MADRID -- La polémica sigue acompañando a la selección italiana de fútboL Cuando tan sólo faltan dos días para que los italianos se enfrenten en el partido Inicial del primer grupo a los polacos, la estrella Paolo Rossi se encuentra sumido en extraño misterio. Rossi se halla encerrado en su habitación desde hace tres días y evita cualquier contacto con los periodistas.
Las opiniones a este respecto son múltiples, desde posibles problemas conyugales hasta que está ofendido por las críticas que ha recibido, pasando por la versión de que sólo se está concentrando.
Lo cierto es que el jugador está siendo sometido diariamente a sesiones electroestimulantes para aumentar su tono muscular. Realmente. todo este misterio se desarrolla precisamente en el jugador que toda Italia tiene como ídolo y capaz de llevar a su selección a un destacado lugar en el Mundiel'82.
Rossi, cuya cotización está situada alrededor de los seis millones de dólares, se defiende diciendo que todo el mundo "espera milagros de mí, pero yo he estado dos años sin jugar y moralmente deprimido, por lo que he vuelto a la competición hace muy pocas semanas y esto es demasiado para cualquiera".
El entrenador, Enzo Bearzot, desmintió que Rossi no se encontrara en buenas condiciones físicas a nivel médico. Necesita una medicación especial por haber sido operado en tres ocasiones pero no hay ningún problema, terminó diciendo.
Aparte de estos problemas de Paolo Rossi, lo cierto es que las cosas no ruedan como sería de esperar en el seleccionado italiano, y la prensa se muestra pesimista ante este estado de cosas. Para agravar la tensa situación, ayer fue anunciada una sanción de unas setenta mil pesetas el capitán de la selección, Giancarlo Antognoni, por haber lanzado al suelo el distintivo de capitán, tras ser sustituido en el encuentro que jugó Italia frente a Suiza. De todas maneras, el jugador podría ser amnistiado si realiza un buen papel en el Mundial.