BERLÍN -- El entrenador del Bayern Múnich, Jupp Heynckes, relativizó el favoritismo de su equipo en la final de la Liga de Campeones ante el Borussia Dortmund y dijo que una final es siempre un partido abierto en el que no hay favoritos.
"Una final siempre es un partido abierto en el que no hay favoritos, en una final nunca hay un rival fácil", dijo Heynckes en la conferencia de prensa del día de puertas abiertas del Bayern, de cara a la final del 25 de mayo.
Heynckes expresó también sus respetos por lo que ha hecho el Dortmund en los últimos cinco años cuando, tras salir de una situación en la que estuvo al borde del colapso económico, volvió a convertirse en un equipo de elite, ganando dos veces la Bundesliga y llegando a la final de la Liga de Campeones.
"Tengo un gran respeto por lo que ha hecho el Dortmund y ya lo dije al final de la temporada pasada cuando lograron el doblete, es un equipo al que no es fácil jugarle", dijo Heynckes.
"Sin embargo, nosotros tampoco somos fáciles y ya el Juventus y el Barcelona pudieron constatarlo", agregó el entrenador.
Heynckes recordó que en esta temporada en los enfrentamientos directos entre los dos equipos ha habido dos empates, en la Bundesliga, y el Bayern ha ganado dos partidos, en la Supercopa y en la Copa de Alemania, lo que, según el entrenador, "puede indicar una tendencia".
La concentración de su equipo y el hambre de éxitos en esta temporada es algo que Heynckes, según dijo, nunca había visto antes en su carrera como jugador y como entrenador.
"Es algo que se ve en los gestos, en las miradas, en cada conversación. Hay una concentración y un hambre de éxito que nunca antes había visto como jugador ni como entrenador", dijo Heynckes.
Además, Heynckes destacó la recuperación anímica que tuvo su equipo tras la decepción de la temporada pasada, cuando perdió por penaltis la final de la Liga de Campeones en su propio estadio ante el Chelsea.
"Cuando un equipo pierde la final de la Liga de Campeones en su propio estadio tras haber sido mejor y luego vuelve a levantarse y hace una temporada como la que hemos un hecho, es una señal de que nada puede descentrarlo", dijo Heynckes.
Heynckes señaló además que, aunque es su tercera final de la Liga de Campeones como técnico, mentiría si asegurara que no se trata de algo especial.
"Podría coquetear diciendo que no es algo especial porque he estado tres veces como entrenador en la Liga de Campeones y tres veces he llegado a la final. Pero mentiría si dijera que no se trata de algo extraordinario para mi", admitió.
Por otra parte, Heynckes destacó la importancia que tiene para el fútbol alemán que dos equipos de la Bundesliga hayan llegado a la final de la máxima competición de clubes europea y atribuyó esto al buen trabajo que se viene haciendo en las divisiones inferiores.
"Es el fruto de un buen trabajo que surja un buen número de talentos. Además, tenemos buenos entrenadores no sólo a nivel profesional sino también en las categorías inferiores. Un ejemplo es Christian Streich que estuvo durante mucho tiempo en las categorías inferiores y ahora está a punto de clasificar al Friburgo para la Liga de Campeones", opinó Heynckes.
RUMMENIGGE QUIERE QUE GÖTZE JUEGUE
El presidente del Consejo Directivo del Bayern Múnich, Karlheinz Rummenigge, manifestó su deseo de que el rival de su equipo en la final de la Liga de Campeones, el Borussia Dortmund, pueda contar con Mario Götze, actualmente lesionado, en ese partido.
"Ojalá Götze pueda jugar", dijo Rummenigge, en declaraciones que publica hoy el diario Bild.
Rummenigge quiere que en la lucha por el máximo título europeo de clubes los dos equipos puedan presentar su mejor alineación.
Götze sufrió una lesión muscular en el partido de vuelta de la semifinal contra el Real Madrid pero el Dortmund espera tenerlo a punto para la final el 25 de mayo en Wembley.
La final sería el último partido de Götze con el Dortmund puesto que la próxima temporada pasará a la disciplina del Bayern, que pagará por el traspaso 37 millones de euros.
Götze, de veinte años, ha sido una de las estrellas del Dortmund en las últimas tres temporadas, ha dado el salto a la selección alemana absoluta y es de momento una de las más grandes promesas del fútbol alemán junto con Julian Draxler, del Schalke.