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Otra vez en el ojo de la tormenta

LeBron James no tuvo intentos desde la línea de libres por primera vez en uniforme del Heat Mike Ehrmann/Getty Images

SAN ANTONIO -- LeBron James estaba en el vestidor del Heat con la cabeza agachada tras que Miami sufriera la segunda peor derrota en la historia de los playoffs ante los San Antonio Spurs.

En eso se le acercó el director de prensa del Heat y le hizo un gesto con la cabeza, como diciéndole "¿Vamos?".

LeBron movió su cabeza de lado a lado expresando su negativa.

Había decidido no ir al podio. Respondió un par de preguntas y se fue rápido del estadio intentando dar la vuelta la página lo más rápido posible.

"Tengo que ser mejor", enfatizó James. "Si yo juego mejor, el equipo juega mejor. Es mi responsabilidad, y lo pongo todo en mis hombros".

Los números fríos dicen que LeBron encestó apenas 7 de 21 lanzamientos, anotó 15 puntos y esencialmente brilló por su ausencia.

Pero la preocupación es mucho mayor a la que expresan esos números.

Entiendo que todo tiende a exagerarse cuando se trata de James, y esta ocasión está lejos de ser una herida mortal.

Pero LeBron debe cambiar, y debe hacerlo pronto. Porque James está cayendo en antiguos vicios.

La estadística que más lo refleja es que en el día de ayer James no tuvo ningún intento desde la línea de libres desde que ha vestido un uniforme del Miami Heat.

Eso es sencillamente inaceptable.

"¿En serio?", preguntó un incrédulo Danny Green cuando le informaron la estadística luego del encuentro. "Sinceramente no lo puedo creer".

Yo insisto en que soy de los que piensan que James no tiene que anotar 35 puntos para que su equipo gane, pero debe ser más agresivo de lo que fue ayer.

Cuando LeBron ataca la canasta, suceden cosas buenas.

Los Spurs han hecho un gran plan de juego para defender a LeBron, pero James ha hecho poco para contrarrestarlo.

Al igual que en el 2007, San Antonio está utilizando una pasividad agresiva.

Es decir que están retando a James a lanzar distancia, puesto que creen que es en esa área es más vulnerable.

Seis años atrás, James sencillamente no era efectivo a distancia.

Como ha hecho a lo largo de toda su carrera, ha evolucionado en su juego.

Hoy LeBron te puede lastimar a distancia, pero su principar arma sigue siendo atacar el aro y aprovechar su fortaleza física.

Gregg Popovich le está ganando la batalla mental a James, quien parece haber perdido la confianza en su lanzamiento a distancia.

Por segundo encuentro consecutivo, James comenzó encestando apenas 2 de sus primeros 12 lanzamientos.

Creo que está bien que LeBron sea facilitador primero, anotador después. Pero no puede desaparecer como lo hizo ayer.

En una postemporada en la cual Dwyane Wade no está al 100 por ciento y Chris Bosh está acelerando su salida del equipo, Miami necesita al mejor jugador del mundo.

De lo contrario, la serie se terminará antes de lo esperado y el bicampeonato se quedará en apenas un deseo.

"Nunca he visto a LeBron tan pasivo", afirmó el analista Charles Barkley. "Tiene que ser más agresivo".

Amén.

Eso sí, tampoco encendería las alarmas todavía.

El Heat y James, luego de la postemporada pasada, se ganaron el derecho de la paciencia.

Siempre que han tenido la espalda contra la pared, han respondido, y esa es la razón por la cual no han perdido dos encuentros de manera consecutiva desde el 10 de enero.

Los Spurs, que tienen récord de 6-0 luego de derrotas en estos playoffs, tienen ventaja de 2-1 en estas Finales.

"Ha sido una serie muy rara", dijo Bosh. "Partidos muy extraños".

A tal punto que la carrera por el JMV sigue más abierta que nunca.

Hasta el momento Danny Green ha sido el jugador que más puntos ha anotado de los dos equipos, lo cual nos indica que si Miami se recupera y gana la serie, James tranquilamente podría ser el MVP.

Si eso sucede, todos los críticos se transformarán en aduladores.

Así funciona el mundo de LeBron. Cuando gana su equipo es el mejor y cuando pierde es el peor del mundo.

Ese es el peso de ser el mejor jugador del planeta, que hasta el momento ha tenido unas Finales para el olvido a pesar de un triple doble en el primer juego.

Para elevar su nivel, tendrá que volver a las raíces y ser más agresivo. Atacar la canasta sin cesar.

De lo contrario habremos retrocedido el reloj un par de años y se volverá a instalar la pregunta: ¿Tiene LeBron el gen matador?

A mi juicio ya le respondió, simplemente ha caído en viejos vicios.

El Heat sigue jugando con fuego, y cuando eso sucede, tarde o temprano te vas a quemar.

"Voy a responder", concluyó LeBron. "No tengo dudas de que voy a mejorar".

A partir de este momento, las palabras sobran. El cuarto juego es el jueves, y todas las miradas estarán nuevamente puestas en él.

Luz, cámara y acción.