DALLAS -- El tackle defensivo de los Dallas Cowboys, Josh Brent, dio positivo por marihuana mientras espera el juicio por el accidente automovilístico en el que falleció uno de sus compañeros, informaron los fiscales este jueves al solicitarle al juez que revoque la fianza de 100,000 dólares del jugador y emita una orden de arresto en su contra.
La policía acusó a Brent por conducir con un contenido de alcohol en la sangre superior al doble del límite legal durante un accidente de auto el 8 de diciembre, en el que falleció Jerry Brown, miembro del equipo de prácticas de los Cowboys.
Los fiscales indicaron en su solicitud que Brent no aprobó un examen de orina practicado después de la audiencia del 24 de mayo, en el que habían buscado que su fianza fuera revocada debido a problemas con su control de alcohol. Si bien el juez declinó la solicitud, le pidió a Brent que proporcionara una muestra de orina.
Aún no se programa una audiencia derivada de la solicitud de los fiscales.
Brent está obligado a usar un monitor de control de alcohol en su tobillo y presentarse en reuniones periódicas con el oficial del condado. El juez, Robert Burns, ordenó el mes pasado una segunda forma de control para tomar muestras de aliento, y para que Brent proporcionara la muestra después de la audiencia.
La solicitud de los fiscales señaló que los resultados de las pruebas indicaron que Brent consumió marihuana dentro de los 30 días siguientes a la fecha de la prueba.
"Teniendo en cuenta los anteriores contactos con el alcohol del acusado y la gravedad de la acusación en este caso, el estado cree que el acusado continúa siendo una amenaza para la comunidad", expresaron los fiscales en la solicitud.
El reporte del choque emitido por la policía suburbana de Dallas, señaló que Brent conducía la noche del accidente con una licencia de conducir vencida del estado de Illinois, en donde se declaró culpable hace cuatro años por un cargo de conducir bajo los efectos del alcohol. Brent y Brown jugaron fútbol americano colegial en Illinois.
Brent enfrenta una pena de hasta 20 años en prisión si es declarado culpable por homicidio imprudencial por conducir intoxicado, aunque también podría obtener la libertad condicional.