BUENOS AIRES -- El Potro Abregú confiesa que está "excitado". Y tiene sus razones. El actual campeón sudamericano de los welters viene de ganarle categóricamente al entonces número uno del ranking welter WBC e invicto, Thomas Dulorme. Sabe que está en un gran momento de su carrera, y quiere mostrarse al mundo.
Apenas se anunció la cartelera estelar del sábado 27 de abril, su nombre comenzó a flotar en el ambiente como gran candidato a integrarla. Aunque por un momento, el propio Sampson Lewkowicz dijo que su participación era "difícil", ya que el argentino está ligado a Sean Gibbons. Pero todo eso ha quedado en el olvido. De hecho, Sampson no dudó en definirlo como "El sucesor de Maravilla Martínez", porque "Tiene todo para ser una gran estrella".
Luis Carlos Abregú, estará enfrentando al canadiense Antonin Decarie (27-1-0, 8 KO) por el campeonato mundial plata del Consejo Mundial de Boxeo. Y en el semifondo, televisado para todo el mundo. "Se me cumple un sueño muy grande --afirma--, porque cuando se anunció la pelea de Martínez con Murray comencé a ilusionarme con estar allí, y ahora haberme sentado en esta misma mesa en la conferencia de prensa junto a Sergio y todos los demás, es algo muy pero muy fuerte".
-- Me imagino tus sensaciones, te verá gran parte del mundo...
-- Bueno, justamente, esa es la parte fundamental, porque estar en una transmisión de estas, por HBO, te abre si no todas, casi todas las puertas y yo estoy en el momento justo de mi carrera. Creo que la forma en la que le gané a Dulorme lo confirma.
La victoria de Abregú sobre Thomas Dulorme fue el 27 de octubre pasado en Verona, Nueva York. Esa noche, El Potro sumó su triunfo número 34, con 28 KO, con una sola derrota, ante Timothy Bradley ("No pongo excusas, pero esa noche me rompí la derecha y eso me costó, además, estar parado un tiempo"). Lo cierto es que Abregú dominó esa pelea con facilidad, derribó varias veces a Dulorme, que venía invicto en 16 peleas, hasta que el rincón decidió retirarlo en el séptimo asalto. De esa forma, Abregú logró el título Internacional welter del WBC, sin contar con que Dulorme era el número uno del ranking.
"Lo importante es que espero mostrar lo mejor de mí. Me alegré cuando Decarie dijo que él venía a ganar, porque eso significa que la pelea va a ser buena, y difícil, que son las que me gustan. Llevo tres meses entrenando con todo para la noche del sábado, y si Dios y La Virgen me acompañan, todo irá muy bien. Yo sé que tengo que ganar o ganar. Soy el mejor welter de Sudamérica y quiero pelear con los mejores del mundo", suelta con plena confianza el Potro en el hotel donde se mantiene concentrado.
-- ¿Qué es Maravilla Martínez para vos?
-- Algo más que un gran boxeador, es un ejemplo a seguir, por su conducta profesional, porque demuestra que no todos los boxeadores somos brutos o ignorantes, Creo que no soy el único que piensa así, nosotros vemos en Maravilla es, sencillamente, todo un ejemplo.
-- ¿Lo has tratado personalmente?
-- Y... muy poco, nos cruzamos en Santa Ynes (California) cuando él entrenaba para pelear con (Alex) Bunema (fue el 4 de octubre de 2008, Martínez ganó por puntos en gran actuación y se consagró campeón Internacional del WBC, la pelea fue en Temecula, California). Lo gracioso del caso es que él vino a saludarme, "¿Vos sos Abregú?", me dijo. Yo lo conocía poco y me sorprendió hasta que después me hizo la aclaración que, en España, me había visto por la tele...
Abregú, tucumano de nacimiento pero salteño por adopción, se vino con todo su equipo. Su técnico principal Héctor Roca --un panameño de larga experiencia y que dirige a Alicia Ashley--, el veterano Néstor Jaime, Rubén Condorí --ex retador al campeonato mundial mosca--, José Naranjo (preparador físico) y su manager, Pablo Martínez. "Y por favor no quiero olvidar a Carmelo Di Pietro, mi preparador físico que se nos fue hace un tiempo, pero al que recordaré toda la vida", agrega.
El panameño Héctor Roca llegó a Salta hace un mes para entrenar a Abregú en el GyM, como lo ha estado haciendo desde el 2010, cuando lo acompañó en su victoria frente a Robert Gutiérrez; luego trabajó junto a él en la derrota frente a Bradley y en el triunfo sobre Dulorme. Aunque estuvo dos veces en Argentina junto a su boxeadora, Alicia Ashley, esta vez vino exclusivamente para trabajar con Abregú. El hombre, que lleva 50 años en el boxeo y está a cargo del legendario gimnasio Bobby Gleason's, de Nueva York, es un estímulo para el entorno del Potro. "Este es un equipo y todos queremos aprender", afirma Abregú. De hecho, la propia Ashley (19-9-1, 1 KO) estuvo entrenando en Salta, para la pelea del sábado 20 de abril, en la que le ganó a la panameña Chantall Martínez, por puntos reteniendo su corona mundial súper gallo del CMB, en Panamá.
¿Y qué le espera a Abregú el próximo sábado? Antonin Decarie es el actual campeón welter NABF, título que logró en su última pelea, ante Alex Pérez, a quien batió por KOT en 6 en Mashantucket, Connecticut. A los 30 años, este hombre que comenzó a boxear a los 14, cuenta entre sus vencidos, a un argentino, Víctor Hugo Castro, a quien superó por puntos en 12 asaltos el 6 de junio de 2009, por el título welter NABO de la WBO, en Montreal. Tiene una guardia ligeramente frontal, trabaja mucho con rectos y es apenas un poco más bajo que el argentino, ya que mide 1,75m contra 1,78 de Abregú quien, seguramente, dominará con sus jabs de izquierda.
El Potro, poseedor de un boxeo en donde se mezcla la frialdad para la estrategia y el fuego para definir --ante Dulorme dominó el combate con absoluta facilidad--, ya está listo. El sábado 27, cuando Michael Buffer anuncie su nombre, su sueño comenzará a hacerse realidad.