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No se sienten perdedores

NUEVA YORK -- En un juego dominado por el pitcheo, Estados Unidos sacó la mejor parte, sin embargo, los integrantes del equipo del Mundo no se sintieron perdedores en el juego de Futuras Estrellas del domingo en Citi Field de Queens.

El pitcheo de los norteamericanos detuvo a la poderosa ofensiva de la escuadra internacional en tres hits para ganar 4-2 ante cerca de 40 mil aficionados en la casa de los Mets de Nueva York. Fue la cuarta victoria consecutiva para Estados Unidos, que ahora domina 9-6 en las 15 ediciones del evento.

"No me siento decepcionado, sino todo lo contrario", dijo el manager del equipo del Mundo, el ex intermedista venezolano Edgardo Alfonso. "Tuvimos un tremendo pitcheo y un gran despliegue de talento, disfruté mucho dirigiendo este equipo", agregó Alfonso.
Excepto por las cuatro carreras que se anotaron en la cuarta entrada, el pitcheo dominó a su antojo al bateo a lo largo del encuentro. Ocho de los diez pitchers usados por Estados Unidos no permitieron imparables, mientras que seis los nueve del Mundo no aceptaron carreras.

El antesalista Matt Davidson, de Arizona, conectó un cuadrangular de dos carreras en la cuarta entrada para tomar una ventaja definitiva en un partido de poca ofensiva. El intermedista dominicano Arismendy Alcántara, de los Cachorros de Chicago, había dado la ventaja 2-1 al combinado internacional con un cuadrangular de dos carreras en la apertura de ese inning.

El torpedero arubiano Alexander Bogaerts, de los Medias Rojas de Boston, bateó dos de los tres hits de su equipo. El jardinero Cristian Yelich, de Miami, y el inicialista C.J. Cron, tuvieron dos hits cada uno por Estados Unidos.

Jesse Biddle, de Filadelfia, fue el lanzador ganador, mientras que el dominicano Michael Ynoa, de Oakland, fue el derrotado. A.J. Cole, de Washington, se anotó el salvamento.

Davidson fue nombrado Jugador Más Valioso y recibió el trofeo Larry Doby, que rinde homenaje al primer afroamericano que jugó en la Liga Americana. Davidson es apenas el segundo representante de una organización de la Liga Nacional-- el primero fue Sean Burroughs, de San Diego, en el 2000-- que gana el MVP por el conjunto de EU.

"Más allá del resultado, lo más importante fue poder ver a estos chicos en vivo", dijo Alfonso. "Conocía a la mayoría por estadísticas y proyecciones en un papel, pero cuando los puede conocer entonces aprecia realmente la clase de talento que poseen", agregó.

Alfonso dijo que de los jugadores del equipo del Mundo que más le impresionaron se encuentran Bogaerts y el antesalista dominicano Miguel Sanó, de Minnesota. "Ese muchacho es impresionante, parece un Miguel Cabrera joven", dijo Alfonso sobre Sanó.

Con el paso de los años, el juego de Futuras Estrellas se ha convertido en la gran vitrina de los jugadores que más cerca están cerca del brillo de las ligas mayores. Cerca de 100 jugadores que participaron en el mismo, posteriormente jugaron en al menos un Juego de Estrellas real.

"Es difícil poder definir el significado de esta clase de experiencia. Para nosotros es la primera oportunidad de jugar en un estadio de Grandes Ligas y frente a muchos aficionados", dijo Alcántara.

"Esto es como un poco de agua en medio de un desierto. Es una motivación para seguir trabajando fuerte", dijo el torpedero puertorriqueño Francisco Lindor, de Cleveland. "Eso nos va a ayudar a llegar a un camerino como este algun día", agregó.

"Se siente grandioso haber estado en este juego. Muchisimas gracias a todos los fanáticos por haberlo hecho posible. Es grandioso haber estado en un estadio de Grandes Ligas. Para mí fue una gran experiencia el haber compartido con varios boricuas. Fue algo inolvidable", dijo Carlos Correa, de Houston.

Correa, quien sustituyó a Lindor y no llegó a batear en el encuentro, fue la primera selección del sorteo colegial de Estados Unidos del 2012, el primer puertorriqueño que recibe semejante distinción.