ROMA -- Lazio venció 3 a 1 y ratificó así la superioridad demostrada en el match de ida, cuando había superado a Stuttgart por 2 a 0 en tierra alemana. Un pase del turno fácil, en definitiva, a pesar de que el rival era temible y el doble desafío de octavos llegó en un momento muy delicado de la temporada para los albicelestes.
Inter, por su parte, goleó de local ante Tottenham, pero su hazaña para remontar el 3 a 0 sufrido en el White Hart Lane no logró más que llevar el match al alargue. Lamentablemente, en esa fase del juego los ingleses encontraron el descuento y a los nerazzurri no les alcanzó el cuarto, puesto que se quedaron afuera por la valencia del gol fuera de casa.
Así, las emociones por los italianos fueron contrastantes, puesto que tanto en Champions cuanto en Europa League los clubes milaneses desilusionaron, no obstante en San Siro hayan protagonizado dos "milagros", mientras que los otros dos representantes del tricolore brillaron y regalaron grandes satisfacciones.
TODO MUY FÁCIL
Para Lazio fue todo muy fácil: mérito sobre todo del desafío de la ida, claramente, puesto que el 2 a 0 de visitante puso todo en bajada. Pero también hay que reconocer que el Águila bajó muy bien a la cancha en el Olímpico y en apenas seis minutos ya conducía el match por 1 a 0 y 120 segundos más tarde metió el segundo.
La solidez del conjunto capitalino está impresionando, pero en particular, como decíamos también la pasada semana, son realmente notables la mentalidad, la actitud y la fuerza psicológica de este cuadro a la hora de jugar en ámbito continental, competición en la que está aún invicto (es el único equipo con esa marca).
La seriedad con la que Lazio está participando a este torneo es envidiable y debe ser un ejemplo para todos los otros clubes italianos, que demasiadas veces subestimaron y hasta consideraron un problema más que un orgullo y una oportunidad. Alcance con ver cuanto hecho por Nápoli.
Hay que admitir que Stuttgart se demostró más flojo de lo que se esperaba y así a los albicelestes les alcanzó poner su peso para vencer ambos partidos. Pero así como le pasó a Juventus ante Celtic, no es fácil entender en donde terminan los méritos de un equipo y en donde empiezan los límites del otro.
De todas maneras, viendo el camino cumplido por los alemanes y por los escoceses, es lícito mirar a la labor de los equipos italianos con orgullo y pensar que jugaron tan bien que lograron que todo pareciera más fácil de lo que en realidad debe haber sido.
Ahora el camino podría reservar insidias aún mayores, así como un cuarto "benévolo" contra cuadros más accesibles. Claramente el sueño es Basel, mientras que las pesadillas son Chelsea y Tottenham.
De todas maneras, como los bianconeri en Champions, el Águila da la impresión de estar muy bien enfocada en esta Europa League y la impresión es que pueda ganarle a cualquiera y pueda así soñar con alcanzar la final; y por que no, hasta ganarla.
MILANESES SEMEJANTES
Es increíble ver la similitud entre Inter y Milan: ambos protagonizaron una hazaña, pero los dos hicieron de manera que esos dos "milagros" fueran inútiles y, quizás, que aumenten aún más la desilusión por sus respectivas eliminaciones.
Difícil decir si el papelón de la ida, cuando en Inglaterra los nerazzurri perdieron por 3 a 0 en un match en el que fueron apabullados, tome un aspecto menos o más grave tras el 4 a 1 en San Siro.
Desde un lado, al final decidió apenas por el gol visitante y, al mismo tiempo, el conjunto de Stramaccioni le pasó una dura lección a su adversario, sin dudas hasta más dura de la recibida en la ida (porque los Spurs podían especular y contaban con tamaña ventaja para administrar), vengándose así de los cachetazos recibidos en el White Hart Lane.
Por el otro, sin embargo, realmente no se entendió como un equipo capaz de meter 4 goles en 120 minutos, siete días antes fue arrasado y se dejó meter tres sin anotar ni siquiera uno. Más o menos el mismo discurso de Milan, porque no su puede pasar de la gloria al papelón en pocas semanas o, cuanto menos, si se sufre semejante diferencia hay que pasar el turno, porque es la única manera de "justificar" y hacer pasar en segundo plano las incongruencias.
La verdad es que duele salir y que es muy difícil aceptar una eliminación como esta, tras un partido espectacular en el que los milaneses concedieron muy poco y crearon muchísimo, anotando goles muy bellos, como el segundo de Palacio, y jugando con mucha garra y un carácter encomiable.
Es cierto que no fue el mismo Tottenham de la ida y, en eso, es impresionante el peso que tuvo la ausencia de Bale, que lo "obligó" a Villas Boas a cambiar esquema de juego, pasando a un más clásico 4-4-2.
Pero las ausencias no explican por sí solas semejante diferencia ni tanto menos las justifican. Si el discurso no valía por todos los lesionados de Inter, no puede valer por una sola ausencia obligada que tuvo el cuadro inglés.
Así regresamos a lo que decíamos de la semana pasada, es decir de la importancia de la cabeza para determinar la forma física y la performance de un equipo. Esta vez Zanetti y compañeros bajaron decididos y casi relajados porque no tenían más nada que perder y eso les alcanzó, junto a un planteo inteligente, para aprovecharse de un rival algo apagado y pasarle por arriba.
Lástima que no haya alcanzado para pasar el turno. Pero la esperanza es que le sirva al conjunto nerazzurro para reencontrarse y seguir creciendo.