BUENOS AIRES -- San Lorenzo sorteó la amenaza del descenso en la última temporada, y en el primer semestre de 2013 se convenció de que con algunos retoques, protegiendo las conexiones que funcionaban en su circuito, podía estar apto para aspirar a lograr un nuevo título.
Juan Antonio Pizzi estabilizó la nave sobre el terreno de juego. Bernardo Romeo le dio criterio a la política deportiva. Marcelo Tinelli jugó un rol fundamental como mecenas y relaciones públicas del club, mientras sostenía y lideraba el proyecto junto al presidente Matías Lammens. Sólo faltaban la mística y la bendición celestial para soñar y de eso se encarga en cada una de sus apariciones Jorge Bergoglio, el Papa Francisco I.
El camino elegido por el club de Boedo para conseguir nuevas gestas ha sido blindar a sus mejores fichas y reforzarse con talentos jóvenes y de experiencia. Elizari y Cauteruccio, la dupla que llega del Quilmes que sorprendió a todos en el rush final de la temporada pasada, ilusiona. Porque el primero promete mucho fútbol. Y el segundo, un saco de goles.
Si a ellos les sumamos la imaginación de Cavallaro, y tres fichajes muy importantes como el arquero Cristian Álvarez, el lateral zurdo Emmanuel Mas y el central Fabricio Fontanini para dotar de consistencia y solidez a la defensa, las expectativas, como es lógico, se disparan.
El desafío de Pizzi es ensamblar las piezas nuevas e intentar que no coexistan problemas de adaptación en ese cometido. Porque es muy distinto jugar y destacar en un equipo de menor empaque, que reafirmar condiciones y confirmar atributos en uno de los grandes del país. Aunque, a favor, se sabe que el buen jugador nunca se olvida de jugar. El cuerpo técnico debe trabajar en la cuestión psicológica de los nuevos valores que se han sumado al plantel para que no se produzca un desbarajuste entre lo que se espera de ellos y lo que puedan producir en el equipo.
Para colaborar en ello serán claves jugadores emblemáticos como el 'Pipi' Leandro Romagnoli, quien después de recuperarse de su lesión buscará retirarse del fútbol en activo como campeón con el equipo de su corazón, y otros de experiencia como el defensor central Mauro Cetto.
Si bien la derrota contra Talleres de Córdoba (2-1) en la pretemporada fue un toque de atención, Pizzi relativizó las conclusiones y dejó un mensaje alentador en su parte final.
"Tenemos peor equipo de lo que muchos creen, y mejor del que yo creía". La cuestión es que San Lorenzo se movió bien porque apuntaló posiciones en las que le faltaba nivel, así como recambios de garantía.
PARA TENER EN CUENTA: San Lorenzo juntó mucho buen pie, y una frutilla para el postre, como Cauteruccio, goleador en Quilmes, acostumbrado a lidiar solo contra defensas fuertes. Pizzi apuesta por un esquema 4-2-3-1, con varios mediapuntas y una referencia clara de ataque.
LOS NUEVOS: Fernando Elizari, Cristian Álvarez, Martín Cauteruccio, Emmanuel Más, Fabricio Fontanini y Juan Ignacio Cavallaro. Ignacio Piatti, Santiago Gentiletti y Juan Mercier renovaron contrato. Néstor Ortigoza (vuelve de Emirates Club –EAU-).
LOS QUE SE FUERON: José Palomino, Franco Jara y Denis Stracqualursi.