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¿Dinastía o fracaso?

SAN ANTONIO -- Defender un campeonato no es sencillo.

Todos los rivales quieren destronarte y el desgaste mental y físico es muy grande.

Sin embargo, si lo que quieres es una dinastía, entonces esos son los escollos a superar. No importa la pretemporada en China, ni la racha de 27 victorias consecutivas. Lo único que importa es el título.

Porque para este plantel del Heat, se trata de campeonato o fracaso.

Puede sonar injusto, pero Pat Riley afirmó que este conjunto se construyó para ganar anillos, y los jugadores entienden cuáles son las reglas del juego.

Para mantener el status quo, Miami deberá ganar dos juegos consecutivos por primera desde el 18 de mayo.

"Estamos ante una gran oportunidad de hacer algo especial", afirmó LeBron James. "Y estamos ansiosos por lograr nuestro cometido".

Es cierto que el Heat ya estado en este tipo de situaciones antes, y han probado una y otra vez que cuando tienen la espalda contra la pared es cuando mejor responden. Hay que darles el beneficio de la duda hasta que se pruebe lo contrario.El problema es que nunca se han enfrentado a un equipo como los Spurs, que tiene el mejor récord de la NBA en juegos definitorios desde el 2002; el registro es de 14-2.

Mientras Danny Green continúa con su postemporada de ensueño y piensa que los "dioses del baloncesto están con los Spurs", el Heat reitera que controla su propio destino.

Pensándolo fríamente, Miami recuperó la localía tras ganar un partido en San Antonio, pero a la vez los Spurs están a 48 minutos de un quinto anillo.

En un día cualquiera, lo impredecible es la moneda corriente.

Hay quienes piensan que el Juego 6 es la oportunidad de oro para los Spurs, porque ningún equipo ha ganado un séptimo juego como visitante desde 1979.

"No estamos pensando en un potencial séptimo partido", explicó James. "El juego más importante de nuestra temporada es el martes, y eso es lo único que importa".

Entiende el enfoque a corto plazo, pero a fin de cuentas tendrán que ganar dos juegos consecutivos en casa para alzarse con el trofeo Larry O´Brien; algo que lograron los Lakers en la temporada 2010.

Miami no está jugando bien, su intensidad defensiva fluctúa de un juego a otro y tienen un récord de 5-6 en los últimos 11 partidos.

Insisto, hay que darles el beneficio de la duda porque son los campeones defensores y lo han hecho antes.

Durante su campeonato el año pasado, estuvieron abajo ante Indiana, a un juego de la eliminación ante Boston y también comenzaron perdiendo ante Oklahoma City.

En esta postemporada, fueron perdiendo ante los Bulls, los Pacers y ahora los Spurs.

¿Podrán hacerlo de nuevo? Ciertamente no si vuelven a permitir 114 puntos. Todo comienza con la defensiva, que genera contraataques y puntos para el Heat.

Quizás sea el cansancio luego de un año eterno, o quizás sea simplemente desconcentración. Pero ahora no hay margen de error. Necesitan consistencia en los dos lados de la cancha durante los próximos dos juegos.

Algunos ya empiezan a llamarlos los "Cardíacos Heat", aunque la realidad es que sigues jugando con fuego eventualmente te vas a quemar. Es ahora o nunca para Miami, que si no logra el bicampeonato sufrirá el ruido de la prensa amarillista y los pasionales fanáticos.

Si eso sucede, la temporada baja será mucho más larga que los últimos intensos meses.

A todo o nada Heat. Así es el mundo en el cual vivimos hoy en día. Lo cual no quiere decir que esté bien, pero simplemente los estoy preparando para lo que viene.

Nunca pensé que diría las siguientes dos palabras en la misma oración, pero les doy la bienvenida al 2013.

Dinastía o fracaso.

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