LISBOA -- El paraguayo Óscar Cardozo, los argentinos Eduardo Salvio, Nico Gaitán, Ezequiel Garay y los brasileños Rodrigo Lima y Luisao lideran la legión latinoamericana del Benfica, al que esperan aportar gol, creatividad, garra y seguridad defensiva para tumbar al Chelsea en la final de Amsterdam.
Fruto de una audaz apuesta por explorar el rentable mercado latinoamericano, el coloso portugués ha esculpido su columna vertebral con futbolistas argentinos, brasileños y paraguayos, que han exhibido un notable rendimiento después de llegar a Lisboa casi como desconocidos.
Entre ellos destaca, el espigado "Tacuara" Cardozo, un delantero poco vistoso, pero tremendamente efectivo que ha entrado en la historia del Benfica.
Con más de 150 dianas en su seis temporadas en el club -el primer extranjero en lograrlo-, el ariete paraguayo, de 29 años, es el segundo mejor anotador en competiciones internacionales por el club lisboeta con 32 goles, apenas por detrás del legendario Eusebio (57).
Oportunista y demoledor en el golpeo con su zurda, acumula seis goles en la presente Liga Europa, dos menos que el checo de la Lazio Libor Kozak, y uno más que el español del Chelsea Fernando Torres, que es el único futbolista que podría arrebatarle el podio de artillero en el torneo.
Si el gol lo pone "Tacuara", las asistencias vienen de parte del argentino Salvio, ex del Atlético de Madrid. La contratación récord del Benfica -pagó a los madrileños unos 14 millones- es puro desborde a través de su endiablada velocidad y hábil regate.
El ex jugador del Lanús, de 22 años, peleará en Amsterdam por un enviable hito. Ganar su tercera final de Liga Europa en el transcurso de tres años, pues con el Atlético se consagró campeón en el 2010 y en el 2012.
"Gracias a Dios ya tuve la oportunidad de jugar dos finales y ganarlas, es muy bonito y espero repetir, ahora con el Benfica", ha manifestado 'Totó'.
La clase en la medular pertenece a la zurda del argentino Nico Gaitán (Buenos Aires, 1988). Suplente en el inicio de curso, el talentoso internacional ha firmado un excelente fin de campaña con jugadas que han dado la vuelta al mundo.
Su caracoleo ante tres rivales del Sporting de Lisboa, a los que engañó completamente, y su posterior asistencia fueron uno de los momentos más célebres del presente campeonato.
Otro argentino clave en el Benfica es el central Ezequiel Garay (Rosario, 1986). Formado en el Newell's Old Boys, el ex jugador del Real Madrid y el Racing de Santander sobresale por su capacidad de corte, rapidez y técnica individual.
Garay (1,89 metros y 83 kilos) es también muy solvente en los balones aéreos y se ha compenetrado a la perfección con el brasileño Luisao (Amparo, 1981), el capitán y más veterano futbolista del Benfica en activo, pues cumple su décima temporada.
El internacional 'canarinho' (1,92 metros y 81 kilos) es el líder de la zaga, donde ejerce la voz de mando fruto de su experiencia. Aparte de su pujanza en los balones por alto, presume de inteligencia táctica y solvencia en el corte.
El brasileño del Benfica que llegó esta temporada de puntillas y que se ha revelado en la sensación en Portugal tiene un nombre: Rodrigo Lima (Monte Alegre, 1983).
El delantero, fichado del Braga a cambio de 5 millones de euros, era un desconocido hasta que empezó a despuntar en el Belenenses hace cuatro cursos cuando ya contaba con 26 años.
Después sus dos notables años en Braga -con una final de Liga Europa perdida ante el Oporto y una participación en 'Champions' de por medio-, irrumpió en el Benfica, donde suma 26 goles esta temporada, 17 en Liga, apenas por detrás del colombiano del Oporto Jackson Martínez (25).
De la legión de latinos del club encarnado, también destacan el medio argentino Enzo Pérez, un extremo reconvertido con éxito a centrocampista creativo; el lateral uruguayo Maxi Pereira, un pilar del equipo por su garra que se perderá la final ante el Chelsea por sanción; y el lateral zurdo paraguayo Lorenzo Melgarejo, otra adaptación de Jorge Jesús bien sucedida.
El portero titular, el brasileño Artur Moraes, completa el elenco titular latinoamericano.
Previsiblemente en el banquillo, estará el argentino Pablo Aimar, el futbolista con más experiencia en finales europeas (perdió una de Liga de Campeones, 2001, y ganó una UEFA, 2004, las dos con el Valencia) y que aún destila clase, aunque a cuenta gotas por su declive físico.
"Es algo importantísimo para el club llegar a una final europea después de tanto tiempo y es algo histórico. Muchos de nosotros desean toda la carrera jugar una final como ésta", refirió el internacional argentino, de 33 años, quien tendrá enfrente a su exentrenador Rafa Benítez, con el que fue campeón de la UEFA en el Valencia.