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La decepción de Alemania F.

LONDRES -- Los jugadores y el cuerpo técnico de Alemania Federal se mostraron tranquilos y resignados tras la derrota en la final de la Copa del Mundo frente a Inglaterra, así lo publicó el periódico español La Vanguardia.

El entrenador Helmut Schoen, cariacontecido, expresó: "Fue una verdadera pena, el primer gol nos pilló desprevenidos y el tercero no estoy seguro de su validez. De todas maneras Inglaterra jugó bien, y no vamos a discutir ahora que todo está consumado. Estamos contentos de que haya terminado, un desempate el martes habría sido una verdadera pena. Estamos contentos de haber opuesto seria resistencia".

Sobre la actuación del árbitro dijo: "Ustedes lo vieron. No trató a los dos equipos por igual. Fue bastante casero".

"No puedo estarlo porque hemos tenido un título mundial al alcance de las manos. Pero tampoco me desagrada el segundo puesto. Sobre todo ahora que no hay remedio. Los ingleses jugaron duro pero noblemente, igual que nosotros. Desde luego Tilkoski anduvo tocado todo el partido, después de aquella entrada que le hicieron con el balón ya en su poder. Pero vuelvo a repetirle que de esto no quiero hablar", afirmó Schoen.

Ante la pregunta de si ha "reñido" a sus jugadores, respondió: "¿Usted cree que lo merecían? Han jugado 90 minutos a buen ritmo. Han superado un marcador adverso, y han sufrido un gol muy extraño. Ni aún después de eso han perdido la moral y a punto estuvieron de volver a empatar si Seeler y Emerich hubieran tenido suerte. ¿Usted cree que es para reñirles?".

Por su parte, Uwe Seeler, el veterano capitán germano cuyo nombre coreaban los seguidores del equipo alemán para contrarrestar los «England, England» de los ingleses, tenía una cara de pocos amigos. No era de enfado precisamente, pero sí había en ella una mezcla de tristeza y algo de resignación ante lo inevitable: "Así es el fútbol. Unos ganan y otros pierden. Hoy nos tocó a nosotros".

"Nadie puede decir si el resultado es justo. Ellos marcaron cuatro goles, el último de ellos con cuatro o cinco personas corriendo por el campo y ni el arbitro ni el juez de línea pararon la jugada. Nosotros sólo hicimos dos tantos. Eso es todo", afirmó Seeler.