BUENOS AIRES-- Cuando el mandato de Peter de Villiers llegó a su fin, luego de la derrota en cuartos de final ante Australia en la Copa Mundial de 2011 en Nueva Zelanda, nadie dudó en llamarlo.
Claro, los popes de la Unión Sudáfricana de Rugby tenían bien en claro que el nuevo coach de la selección que levantó dos veces el trofeo del mundo en 1995 y 2007 tendría que estar ligado al éxito. Por eso, Heyneke Meyer se transformó a comienzos del 2012 en el principal y actual entrenador de los Springboks.
El número uno del banco sudafricano conoce muy bien los logros en las tierras de Nelson Mandela. Sus primeros pasos como entrenador los dio en equipos de secundaria en Pretoria y su primer cargo como jefe provincial llegó cuando tenía 30 años en 1998, en el SWD Eagles. Ahí, inmediatamente llevó al equipo a las semifinales de la Copa Vodacom y un año más tarde guió a los Eagles a colocarse entre los cuatro primeros en la Currie Cup.
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"Haré todo lo posible para que los Springboks sigan siendo uno de los equipos que establece el ritmo del rugby mundial"
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Entre 1999 y 2001, Heyneke obtuvo su primera experiencia a nivel nacional mayor al colaborar como asistente de entrenador de los Springboks bajo el mandato de Nick Mallett y Harry Viljoen. En las temporadas siguientes vendría los años dorados como líder de banco.
En 2002,2003 y 2004 se coronó tricampeón de la Currie Cup con los Blue Bulls, equipo al que también llevó durante dos veces consecutivas en 2005-2006 a las semifinales del Super 12. Pero el gran logro de Meyer se dio en el 2007. En ese año, colocó a lo Bulls en lo más alto del Super Rugby (primero en su país), al ganarle la final a los Sharks en Durban. En 2008 y hasta 2009 también se dio el gusto de dirigir a Leicester Tigers luego de reemplazar a Marcelo Lofreda.
Tras un 2012 irregular, en el que terminaron segundos en el Rugby Championship con dos victorias, un empate y tres caídas, Sudáfrica llega mucho mejor a este 2013 con victorias aplastantes en junio a Escocia, Italia y Samoa. Meyer le encontró la vuelta al seleccionado y apunta a ser el principal candidato a destronar a los All Blacks en el Hemisferio Sur.