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"Para mí, Roland Garros es especial"

Falla, de 29 años, busca volver a meterse top-50 Getty Images

BUENOS AIRES -- Es el hombre récord de Colombia en los Grand Slam. A los 29 años, Alejandro Falla, recuperado de una molestia en el gemelo izquierdo, espera ansioso la llegada de Roland Garros, su torneo "especial", como él lo define. Es que en París debutó en el cuadro principal de un 'Major', en 2004, y alcanzó los octavos de final en 2011, para igualar lo hecho por Jairo Velasco en el US Open de 1976, las mejores actuaciones de los varones de su país en los grandes campeonatos. Es más: este zurdo nacido en Cali y que reside en Bogotá es el colombiano -incluyendo también a las mujeres- con más participaciones en los Grand Slam, ya que ahora disputará el 26º de su carrera y el 16º seguido. En entrevista con ESPNtenis.com, habló de estas marcas, de sus objetivos personales y del sueño de ascender en la Copa Davis.

Falla fue el primero, luego seguido por su amigo Santiago Giraldo, en aportar presencia colombiana en las grandes citas del tenis tras casi una década. Sin dudas, haber copiado aquella escalada de Velasco después de 35 años fue una proeza para él y su querida Colombia. Su arribo a los octavos del Abierto de Francia 2011 (venía de la clasificación) fue histórico, sólo igualado por una mujer de su país, ya que Fabiola Zuluaga alcanzó esa rueda en París en 2004. Esa misma temporada, su compatriota logró la máxima proeza para su nación en los Grand Slam: accedió a las semifinales del Abierto de Australia. Pero hablando del tenis masculino, lo de Falla es un récord doble, al punto de que ya jugó 25 'Majors' (en otros casos cayó en la qualy) y completará, con 16 consecutivos, cuatro años al hilo con asistencia perfecta.

Un dato particular es que, desde Wimbledon 2009, cuando comenzó esta racha, 12 de sus 15 caídas fueron ante rivales top-50, lo que marca un punto positivo. Y en Londres 2010 tuvo en jaque a Roger Federer, cuando le ganaba 2-0 en sets en el debut, para terminar perdiendo en el quinto parcial ante el suizo. Si bien no pudo conseguir el gran triunfo de su vida, ese partido le mostró que podía darles pelea a las figuras. El actual Nº 1 de Colombia, ahora 70º en el ranking mundial de la ATP, gozó de su mejor posición en julio del año pasado, cuando se ubicó 48º, y apunta a regresar a ese lote una vez que juegue Roland Garros, la gira de césped, Wimbledon y el torneo de Bogotá. Ya con un año y medio seguido instalado entre los 80 primeros, este ganador de 9 Challengers (7 en su país) también quiere llegar a su primera final en un torneo de ATP.

Falla, que de niño tuvo como ídolos a Pete Sampras y Boris Becker, se apoya en un gran revés de dos manos y confía en su devolución de saque. Si bien sus canchas predilectas son las rápidas, la arcilla de Roland Garros siempre le reportó alegrías, al punto de que en 2001, como junior, arribó a semifinales en singles y fue campeón de dobles junto con Carlos Salamanca. Hoy, con mucha experiencia a cuestas, este zurdo sencillo y amable da su punto de vista sobre la vida en el circuito: "Es difícil, porque hay mucha soledad, en las buenas y en las malas. Se pierde seguido, cada semana, siempre y cuando uno no gane el torneo. Igual son más las cosas a favor, ya que somos privilegiados, y que te paguen por hacer lo que te gusta es increíble. A los sudamericanos nos toca viajar muchísimo, ya que son casi siempre giras de 6 ó 7 semanas afuera de casa. Yo ahora tengo la ayuda de mi novia que me acompaña y eso es muy bueno, te ayuda mucho".

- ¿Qué significa ser el colombiano que más Grand Slam jugó?

- Hay mucha gente que quizá no sabe eso, es un dato interesante, muy importante para mí. Luché pese a las lesiones, ya son 25 Grand Slam y varios años en el nivel más alto, representando con el alma a mi querida Colombia. Lo que más disfruto es que estos años fue creciendo la afición al ser el tenis más conocido. Ahora hay exhibiciones con figuras en nuestro país, vuelve el ATP 250 de Bogotá, siguen los Challengers, y así se entusiasman los juveniles. Para ellos todo esto es muy bueno, ver a jugadores cercanos que pueden lograr cosas importantes, no sólo a aquellos que conocen únicamente por la televisión.

-¿Qué representa compartir con Velasco el halago de ser el varón colombiano que más escaló en los grandes torneos?

- Es una alegría, un gran orgullo. Ese fue un Roland Garros increíble y después llegaron muchísimas cosas buenas. Colombia, un país sin gran tradición tenística, vivió después de Hadad y Tobón unos 10 años sin representantes en los Grand Slam. Sirvió para que la gente me conociera más y lo mejor fue que empezó a seguir más el tenis. Ese mismo año, Cabal fue finalista en dobles y, a la vez, todo eso tuvo una gran repercusión en los medios de mi país. Como experiencia personal, fue bárbara, la disfruté mucho, siempre gracias al apoyo de Colsanitas que colabora con nosotros.

- ¿Qué recuerdos te vienen a la mente de aquel Roland Garros 2011, cuando pasaste la qualy y perdiste con Chela en octavos en cinco sets?

- Para mí, Roland Garros es el torneo más especial de todos. Es que en 2004 fue el primero que jugué en un cuadro principal, tras pasar la qualy, y eso es lo que más te marca. Y también tuve el mejor resultado en París, por eso es que lo disfruto mucho. Tengo simpatizantes colombianos que me alientan siempre y muchos recuerdos lindos... Nunca me olvido que en la segunda rueda de la qualy estaba set abajo y perdía 4-1 en el segundo (ante Rieschick), y después terminé llegando a octavos, logrando tres muy buenas victorias ya en el torneo.

- ¿Marcó un antes y un después en tu carrera la derrota con Federer en Wimbledon 2010, por ver el partidazo que le hiciste y que podías jugar mano a mano con un rival así?

- Ese partido me sirvió mucho, para ver que ante los mejores del mundo tenía nivel para jugarles de tú a tú, y hasta poder ganarles. Después enfrenté a top-10 y me fue bien, porque le gané a Isner, logré triunfos ante figuras en los Grand Slam y eso es más difícil que en cualquier campeonato, por ser al mejor de cinco sets. Este año también estuve muy cerca contra Berdych... Igual, Wimbledon es otro torneo que se me da muy bien, por las características de mi juego. Es más: mi tenis se adapta un poco mejor a Wimbledon, pero hasta ahora me ha ido mejor en Roland Garros. Me motivo mucho más en los Grand Slam, son los grandes desafíos que tenemos por delante.

- ¿Cómo llegás ahora físicamente tras el abandono en Niza por una contractura?

- Sufrí la ruptura de un centímetro del gemelo izquierdo en Barcelona, después mejoré y en Oeiras y Madrid me sentí cómodo, pero se me complicó otra vez en Niza. Se me contracturó, por una sobrecarga. Ahora ya retomé los entrenamientos en París, tras una ecografía, y está todo bien. Hablé con los médicos y me dicen que puedo entrenarme y jugar sin problemas, sin riesgo de sufrir una lesión importante. Por suerte tengo el visto bueno.

- ¿Influye que llegás irregular y tuviste ese problema físico para tus expectativas en París? ¿Sos de los jugadores que miran hacia adelante en los cuadros y se pueden presionar más con eso o no?

- Creo que las expectativas son altas. Si físicamente estoy bien, puede ser un buen torneo para mí. Tengo mucha ilusión; siempre me siento a gusto aquí. En esta gira de canchas lentas sólo le gané a Kuznetsov en Portugal y eso puede afectar más en otros torneos, pero en los Grand Slam me motivo mucho. Para mí, acá todo lo anterior se borra; es una historia nueva. Quiero romper la barrera de octavos y llegar a los cuartos de final. El tema de los cuadros es relativo; yo soy de mirar primera y segunda ronda, pero no más allá. Uno siempre se enfoca en el comienzo y hay veces que hasta me olvido quién me toca en el partido siguiente y debo revisar el cuadro (sonríe).

- ¿Te planteás algún objetivo en cuanto a ranking o resultados para los dos próximos Grand Slam?

- Quiero volver a estar entre los top-50 de la ATP. Entre Roland Garros, los torneos siguientes, Wimbledon y el ATP de Bogotá apunto a recuperar un lugar entre los primeros 50. Después quiero ver de meterme entre los 30 mejores, poder dar ese salto. Y me gustaría rendir bien en el ATP de mi país. Sé que si juego bien y sin presión puedo conseguir esos objetivos.

- ¿Este año tu principal meta es de tipo personal o por lograr el soñado ascenso a la elite de la Copa Davis?

- El de la Davis es un objetivo muy importante, como el del ranking individual. La gente está muy pendiente de la Copa y nosotros, los jugadores, sabemos que podemos hacer historia y llegar como nunca al Grupo Mundial. Nos propusimos eso y esperamos lograrlo. Cada uno de nosotros tratará de llegar lo mejor posible y con confianza al repechaje de septiembre.

- ¿Cómo ves la serie en Japón, siendo visitantes y jugando en superficie rápida?

- Hay buenas chances, si bien ellos tienen a Nishikori ubicado entre los top-20 del mundo. Tenemos un equipo igual de parejo que el de Japón y las condiciones nos favorecen, porque seguro van a elegir el estadio del torneo ATP de Tokio, una cancha muy rápida, que a mí y a Santiago nos cae muy bien. Debemos confiar en nuestras fuerzas, será duro pero tenemos que aprovechar esta posibilidad. Me hubiese gustado ser local, donde uno pone las condiciones, bolas y superficie, pero seremos visitantes y peor hubiese sido otro rival. Estamos muy ansiosos, la verdad.

- Giraldo dijo que Colombia ya se merece el ascenso. ¿Compartís ese pensamiento, es el momento ideal para subir a la elite?

- Colombia se merece el ascenso, sin dudas. Nosotros dos ya llevamos unos años entre los 60 ó 70 mejores del mundo, y contamos con una dupla muy fuerte. Cabal y Farah llegaron en enero a cuartos de final en el Abierto de Australia. La gente se pregunta en nuestro país por qué no estamos en el Grupo Mundial. Es complicado, seguro, pero tenemos muchas ganas y buenas chances de aprovechar este momento y poder ascender.