Rodrigo Azurmendi 11y

En busca del mejor

Luego de una de las temporadas más fascinantes de la historia, llegó el momento de consagrar al campeón.

El regreso de Miami Heat a las Finales para revalidar su título era algo casi anunciado, pero su camino hasta aquí fue más duro de lo esperado, abriendo de esa forma la puerta a una sorpresa, y obligándonos a imaginar un resultado distinto.

Sí, aquel equipo que ganó 27 juegos al hilo ya no es invencible, y menos aún cuando tendrán enfrente nada más ni nada menos que a la mística de los San Antonio Spurs.

Los texanos afrontarán su última cruzada de la mano de Gregg Popovich y el 'Big 3' formado por Tim Duncan, Tony Parker y Manu Ginóbili, y querrán ponerle el broche de oro a una de las sociedades más exitosas del deporte estadounidense.

Duncan y Pop buscarán su quinto anillo de campeonato, algo que solo aumentará su leyenda y cimentará su lugar en el panteón de los más grandes.

LeBron James buscará solidificar su nueva reputación junto a Dwyane Wade y Chris Bosh, y así ir callando a los que se les burlaron cuando prometieron campeonatos en plural.

Para Pat Riley, diseñador de la criatura, podría ser la consagración de uno de los proyectos más ambiciosos de la historia.

Sin dar más vueltas, demos un vistazo a las aristas más interesantes de este cruce entre los dos mejores de la liga.


LEBRON VS. PARKER

Del éxito de ambos probablemente dependa el destino del anillo.

Ambos jugadores son incontenibles y se encuentran en la cima de sus poderes. Parker es simplemente demasiado veloz, habilidoso e inteligente para la defensa del Heat, que además sufre ante las penetraciones de ese tipo de jugadores.

El armador deberá estar fino con su tiro, ya que eso abrirá caminos hacia el canasto, que subsecuentemente resultarán en tiros perimetrales para los carabineros texanos.

La pintura es un punto débil de Miami y esto coincide con el hábitat natural del francés.

Por su parte, James tampoco puede ser anulado, ni aun siendo marcado de a tres.

Popovich seguro asignará a Kawhi Leonard, Danny Green, Ginobili y hasta quizás hasta a Tracy McGrady a molestarlo, y cada posesión en la que deje de ser el foco será un triunfo en sí.

El alero ha demostrado elevar su juego bajo presión, y también no tener inconvenientes en ponerse al equipo al hombro si la situación lo amerita.

Sin embargo, el mejor James es aquel que genera tanto miedo y atrae tanta atención que los que se acaban luciendo son sus compañeros.

EL LEGADO EN JUEGO

Tanto James como Duncan tienen mucho para ganar con un desenlace victorioso.

El Rey estaría consiguiendo su segundo anillo, y de esa forma aceleraría su paso hacia cumplir la promesa que le hizo a la afición floridense apenas arribó a South Beach.

James también podría empezar a soñar seriamente con alcanzar los seis campeonatos de Michael Jordan, y sin dudas eso lo pondría en la conversación sobre el mejor jugador de la historia.

Por otro lado, en caso de perder, James quedará 1 de 4 en las Finales (derrotas ante Spurs y Dallas Mavericks) y empezará a tomar una reputación de no estar a la altura en los momentos definitorios.

Por el lado de Duncan, un quinto anillo lo igualaría con Kobe Bryant, y sellaría el título de mejor jugador de su generación, por encima del escolta lagunero.

El delantero ya es uno de los 10 mejores jugadores de la historia de la NBA, y un nuevo triunfo, quizás acompañado por un JMV, podría hasta catapultarlo al Top 5.

POP VS. SPO: EXPERIENCIA Y JUVENTUD

Más allá de las recientes declaraciones de Jeff Van Gundy, quien opinó que Spoelstra estará un día en el Salón de la Fama, no quedan dudas sobre quien tendrá la ventaja en el banquillo.

A mi gusto la carrera de Popovich ha sido tan buena como la de Phil Jackson, y eso sin tener la misma cantidad de materia prima disponible.

Popovich logró mantenerse relevante en la NBA gracias a una flexibilidad admirable para un tipo tan exitoso.

Cuando la situación lo requirió, el veterano abandonó su estilo defensivo y adoptó una estrategia ofensiva digna de Mike D'Antoni, creyendo que así le daría una mejor chance a los suyos.

Popovich finalmente esta temporada fue capaz de mantener el ritmo ofensivo y rediseñar la defensa, y ese tipo de ajustes (más su talento infinito para dibujar jugadas en la pizarra) son los que lo distinguen de Spoelstra.

El entrenador de Miami es bueno, no se confundan, y mejorará con el tiempo, cual buen vino. Sin embargo, nunca se enfrentó cara a cara con Popovich en una serie a siete juegos.

Para Spoelstra, la chance de derrotar a una leyenda podría también aumentar su propia leyenda.

LEONARD Y ANDERSEN: FACTORES X

No quedan dudas de que Leonard y Chris Andersen tendrán una gran influencia en el desempeño, y el éxito du sus respectivos equipos.
El joven alero de los Spurs tendrá la tarea de marcar al mejor jugador del mundo, y aún con eso Popovich le reclamará que también haga su aporte en ataque, tanto en transición como en media cancha.

Leonard ha progresado increíblemente en solo dos temporadas en la liga, pero jamás ha rendido una materia como la que le espera. De salir airoso, podríamos estar ante la presencia de una nueva superestrella.

Por su parte, el 'hombre pájaro' deberá hacer de las suyas para que San Antonio no se abuse en los tableros. Se sabe que la debilidad del Heat está en el rebote y en la intensidad, y es allí donde Andersen deberá lucirse.

Es posible que Popovich se aleje de las alineaciones bajas y obligue a Spoelstra a utilizar a un interno para acompañar a Chris Bosh. Allí tendrá su chance Andersen, sobre todo si Udonis Haslem no da la talla.

VETERANOS EN LA BANCA

Esta seguramente sea última vez que Ginóbili y Ray Allen sean relevantes en este tipo de escenario.

Tras carreras ilustres e incomparables, ambos ahora cuentan con el rol importante de aportar ofensiva desde la banca, y tiros importantes cuando las papas queman.

El argentino tendrá un rol mayor, ya que su nueva tarea tiene más que ver con la creación que con el goleo.

Sin embargo, un Ginóbili descansado podría poner en jaque aún más a la defensa de Miami, quien de por sí ya tendrá varios dolores de cabeza.

Por su parte, Allen ya aseguró su lugar en la historia como el mejor francotirador nato, pero un campeonato más en su vitrina adornaría un poco más un currículum envidiable.

Lo que no quedan dudas es que ambos tendrán su momento, y en una serie tan pareja como esta, el que mejor lo haga podría inclinar la balanza hacia el lado de su equipo.

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