<
>

Perder no es una opción para Canelo

GUADALAJARA -- Desde los 19 años, Santos Saúl Álvarez Barragán hablaba de combatir ante los mejores de su categoría. Aquel joven que aún no era campeón del mundo mencionaba los nombres de los grandes del peso súper wélter: Miguel Ángel Cotto, Antonio Margarito, Shane Mosley, Manny Paquiao, y a Floyd Mayweather Jr.

Y justo a esa edad, cuando aquel jovencito mostraba los ímpetus desenfrenados de su juventud por enfrentar a los mejores gladiadores sin medir los riesgos y sus consecuencias le llegó la propuesta de Floyd.

En aquel entonces, el Canelo no llegaba ni a los 20 años, y Mayweather Jr ya tenía 33. Pero los que rodeaban a Saúl, gente como sus entrenadores Chepo y Eddie Reynoso, prefirieron esperar para que tomara mayor experiencia.

Años después de aquella negativa, el pugilista tapatío confiesa que le molestó que frenaran la oportunidad de pelear ante uno de los monstruos, hoy considerado el mejor libra por libra.

Floyd, cuenta con 36 años y una marca que lo señala como invicto en sus 44 peleas, las cuales las ha ganado. Muchos lo califican como un tipo arrogante, pero su calidad en el ring es incuestionable. En su más reciente combate ante Robert Guerrero simplemente le dio una cátedra para dejarlo totalmente lacerado del rostro. Y Floyd sin ningún rasguño.

Pero el Canelo con casi 23 años, también con un récord invicto, pero con un empate en 43 peleas, se declara listo para el duelo de su vida el próximo 14 de septiembre en el MGM Grand Garden Arena, de Las Vegas.

Saúl lanza un suspiro cuando se le pregunta sobre Floyd. Se le nota feliz con la noticia. Es lo que anhelaba y el sueño se le cumple.

"¡Qué pienso! Sabemos que está catalogado como el mejor peleador, por eso estoy muy contento, porque es la pelea que hemos estado buscando durante años y ahora que sí está firmada, que es un hecho me siento emocionado. Estoy listo para esto y cuando nos lo dijeron se nos enchinó la piel de la emoción. Es el reto más grande de mi carrera, sabemos de la importancia, es lo que queríamos, él es el mejor y el 14 de septiembre haremos todo para ganar. Es la gran prueba de mi vida, no hay otra", dice el Canelo en entrevista con ESPN.com en el gimnasio que lleva su nombre.

El Canelo está a punto de entrenar en un sitio que está tapizado con imágenes de las leyendas del boxeo como José Becerra, José Mantequilla Nápoles, el Ratón Macías, Pipino Cuevas, la Chiquita González, el Cañas Zárate, y Julio César Chávez padre.
Un mural retrata su combate ante Shane Mosley al que derrotó el año pasado.

CONDICIONABA EL PESO

Sin embargo, la firma de la pelea no fue sencilla. Y es que Floyd exigía que el Canelo bajara su peso, a lo cual se negó el tapatío.

"Tengo que bajar dos libras, ellos querían que bajara a 147 libras, pero mi cuerpo no da para eso, él quería que bajara y no puedo hacer más. Las dos partes estamos contentos, porque sé que con dos libras menos puedo trabajar bien la dieta, voy a sacrificarme un poco más, pero vamos a llegar fuertes. Se pactó a 152 libras, era lo más difícil pero así quedamos".

Álvarez confiesa que la espera se prolongó y prácticamente ya había descartado que algún día pudiera verse ante Mayweather Jr.

"Fue mucha la espera, ya estábamos decidiendo hacer nuestro camino y olvidarnos de esa pelea porque mucho se hablaba y se hacía poco. Sí llega en el momento justo, porque fíjate que hace tres años casi cuatro nos ofrecieron la pelea, y obviamente que yo sí quería, pero mi equipo de trabajo me dijo: 'no estás listo', yo hasta me sentí con ellos, pero sí tenían razón y ahora que me dicen que estoy listo, pues aquí estamos".

JUVENTUD CONTRA EXPERIENCIA

Cuestión de enfoques. La juventud puede ser un factor a su favor o en contra. Lo mismo que la experiencia. Quizá Floyd ya no es tan rápido como antes, pero sabe esperar y explotar sus golpes. Mientras que Saúl cuenta con la velocidad y la potencia de sus puños.

"Yo soy joven, pero tengo muchas ganas. Tengo casi las mismas peleas que él, obviamente tiene más combates de campeonato mundial, pero yo soy muy bueno, si Dios quiere todo saldrá muy bien, lo único que te puedo decir es que no hay opción de perder, voy ir a ganar, dicen que muchos lo han intentado y pocos han tenido éxito, pero yo no voy a intentar, voy a ganar".

La gran cualidad del boxeador estadounidense es que desgasta a sus rivales esquivando los golpes y se arroja cuando los percibe indefensos por el agotamiento.

"Cuando vea que yo también sé contragolpear, que lo ataco, que sé defenderme, cuando sienta la potencia porque yo soy un peleador grande y rápido. La estrategia se hará hasta cuando me suba al cuadrilátero, nos vamos a preparar y no haremos cosas que no podemos".

¿Hay nervios?

"Son ansias de querer estar ahí en el cuadrilátero después de tanta espera, yo no he dejado de entrenar desde que peleé, duré una semana nada más sin entrenar, volví porque sabíamos que venía una pelea importante, y me siento listo para este gran reto".

Saúl dice que perder no es una opción él va a ganar. Su declaración recuerda a aquella escena de la película de Rocky Balboa, cuando se le acerca Mason Dixon para decirle que lo respetará, pero que si intenta lastimarlo no dudará en humillarlo. El Semental Italiano le responde: "Muchos vienen a Las Vegas a perder, yo no vine a perder".

Y el Canelo asegura que saldrá con la mano en alto de ese combate del 14 de septiembre.