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La suerte del campeón

MADRID -- España jugará en Maracaná contra Brasil el próximo domingo la final de la Copa Confederaciones. Era lo soñado. Claro que para llegar hasta aquí las dos selecciones han tenido que sufrir mucho en semifinales. Un gol de Paulinho casi al final decidió el pase contra Uruguay y los penales (por tercera vez consecutiva en torneos FIFA) permitieron a España ganar a Italia.

La Roja no estuvo cómoda contra Italia. Durante la primera mitad sufrió como nunca. La Azzurra dominó y controló el partido. Pasó por encima, pero de cara a gol no tuvo su día. Después lo pagó. La segunda parte Italia bajó y España mejoró. La salida de Silva, tuvo el peor juego que se le recuerda, y la entrada de Jesús Navas dieron otro aire. También la incursión de Mata generó una nueva fuente de oxigeno para tener más control. Entre el astuariano e Iniesta se asociaron continuamente. Sin embargo no encontraron rematador. Combate nulo al final del tiempo reglamentario.

En el periodo extra la cosa cambió. España se impuso en el físico y dominó con claridad los 30 minutos adicionales, donde mereció ganar con claridad. En este tiempo el sobreesfuerzo de los jugadores fue brutal. La humedad y el calor provocaron un cansancio descomunal en los futbolistas, que como reconocieron al final habían estado a punto de desfallecer en algunos momentos.

Al final se llegó a la tanda de penaltis. La suerte estaba echada y otra vez le sonrió a España, que completó una serie perfecta. Xavi, Iniesta, Piqué, Sergio Ramos y Mata metieron los cinco primeros. Italia también hizo pleno. Después en la muerte súbita, Busquets (tiró su segundo penalti de su carrera, el pimero lo erró) no falló y Bonucci mandó fuera el séptimo penal. El error no lo desaprovechó Navas en el tiro siguiente. Gol de España y a la final.

Cualquiera de las dos selecciones podría haber ganado. Daba igual quien. Las dos salieron ganadoras. Italia porque ha encontrado el camino a seguir. Prandelli está haciendo un trabajo extraordinario y los resultados no tardarán en llegar. Los tifossis deben estar muy orgullosos de su país. Y España igual. Sabe sufrir y competir como nadie como demostró en este triunfo, el más agónico que se le recuerda desde 2008.

El domingo será otra historia distinta. Brasil parte claramente como favorita. La condición de local y tener más descanso hacen que la pentacampeona del mundo parta con ventaja. Pese a esto Vicente del Bosque no busca excusas. "Que Brasil tenga un día más de descanso no es excusa. Fue por sorteo y no vamos a decir".

Los jugadores vencerán al cansancio con la ilusión de jugar en Maracaná y la ambición de conseguir el único título que les queda. También hay una garra contenida en el interior de cada jugador. Esto les hace más fuertes. La afición carioca, ninguno entiende por qué, sólo sabe silbar a los españoles cuando atacan y corea al rival cuando tiene la pelota. "Ladran, luego cabalgamos".

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