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Mucho por aprender

NASHVILLE -- Una pelea de manotazos en los cascos entre el profundo Michael Griffin y el receptor abierto Michael Preston escaló hasta algo mayor involucrando a unos 20 jugadores en la práctica del sábado por la tarde de los Tennessee Titans. Algunos tipos terminaron encima de de botes de basura cerca de las rejas que bordean al campo antes de que se calmara.

Fue algo relativamente tímido para las típicas peleas de campamento de entrenamiento, más empujones y gritos que nada. Después, jugadores y entrenadores hablaron sobre cómo no debía escalar el incidente, y que son acontecimientos que tarde o temprano pasan y se olvidan.

Griffin dijo que dijo al entrenador en jefe Mike Munchak que si hubiera multas para ambos involucrados, él pagaría ambas.

Munchak lo tomó en serio, pero también dijo, "Fue sobre todo un montón de chicos tratando de lucir duros".

Lo más importante, para mí, llegó en las jugadas que siguieron, cuando el receptor abierto novato Justin Hunter lució dudoso y se puso a sí mismo en peligro potencial luego de concretar un par de atrapadas.

Después de la primera, el volátil profundo Bernard Pollard puso en evidencia a Hunter frente a todos. Pollard, para decirlo decentemente, cuestionó la dureza de Hunter. El novato, al menos, le respondió.

Pero poco tiempo después, Hunter cayó de forma rara. Lució tímido e inseguro mientras caía, de pies primero para rodar hacia atrás, casi pidiendo que se le atorara un zapato en el suelo y sucediera algo malo a su pierna.

Los tipos que llevan el ovoide generalmente tienen la noción sobre cómo terminar una práctica con seguridad. Hunter todavía no parece comprenderlo, y después de ser regañado por Pollard, empeoró.

"Cuando lo veo, siento que pude haber hecho un poco más antes de caer al suelo, obtener dos yardas adicionales", declaró Hunter. "Simplemente debo tenerlo presente en mi mente, siempre pelear por más".

Los receptores necesitan sentir esa urgencia, pero también necesitan saber dónde están y jugar con la mayor seguridad posible.

De acuerdo a Munchak: "Los tipos deben aprender a protegerse y caer, para receptores, mariscales de campo, y todos ellos. [Hunter] tiene muchas cosas por aprender. No ha jugado demasiado. Sólo estoy contento de que está allá afuera compitiendo, atrapando pases. Ir en contra de tipos como Pollard, [Jason] McCourty, todos ellos en la secundaria, creo que le ayudará, lo preparará para la batalla, estará listo cuando inicie la campaña".

En el campamento de entrenamiento, los jugadores idealmente se mantienen de pie hasta el final de la jugada. Un receptor completará una recepción, los defensores lo tocarán en lugar de taclear, y él "finalizará la jugada" continuando su carrera aún después de que la jugada hubiera jugada.

Griffin dijo que es parte del trabajo de la secundaria ayudar a un receptor joven a descifrar cómo debe tomar decisiones inteligentes al final de una jugada.

"Pienso que Reggie Wayne hace un gran trabajo con ello, cuando atrapa el ovoide, se percata de que ya no puede obtener más yardas, se entrega", dijo Griffin. "Pero detenerse ahí en medio del tráfico, podría lesionarse [Hunter].

"Especialmente cuando atraviesas el campo y tratas de frenarte para correr al otro lado. Hay jugadores defensivos corriendo por todos lados. Simplemente como medida de seguridad para él. Aquí está seguro y todo. En un par de semanas cuando te enfrentes a los Washington Redskins, haces una de esas cosas, no hay forma de saber lo que puede suceder, romperte las rodillas al frenarte repentinamente o alguien se te lanza a las rodillas".

Los Titans tienen un historial malo cuando se trata de receptores jóvenes sufriendo lesiones de pierna. Esperemos que Hunter no termine siendo una más en la lista. Sin embargo, puede hacer más para prevenirlo.