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El arte de ganar divirtiéndose

La confianza y el buen ambiente retornó a la novena dirigida por Don Mattingly Stephen Dunn/Getty Images

LOS ÁNGELES -- Aficionados y Fanáticos al "Rey de los Deportes": tras un fin de semana en Dodger Stadium, no nos queda más que reconocer que los nuevos propietarios de los Esquivadores han conseguido su objetivo de convertir a Los Angeles en la nueva "Meca" del Beisbol de las Grandes Ligas.

New York con sus Yankees, Boston con sus Red Sox, San Francisco con sus Giants campeones del 2012 o Chicago con sus Cubs, son sitios que viven intensamente la pasión de la pelota, pero ninguno de ellos se asemeja en éste momento a lo que ocurre en Chavez Ravine.

La meta de los dueños del equipo ha sido conseguida en apenas un año al frente de la organización. Los Dodgers no solamente son el sexto mejor equipo en cuanto a récord de todas las Grandes Ligas (67-50), sino que han regresado a ser una organización elite, respetada y querida por sus fanáticos en el mejor beisbol.

Tras jugar pelota de 12 juegos debajo de .500 el pasado 22 de junio, factores como la llegada de Yasiel Puig, el regreso al 100% de Hanley Ramirez y el retorno de Zack Greinke a la rotación, han hecho del equipo angelino una potencia en el viejo circuito, en donde hoy solamente los superan en cuanto a récord los Bravos y los Piratas.

Todo éste conjunto de factores ha hecho que regrese en el público de Dodger Stadium ese orgullo que se había perdido después de que la familia O´Malley vendió al equipo, y durante el paso de todos sus propietarios anteriores.

Hace más de un mes que los Dodgers no pierden dos juegos en forma consecutiva (20 y 21 de junio en San Diego), han ganado 37 de los recientes 45, algo que en su historia sólo había ocurrido en Brooklyn, en 1899 cuando tuvieron una racha de 37-7 y en 1953, cuando registraron 36-8, y con su regreso en desventaja de 0-6 en el primer juego de la serie ante Tampa Bay el viernes, registraron apenas la tercera ocasión en que remontan una desventaja de tal magnitud en la séptima entrada o más adelante (1970 ante Montreal y 1994 frente a los Astros).

Cualquier cantidad de récords siguen cayendo. Sus 15 victorias en forma consecutiva como visitantes o sus 11 juegos seguidos ganados por la diferencia de una sola carrera. Pero lejos de estar satisfechos, los miembros del equipo saben que la carrera no habrá valido la pena si no son requeridos para jugar la Serie Mundial en octubre.

Ciertamente Yasiel Puig se ha convertido en el "ídolo de las multitudes" en Los Angeles, pero ningún equipo puede tener una racha ganadora de tal magnitud basándose en un solo pelotero. La participación de Hanley Ramirez, Adrian Gonzalez y Kenley Jansen no puede dejarse de lado, y algunos "héroes desconocidos" como Mark Ellis, Paco Rodriguez y Juan Uribe, han tenido mucho que ver en el ascenso vertiginoso del equipo de Don Mattingly.

El manager de los Dodgers ha pasado de ser un hombre preocupado por su trabajo, y que tenía que concentrarse día a día en encontrar las piezas adecuadas para conformar un line up que pudiera salir al menos a pelear de tú a tú con sus rivales, a ser menos estratega, y más un tipo que tiene que cuidar que el ambiente excesivamente festivo de su clubhouse, no se le salga de las manos.

Durante nuestro Domingo de Grandes Ligas de ESPN, Hanley Ramirez, Yasiel Puig y Adrian Gonzalez, jugaron una broma a Juan Uribe, colocándole una banana en su guante cuando el dominicano no regresó a la caseta por ella y alguien se la llevó. Cuando Uribe descubrió la "sorpresa" oculta en su manopla, su gesto de enojo fue más fingido que nada. Por dentro estaba disfrutando de la broma der sus compañeros y es que, de ser éste un clubhouse serio y callado, se ha convertido en un vestidor en donde verdaderamente se vive un ambiente familiar, relajado, divertido, y en donde se respeta la personalidad de cada uno de sus integrantes.

El propio Puig en la entrevista final nos detalló cómo les gusta festejar a Uribe, después de que cada vez que hace algo bueno, la pantalla gigante de Dodger Stadium muestra a King Kong arriba del Umpire State haciendo de las suyas. "Por eso le llevamos su comida", agrega jocosamente el cubano sensación.

El resto del calendario parece presentar lo más complicado para los Dodgers con una visita de Boston para tres juegos, así como un viaje a Cincinnati para otros tres y cuatro más en Arizona ya a mediados de septiembre. Es por eso que, con 45 juegos restantes en el calendario, Los Angeles sueña con albergar una Serie Mundial por primera vez en un cuarto de siglo, y no sólo eso, sino con su equipo con posibilidades de levantar nuevamente el trofeo de campeones.