.

"Hace tiempo tenía la certeza de que algún día empezaría mi propio negocio. Poco a poco fui aprendiendo de la gente de las distintas marcas con la que debía reunirme: creativos, publicistas, lo que fuera. Con el paso de los años he notado que nunca tuve una educación demasiado firme en mi carrera, pero siempre me gustó escuchar y que me escuchen", explicó. Y reveló: "Quería hacer algo diferente e inesperado. Quiero decir: siempre fui parte de, no sé, líneas de ropa, accesorios para una marca de Japón, incluso tuve un perfume hace unos años. Quería que esto fuera algo único. Y cuando surgió el nombre "Sugarpova" sabía que se trataría de golosinas".

Pero Maria no se quedó en esa anécdota o en la nota de color de decir que hace rato no va al dentista, sino que se animó a hablar de expandirse a nuevos mercados, de las SKUs (una unidad de referencia del stock), de las restricciones que conlleva lanzar el producto en algunos países en función de los ingredientes a incluir... "Un montón de cosas que uno ni se imagina", ilustró. Cosas que la versión empresaria de Sharapova ya sumó a su agenda.

Mi foto con un famoso
Las exhibiciones por el Día Mundial del Tenis llevaron, entre otros, a Novak Djokovic a Los Ángeles y a Rafael Nadal y Juan Martín del Potro a Nueva York. Figuras internacionales en dos de las ciudades más mediatizadas del globo: repercusión garantizada. Así, los flashes estuvieron a la orden del día y distintas personalidades del deporte y del ambiente artístico posaron junto al poderoso trío de la ATP. Djokovic estuvo con Bruce Willis y varios jugadores de los Lakers; Del Potro hizo lo propio con Pablo Prigioni (jugador de los Knicks) y Phil Collins. Y Nadal, además de compartir equipo junto a Ben Stiller en un pasaje de la exhibición con el argentino, contó con la presencia del entrenador del Barcelona, Tito Vilanova, junto a su cuerpo de trabajo en el Madison Square Garden.

A propósito de Nole y los Lakers, el N°1 del mundo analizó, con humor, el potencial tenístico de Dwight Howard y Kobe Bryant. "Howard, con esos hombros, podría tener un gran servicio. Quizás rompería algún récord. Quién sabe, con la técnica correcta...Y Kobe empezó a jugar hace poco. Pero creo que tendremos que cambiar su raqueta; no fue una buena elección...".

Problemas de vestuario
Viendo el flojo arranque ante Jelena Jankovic y la gran recuperación en los dos sets posteriores, uno podría decir que Svetlana Kuznetsova "se puso los pantalones". Es una metáfora masculina, es cierto, pero para el caso es más que apropiada. Aunque habría que reformularla un poco y decir que "se cambió los pantalones". Es que muy lejos de ahondar en cuestiones técnicas o tácticas de su levantada, la rusa fue tajante: "Me cuesta jugar con un clima tan frío porque por más que arranque el partido con pantalones largos, no puedo hacerlo bien. Siempre pienso que seré capaz de jugar con ellos, pero cada vez que trato me doy cuenta que no puedo porque sencillamente no son cómodos. Puedo prácticar en ellos sin problemas, pero cuando se trata de jugar los partidos todo cambia. Son muy apretados, me molestan. Cuando me los saqué, me sentí mucho más libre para moverme". Error no forzado para la marca que viste a la jugadora.

Cambio vincha por raqueta
Otra pequeña curiosidad que dejó el Día Mundial del Tenis tuvo lugar en el citado Madison Square Garden. Allí Del Potro y Nadal se hicieron tiempo para jugar unos puntos con el mencionado Ben Stiller y una niña de ocho años que sorprendió a todos. Finalizada la exhibición dentro de la exhibición, el español le regaló al actor la raqueta con la que había jugado ese rato, pero la nena debió devolverle la suya a Del Potro, quien a cambio le dio una vincha. ¿Por qué? Sucede que la marca que provee a Del Potro ya no fabrica más el modelo con el que ganó US 2009 y hay nulo stock.