SALTILLO -- Quince años después, el lanzador derecho Rodrigo López está listo para volver a vestir el uniforme de los Diablos Rojos del México en la Liga Mexicana de Béisbol, y lo hará este martes al arrancar serie contra Saraperos de Saltillo en el Francisco I. Madero.
"Estoy contento de regresar a jugar a la ciudad y ver a varios compañeros. Voy a hacer mi mejor trabajo para tratar de ayudar a los Diablos y conseguir un campeonato", asegura el diestro, quien, luego de once calendarios en diamantes de las Mayores, regresa a la Liga Mexicana en óptimas condiciones físicas.
"Mi brazo está bien, está sano, sólo faltan algunos detalles para ponerlo listo para lanzar. Hay que empezar a tirar pitcheos rompientes, como el slider, la curva, afinar el control, mis pitcheos sobre la recta, una recta de dos costuras de lado derecho de home, que es donde batallo un poco. Pienso que ya que agarre ritmo, tengo mi control, son esos pequeños detalles, los pitcheos secundarios, la recta la seguimos manteniendo bien en la zona y moviéndola alrededor de home", señala el ex ligamayorista, al tiempo que habla de la velocidad de su serpentina.
"Está en unas 86 u 88 millas , no es lo mismo de hace 15 años, pero es la velocidad que he mantenido en las últimas temporadas. Un buen día, a lo mejor tiro 90, pero creo que con lo que tengo ahorita es suficiente para sacar a los bateadores", comenta Rodrigo.
Dueño de un comando que lo convirtió en uno de los peloteros mexicanos más rentables en el beisbol de Estados Unidos de los últimos años, el de Tlanepantla es consciente de la responsabilidad que recae sobre sus hombros como uno de los puntales en la rotación abridora de Diablos Rojos.
"Mi aporte va a ser la experiencia y el liderazgo que pueda mostrar dentro del terreno de juego, el profesionalismo. Mi responsabilidad es salir a dar el ciento por ciento de mí, salir a ganar en cada una de mis aperturas y con la mente en un campeonato. Con los hechos se dice mucho y mi actitud de salir a ganar todos los juegos será mi aporte para el equipo con la responsabilidad y disciplina con la que me vean todos los días", señala el mexiquense.
López destaca la calidad que reúne Diablos Rojos en su rotación abridora, donde está llamado a llevar la etiqueta de as, tal como sucedió en Grandes Ligas, especialmente con Orioles de Baltimore, con los que en 2002 tuvo una brillante campaña, con récord de 15-9 y 3.57 de efectividad.
"No es tanto la etiqueta de as, es la actitud y la responsabilidad de salir a ganar un juego, es lo que me gusta y lo que entiendo de ser un pitcher abridor y eso es lo que me ha mantenido en todo este tiempo. He entendido lo que significa ser un abridor, me gusta esa responsabilidad y el día que yo estoy pitcheando sí soy el as, pero al día siguiente tiene que serlo el compañero al que le toca lanzar. Sin importar el lugar de la rotación en el que estés, el día que te toca pitchear, te toca ser el as", asegura el de Tlanepantla.
"Diablos tiene un tremendo pitcheo, sinceramente, es de los mejores que hay en la Liga Mexicana, tienen todo, incluyendo la juventud. Hay muchachos con un camino recorrido como Marco Duarte que ha tenido buenas actuaciones tanto aquí como en la Liga de invierno, eso lo hace un pitcher establecido. Está David Reyes que tiene muy buen futuro, todavía le falta madurar, pero todo lo que se requiere en un pitcher lo tiene y lo está demostrando", agrega.
El derecho, cuyo talento de exportación al beisbol de Estados Unidos, se pulió en Diablos Rojos, destaca la oportunidad de ocupar un lugar en la rotación abridora al lado de Esteban Loaiza, compañero de andares en las Mayores.
"Es un orgullo y un placer compartir con Esteban en la rotación, es una persona a la que yo admiro. Me tocó verlo en mi camino de Grandes Ligas, quizá un poquito adelantado a mí; jugar con él ya aquí en Diablos es un placer. Uno nunca termina de aprender y creo que todavía se le puede aprovechar mucho a él", reconoce el serpentinero,
De regreso en la Liga Mexicana de Béisbol, el de Tlalnepantla recuerda el final de la década de los 90, cuando en 1998, como joven pitcher, dejó marca de 10 ganados, seis perdidos y 3.35 de efectividad con el club escarlata.
"Tengo recuerdos bonitos de aquí, todas las cosas que pasé para llegar a Grandes Ligas. La convivencia, pitchear para tu afición, son recuerdos gratos, recuerdo la motivación que tenía por llegar a Estados Unidos, tenía la seguridad de jugar para un equipo ganador, me sentía protegido", asegura Rodrigo, quien sólo espera que llegue el momento de abrir un juego en el Foro Sol en esta temporada.
"Me da mucha motivación, quiero que llegue ese momento. Me siento ansioso de ver qué puede pasar en ese momento, cómo me va a recibir la afición y ese gusanito del juego, mientras yo haga mi trabajo, todo va a estar bien y me quiero imaginar ese momento en que salga a caminar para tomar la loma, espero que sea un momento agradable para mí", finaliza López, quien jugó 11 calendarios en las Ligas Mayores, divididos entre Padres de San Diego, Orioles de Baltimore, Rockies de Colorado, Filis de Filadelfia, Diamondbacks de Arizona y Cachorros de Chicago.