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Arde la ciudad

Dion Jordan no podrá entrenar con sus compañeros hasta que le den el alta médica AP Photo/Alan Diaz

MIAMI -- Cuando llegué a Davie el domingo, pensé que me había confundido de sede.

El reloj no marcaba ni las ocho de la mañana, y la cola de fanáticos esperando para ingresar al campo de entrenamiento de los Miami Dolphins le daba la vuelta a la esquina.

No hay tanta expectativa en Miami, probablemente desde la temporada 1994, y más de 2700 simpatizantes se acercaron para ver a sus Dolphins en la apertura oficial de la campaña 2013.

El novato Dion Jordan estuvo presente luego de firmar su contrato, pero no entrenó a la par de sus compañeros.

De hecho sigue recuperándose de su lesión en el hombro y no podrá entrenar hasta que el médico le de el alta.

Los Dolphins, sin embargo, no están preocupados porque no parece ser seria la lesión y pretenden transformarlo en un especialista de carga en esta primera campaña.

Muchos fans pusieron al grito en el cielo al escuchar esto considerando que es la tercera selección general del draft; pretenden que sea un jugador de todos los intentos.

En lo personal, estoy de acuerdo con esta movida de Miami. Lo importante no es la cantidad de jugadas, sino la calidad de las mismas.

Los Dolphins necesitan que se transforme en un especialista de carga, tal como hizo San Francisco con Aldon Smith en su primera temporada (ya todos vimos su evolución) en la cual tampoco fue titular.

La línea defensiva es la mejor unidad de este equipo. Paul Soliai y Randy Starks son tapones contra el ataque terrestre, Olivier Vernon sigue dando vuelta cabezas y está en una forma física excepcional y Cameron Wake es un terror para mariscales contrarios.

Como si fuese poco, Jared Odrick también luce muy bien y ofrece versatilidad para jugar adentro y afuera.

Miami no necesita que Jordan juegue tres intentos, sino que sea el jugador que aproveche la doble marca a Wake y cause terror en el lado opuesto.

De hecho, eventualmente Miami podría formar en una 3-4 con Wake, Vernon y Jordan en cancha al mismo tiempo en situaciones de carga.

"No soy el niño del millón de dólares", sentenció Dion Jordan. "Soy un novato y así me van a tratar hasta que me pruebe".

Los Dolphins han hecho un gran trabajo ante el ataque terrestre, pero hace probablemente dos décadas que no generan presión sin enviar jugadas de carga. Si eso sucede, cambia la ecuación drásticamente.

Philip Wheeler y Darnell Ellerbe son los apoyadores "novedad" junto a Koa Misi, y no hay muchas dudas allí.

Sí las hay en la secundaria, donde habrá batallas posicionales.

Brent Grimes ha sido la estrella del equipo desde que se iniciaron las actividades de equipo organizadas.

En lo personal puedo decirles que es el jugador más atlético que he visto en mucho tiempo. Se ha recuperado muy rápidamente de su lesión en el tendón de aquiles y luce como si nunca la hubiese sufrido.

Es más bajo de lo que pensaba --5´9"--, pero es una máquina de hacer jugadas. Algunos lo quemarán con su tamaño, pero ciertamente es el líder de esta secundaria y causará pérdidas de balón.

Por ahora el titular en el lado opuesto es Richard Marshall, pero luchará con Dimitri Patterson. Esto último tiene un contrato grande, pero los Dolphins se lo "comerían" porque confían en que puede ganarse la titularidad y Marshall viene de una lesión. Los profundos serán Reshad Jones y Chris Clemons.

A la vez, Miami desea que algunos de los novatos se gane el tiempo de juego y le gane la pulseada a Nolan Carroll como el cuarto esquinero.

LA OFENSIVA DEBE ENTRAR EN RITMO
Esto recién comienza, pero Mike Wallace dejó caer varios pases en el primer día.

No es para preocuparse ni mucho menos, pero él y Ryan Tannehill tienen que colocarse en la misma página.

El grupo de receptores no tendrá muchas sorpresas. Brian Hartline y Brandon Gibson acompañarán a Wallace, mientras que Armon Binns --les encanta a los entrenadores-- y Rishard Matthews serían los otros dos.

Más allá de los nombres, la clave es Tannehill y su evolución. El año pasado no estuvo fino con su precisión, sobre todo en pases largos, y aunque trabajó mucho esta temporada baja, debe trasladarlo al emparrillado.
"Ryan es un buen mariscal", declaró Grimes. "Su talento es evidente. Ahora debe ganar en consistencia".

Tannehill también lo sabe.

"Nos tomará un poco de tiempo estar en la misma página", dijo el mariscal de los Dolphins. "Este es el año para dar un gran crecimiento, y creo que lo voy a poder a demostrar".

Dustin Keller, quien al igual que Grimes tiene contrato de un año, luce en gran forma y cumplió un rol protagónico en el inicio de su estadía en Miami.

"El ambiente aquí es fenomenal", enfatizó Keller. "Completamente distinto a New York. Tenemos un gran equipo y creo que haremos ruido este año".

Charles Clay y Dion Sims son los reservas detrás de él, y no creo que Michael Egnew se quede en el equipo (no me extrañaría que eventualmente lo firme New England).

Hay muchos que dudan de la capacidad de Jonathan Martin para ser el tackle izquierdo, pero debe haber subido unas 20 libras, y nadie en la franquicia está preocupado por él.

Richie Incognito, Mike Pouncey, Tyson Clabo y John Jerry completan la línea ofensiva.

Este último, que ha tenido problemas de peso, bajó unas 15 libras y luce bien. Algo esperable teniendo en cuenta que es año de contrato. Igualmente no es el que más convence a Joe Philbin y si Lance Louis se recupera físicamente, la competencia está abierta.

Lamar Miller parte como el corredor titular, y luce más fuerte luego de haber trabajado con Frank Gore. Daniel Thomas y Mike Gillislee lo siguen en el depth chart y Marcus Thigpen --especialista de retornos-- también vio algo de acción.

El inicio de calendario es realmente duro y New England sigue siendo el rival a vencer en la división mienrtas Tom Brady esté detrás de centro, pero esta es una versión de los Dolphins mucho más atlética, y se sienten los suspiros en la ciudad.

"Nos viene espectacular comenzar una semana antes considerando que tenemos varios jugadores nuevos", explicó Philbin. "Estamos muy expectantes".

Los fanáticos también y no es para menos.

Después de todo, hace mucho tiempo que los Dolphins no les dan una alegría.