Enrique Rojas 11y

Alou no quiere ser GM en MLB

SANTO DOMINGO -- Justo cuando su figura ha crecido a niveles legendarios en República Dominicana y comienza a llamar la atención de los clubes de Grandes Ligas en su segunda carrera dentro del béisbol, el dominicano Moisés Alou simplemente aspira a disfrutar de los simples placeres de la vida que se perdió en el último cuarto de siglo.

Alou, quien ha ganado tres campeonatos nacionales y dos de la Serie del Caribe en sus primeras cuatro temporadas como gerente general de los Leones del Escogido en la pelota invernal, agregó una página dorada a su corto, pero brillante expediente de ejecutivo cuando condujo a República Dominicana a ganar el Clásico Mundial de Béisbol en marzo pasado.

Con semejante desempeño, unido a una buena carrera de casi dos décadas en en el terreno, cualquier otro hombre de béisbol enfocaría la mira hacía alguna oficina en Estados Unidos. Sin embargo, ese no es el plan de Alou, al menos no por ahora.

"No aspiro a ser gerente general o trabajar a tiempo completo en alguna oficina de béisbol en Estados Unidos", dijo Alou a ESPNdeportes.com. "Aspiro a estar tranquilo en mi casa, pescar, cazar, disfrutar", agregó el ex jardinero.

"Fui un jugador de 18 años en Grandes Ligas, más cuatro en ligas menores, más dos en la universidad, esos son 24 años fuera de mi país. Yo amo mi país, quiero disfrutarlo, me gusta la caza, la pesca, el hipódromo y no he tenido tiempo dedisfrutar eso", dijo Alou.

"Mis aspiraciones no son de ser gerente, porque eso implicaría marcharme del país a hacer algo que no disfruto tanto como disfrutaba jugar", dijo.

Omar Minaya, el hombre que contrató a Alou para jugar con los Mets de Nueva York, ha sido el único dominicano que ha desempeñado el cargo de gerente general en las ligas mayores. Pedro Martínez, un ex compañero de Alou en Montreal y Nueva York, recientemente aceptó un rol como asistente del gerente de los Medias Rojas de Boston, cargo similar que ocupa el ex infielder José Vizcaíno con los Dodgers de Los Angeles.

Moisés, el hijo del legendario Felipe Alou -- un jardinero Todos Estrellas que posteriormente se convirtió en el primer manager dominicano de Grandes Ligas y actualmente funge como asesor para los Gigantes de San Francisco -- bateó .303 con 332 jonrones y asistió a seis Juegos de Estrellas en 17 temporadas con Pittsburgh, Montreal, Florida, Houston, Cachorros de Chicago, San Francisco y Mets.

Moisés se retiró bajo sus propios términos después de batear .347 en 15 partidos con los Mets en el 2008, cuando las lesiones volvieron a golpearle. Alou se perdió por completo las temporadas de 1991 y 1999 y decenas de partidos en otras debido a las molestias físicas.

Pese a que recibió un par de ofertas para seguir jugando, prefirió quedarse en casa por primera vez desde que se marchó a estudiar a Estados Unidos en 1984. Un año después aceptó ser el gerente general de Escogido, el equipo en el que jugaron su padre y sus tíos Mateo y Jesús y al que ayudó a ganar la Serie del Caribe de 1990, bajo la tutela de su progenitor.

Con Moisés de director de operaciones de béisbol, los Leones ganaron el campeonato nacional dominicano en el invierno 2009-2010, quebrando una racha de 18 años que se remontaba al último título conseguido con Felipe de manager, en 1992. El Escogido volvió a ganar en las temporadas 2011-12 y 2012-13, además de conquistar las Series del Caribe de 2010 en Venezuela y 2012 en Santo Domingo.

El Clásico Mundial fue la cereza sobre el pastel en un impresionante arranque para Moisés en su nueva carrera como ejecutivo.

"He ganado una Serie Mundial y Series del Caribe como jugador y gerente, mi primer campeonato como gerente con Escogido fue muy emocionante, pero ganar el Clásico Mundial, fue otra cosa", dijo Alou.

"Por encima de la Serie Mundial con los Marlins, el Clásico Mundial ha sido la mayor satisfacción que he tenido en el béisbol profesional", aseguró.

Después de una decepcionante actuación en el Clásico Mundial del 2009, cuando fue eliminada por Holanda en la primera ronda en San Juan, Puerto Rico, República Dominicana pateó a sus rivales, incluyendo a Puerto Rico en la gran final, y con 8-0 se convirtió en el primer ganador invicto del campeonato mundial de selecciones que organizan las Grandes Ligas y la Federación Internacional de Béisbol.

El intermedista Robinson Canó, de los Yankees de Nueva York, consiguió tres estatuillas de Jugador Más Valioso a lo largo del evento, y el cerrador Fernando Rodney, de los Rays de Tampa Bay, participó en todos los juegos del equipo y salvó siete de ellos.

"La diferecia fue que [los jugadores] asumieron el compromiso y desde que llegamos [los entrenamientos] a Tampa el liderazgo del manager Tony Peña y de Robinson Canó y la entrega de los jugadores marcó la pauta. De ahí en adelante estuve de turista en el Clásico Mundial, como un fanático, celebrando las victorias", dijo Alou, quien jugó en las ediciones inaugurales del torneo, en 2006 y 2009.

La victoria en el Clásico Mundial ha elevado la figura de Alou en República Dominicana, donde ya era famoso a los 16 años de edad por el gran parecido que tenía con su padre en el terreno de juego. Los políticos se disputan su compañía, ha tenido audiencias hasta con el presidente de la república y los medios reclaman su presencia, incluso aquellos que no cubren asuntos deportivos regularmente.

Alou reveló que desde su retiro como jugador ha recibido algunas ofertas para trabajar con organizaciones de Grandes Ligas, pero admite que ninguna ha sido para un puesto de oficina. Por ahora solamente quiere descansar, incluso ya anunció que la próxima temporada invernal será su última como gerente del Escogido, aunque dejó abierta una ventana para el futuro en caso de que le llegue la oferta adecuada.

"Para nada, no estoy interesado en estar metido en una oficina", dijo Alou. "Mi trabajo ideal en los próximos dos o tres años sería ser un asistente especial, trabajando y haciendo reportes, pero no fijo en una ciudad", dijo.

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