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Canelo no necesita a Floyd

LOS ÁNGELES -- Saúl 'Canelo' Álvarez no necesita pedirle permiso a Floyd 'Money' Mayweather Jr. para cincelar su propia historia dentro del boxeo universal.

No requiere el invicto monarca súper welter del Consejo Mundial de Boxeo de insistir en tocar la puerta, contrato en mano, del también imbatido boxeador de Las Vegas, en busca de una oportunidad para encontrárselo dentro de un cuadrilátero.

Cierto, Mayweather tampoco tiene que arrebatarle al pelirrojo tapatío la llave para acceder al Olimpo del boxeo.

Floyd tiene su lugar reservado en el Salón de la Fama, con un distinguido y rico historial boxístico, que lo marca como uno de los mejores libra por libra de su época.

Sin embargo, parecieran quedar algunos signos de interrogación abiertos sobre las verdaderas razones por las que nunca se pudo pactar una cita en el encordado entre Floyd Mayweather y Manny Pacquiao, cuando ambos se encontraban en el apogeo de sus respectivas carreras.

Si fue puramente un tema de desacuerdo por el reparto de las utilidades, atizado por un choque de egos, es algo que se entiende.

Pero si el principal obstáculo para concertar un combate que el mundo entero pedía a gritos fue el desencuentro por el asunto de los exámenes de sangre para detectar substancias prohibidas, ambos peleadores quedan mal parados ante la historia, substanciando, con su negativa, la sospecha.

En el caso de un eventual pleito entre Mayweather y 'Canelo' Álvarez, es evidente que el estadounidense, ya con un nombre establecido, con una trayectoria ilustre y una carrera que se acerca a su fin, es el menos urgido.

También, es entendible, que al buen Floyd no le interese enfrentarse a un rival tres lustros más joven que él, con una innegable capacidad y poder de puños, y prefiera encarar a oponentes menos riesgosos en esta etapa de su carrera.

Aunque, deberá tener cuidado con la fuerte pegada y la combatividad de Robert 'El Fantasma' Guerrero el 4 de mayo.

De igual forma, Saúl Álvarez, puede optar por buscar otros caminos, que no necesariamente pasen por ese combate que a él tanto le apetecía, ante Floyd Mayweather Jr., para tratar de alcanzar una gran variedad de metas, de objetivos en su aún incipiente, pero ya muy destacada trayectoria pugilística.

Por ejemplo, taparle la boca a los incrédulos, o si se quiere, ganar la credibilidad que algunos aún le regatean, como verdadero campeón y figura del boxeo actual.

Establecerse como un peleador capaz de reventar las noches del pago por evento, un termómetro infalible para regular la valía de un boxeador, en cuanto a lo comercial, hoy en día.

Quedarse, en definitiva, sentado en el trono reservado para el mejor boxeador mexicano del momento.

Algo que, con el apoyo incondicional de una televisora, con su carisma y hasta con el atractivo físico que proyecta hacia las féminas, pero principalmente con el inminente retiro de Juan Manuel Márquez y la caída del pedestal, así sea momentánea, del 'Junior,' Julio César Chávez, es algo que tiene al alcance de un jab.

Para alcanzar todo eso, 'El Canelo' depende exclusivamente de él mismo y, de momento, todo pasa por la Ciudad del Álamo, donde el jalisciense pupilo de Eddy y 'El Chepo' Reynoso puede ascender un peldaño más en sus aspiraciones al enfrentar en Austin Trout a un campeón mundial, a un rival zurdo y a un boxeador que, además, tampoco conoce la derrota.

Nada qué ver con la veteranía de un 'Sugar' Shane Mosley o la poca jerarquía de un Josesito López, sus más recientes víctimas.

Porque en esta nueva ruta que el propio 'Canelo' Alvarez parece haberse marcado, al renunciar a seguir virtualmente persiguiendo a Floyd Mayweather Jr., para intentar concertar una pelea, solo le queda una opción para alcanzar la gloria boxística:

Ganar.

Ganar y ganar, donde sea, contra quien sea. Ganarle a todos.