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Historias mínimas

BUENOS AIRES -- Como es habitual, en ESPNtenis.com repasamos las historias paralelas de la semana tenística. Detalles, curiosidades, frases destacadas y todo el color del circuito.

Te llaman del court central...
Romain Bogaerts tiene 19 años. Nació en Bélgica, pero reside en Estados Unidos. Hasta hace poco lo hacía en Mississippi; desde la semana pasada, su lugar es Winston Salem. Bogaerts es uno de los tantos jóvenes que llegan desde distintas partes del mundo buscando progresar dentro del tenis universitario de ese país, combinando estudio con la ilusión de algún día dar el salto al profesionalismo, con los antecedentes de John Isner o los hermanos Bryan como casos espejo.

Y el poblado calendario ATP que ofrece el territorio estadounidense suele contribuir con la escena local, reservando wild cards para las universidades y dándole la posibilidad de mostrarse a jugadores sin ranking profesional o con apenas un puñado de puntos en el haber. Es el caso de Bogaerts, con unos pocos Futures de experiencia y por debajo del puesto 1100. Con el cambio de Universidad, al belga le habían prometido una invitación para la qualy del certamen que se disputa en la propia Wake Forest University.

Por eso, Bogaerts apuró su regreso de Bélgica y hasta se instaló en un cuarto de hotel a la espera de que esté disponible su dormitorio en la Universidad. Pero de pronto, todo pareció en vano. Días antes del debut, el teléfono del hotel lo depsertó por la mañana: "Romain, al final no vas a jugar la clasificación", le comunicaba el coach del equipo, Tony Bresky, según refleja el Winston Salem Journal. "Cuando escuché esas palabras tuve una decepción tremenda", le contó el jugador al mismo medio. Bogaerts había pasado todo su verano entrenándose con la mente puesta en esta semana, jugando sus primeros Futures del año y logrando victorias contra jugadores de mayor ranking y experiencia...

Sin embargo, habría más para oír del otro lado del teléfono: "¡Vas a jugar en el cuadro principal!". "No lo podía creer, aún no lo puedo creer. Es difícil de describir lo que sentí
-recordó el belga-. Ya entrenarme o compartir una mañana en la cafetería junto a los jugadores que antes veía por televisión es increíble. O el hecho de ver las wild cards y que mi nombre esté junto al de Berdych, Verdasco y Fish [el primero terminaría bajándose]. Estoy viviendo un sueño". Su paso por el main draw no fue muy extenso y en el primer día de competencia el taiwanés Yen-Hsun Lu lo venció por doble 6-1 en 55 minutos. Pero nadie le quita la experiencia: "Estaba muy nervioso. Era mi primera vez en un torneo ATP, la primera en una cancha tan grande. Pero necesitaba algo así. La próxima estaré listo".

Un comprador menos...
¿Recuerdan el lanzamiento del libro de Novak Djokovic con los secretos de su dieta libre de gluten? Bueno, ya tiene su primer crítico: Andy Murray. Es que al escocés le consultaron por el método que el serbio elevó como trascendental en su fortalecimiento físico y, sin filtros, confesó: "Lo probé unos meses y no me funcionó. Me sentí horrible, sin fuerzas, no me ayudó en absoluto. Nada reemplaza al gimnasio".

"En términos de nutrición, no sigo una dieta específica. Me alimento de manera saludable, pero nada especial. Carne, pollo, pescado... Solo me fijo de no comer las mismas cosas varios días seguidos", describió en declaraciones que publica The Guardian. Y agregó: "En cancha me aseguro de que lo que ingiero tenga los electrolitos adecuados para ambientes como estos, tan calurosos y húmedos. Así uno sabe que lo está consumiendo reemplaza lo que se va perdiendo. Las bebidas energéticas son muy importantes. No se puede atravesar un partido solo con agua".

El incierto futuro de Hingis
La (nueva) vuelta de Martina Hingis fue una bomba. Porque la suiza ya estaba "del otro lado", oficiando de entrenadora de Anastasia Pavlyuchenkova. Y porque, aunque la ex N°1 aseguraba que el regreso solo tendría lugar en dobles, se hacía imposible cerrar la puerta de volver a verla en singles. Lo cierto es que los resultados no calmaron sus expectativas y ahora la duda no es ya si se animará a retornar en individuales sino incluso si seguirá jugando luego del US Open, último torneo de la "gira de verano" que había planeado con la eslovaca Daniela Hantuchova.

La dupla cosechó tres triunfos y cuatro derrotas. La más contundente, esta semana, en primera ronda de New Haven, ante Cara Black y Vania King, que hilvanaron un parcial de 11-1 en games y se impusieron por 6-3 y 6-1. "Quería llorar -ilustró con humor Hingis, según recoge el Connecticut Post-. Siempre dije que volver en singles no estaba en los planes, pero, después de esta noche, puedo decir que el 'no' es definitivo, 200%".

Y fue más allá: "Siento que mi vida ha sido fantástica y que tuve mucha suerte de haber estado en el circuito por tanto tiempo. Pero para estar aquí tienes que tener hambre, mostrar ganas de competir, debes quererlo en serio. Mi vida es cómoda en casa. Tranquila. Acá cuando no juego bien me deprimo. Entonces, ¿por qué sufrir y pasar por esa angustia aun en estos momentos que parecen ser geniales?".

A un año del adiós
Durante el último US Open, Andy Roddick sorprendió al mundo tenístico anunciando su retiro en el día de su 30° cumpleaños. El estadounidense venía de sortear el debut, estaba en el puesto 22 y pocos meses atrás había conquistado los títulos de Eastbourne y Atlanta. Pero de la noche a la mañana (literalmente fue a la inversa) determinó que ya era tiempo de decir adiós: "Lo hablé con Brooklyn, lo decidí como a las 10 y ya a las seis lo estaba comunicando en conferencia", recordó esta semana en una entrevista para la cadena HBO.

Brooklyn es Decker, su mujer, la primera persona con la que el ex N°1 tocó el tema: "Ella había salido a hacer unas cosas y yo empecé a ir de un lado a otro en el cuarto del hotel. Hasta que en un momento le dije: 'Tienes que volver. Me está pasando algo raro'". "Volví
-retomó Decker- y Andy me dijo: 'Esto es todo. Se acabó'. Pero era su cumpleaños, un día tan especial... '¿No quieres esperar, tal vez dormir un poco y anunciarlo mañana?', le sugerí". "'¿Estás de mal humor hoy? ¿Enojado por algo? ¿Tienes el período?' Le hice todas las preguntas que cualquiera haría", siguió Decker, recordando con gracia aquel episodio tan íntimo.

Roddick se mantuvo firme. "Amé cada minuto de esto", diría horas después. A un año, la sensación es la misma: "Todos querían que fuera Pete o Andre y la verdad que ser como ellos me hubiera encantado más que nada en el mundo. Pero cada noche dormí sabiendo que había dado lo mejor de mí. Gané un Grand Slam, estuve muy cerca de lograr otro... Fui muy bueno por un largo tiempo y creo que eso la gente lo respeta".

De etiquetas y sonrisas
Tras la victoria sobre Serena Williams en el Abierto de Australia, las comparaciones entre Sloane Stephens y la N°1 se dispararon. Por el juego, por el contexto y hasta por declaraciones fuera de programa. Signada, rápidamente, como "la heredera", la joven marcó diferencias en una nota con ESPN, en mayo, y se mostró "molesta" con la insistencia mediática por equipararlas. Pero su buena actuación en Wimbledon reflotó todo lo anterior.

"Viene dado con el territorio, me parece. Mientras mejores y obtengas resultados, siempre va a haber una etiqueta a disposición o alguien que opina que sos la próxima estrella o lo que sea", explicó ante la prensa en New Haven, menos visceral y ya conciente del juego mediático. "Hay que saberlo afrontar y aceptar esa responsabilidad... la semana que viene puede ser Madison [Keys] u otra", agregó.

Su camino en el torneo lo frenó Caroline Wozcniacki, quien le auguró un gran futuro, destacó sus golpes y ensayó un consejo común en conferencia: "Yo crecí con ese tipo de presión todo el tiempo. Es parte del juego. Si ganas, todo bien. Si pierdes, empiezan a cuestionarte: "¿Qué pasó? ¿Se terminó todo?". Al final del día no debería escuchar a nadie. Si una le hace caso a lo que dicen todos termina volviéndose loca".

Stephens devolvió los elogios, remarcó la inteligencia y competitividad de la danesa y sorprendió al revelar qué era lo que recordaba de su anterior enfrentamiento, allá por Indian Wells 2011, cuando Wozniacki era N°1 del mundo y ella jugaba recién su cuarto WTA: "Me acuerdo que después del partido se acercó para darme la mano y tenía la sonrisa perfecta. Y yo estaba como: "Ah, ¿así luce una cuando gana? Siempre quise saber...". Pero ahora noto que ella siempre sonríe en el momento indicado, el instante justo en que sacan la foto. Vean las que sube la WTA, por ejemplo: siempre está con la sonrisa perfecta...".

Dar la nota
Desde que está de novio con Victoria Azarenka, el rapero RedFoo ha sabido cómo atraer al universo tenístico. Desde aquellas conferencias post partido en las que se sentaba delante de los micrófonos y junto a la bielorrusa, hasta su propia incursión en el juego, probando suerte -sin éxito- en los playoffs de la USTA por un lugar en la qualy del mismísimo US Open, pasando por una combinación, cuanto menos, extraña: la utilización de los clásicos "gruñidos" de la N°2 del mundo en un pasaje de su canción "Heart of a Champion".

En charla con The New York Observer, el líder del grupo LMFAO explicó que estaba "probando algunas cosas y buscando nuevos sonidos", cuando se le ocurrió incluir los "alaridos" de su novia. Y dejó una frase difícil de clasificar: "La verdad es que sus gritos funcionan perfecto en Fa mayor". Además, reveló que la excéntrica relación nació por el fanatismo de la bielorrusa, pero que ahora la situación se invirtió: "Hoy me concentro en ser su mejor animador. Pienso todo el tiempo qué necesita para ganar y qué puedo hacer para ayudarla desde mi lugar. No sé si me llega a escuchar, pero yo me aseguro de gritar fuerte...".

La vuelta de Wozniak
"Guardé mi raqueta por seis meses. Es mucho tiempo. Nunca había experimentado eso". Las palabras son de la canadiense Aleksandra Wozniak, en su blog personal en www.rds.ca, luego de su retorno al circuito en el WTA de New Haven (derrota ante Makarova por 6-2, 2-6 y 7-6) tras una larga lesión en el hombro derecho.

En realidad, a pesar de que ella diga que fue medio año de inactividad, se puede decir que fue prácticamente una temporada entera. Sucede que Wozniak intentó una vuelta precipitada en marzo, en Miami, y se dio cuenta de que aún era muy rápido. "Tuve una gran paciencia y una actitud positiva. No fueron sencillos anímicamente estos últimos meses", remarcó la canadiense, fuera del circuito desde septiembre de 2012.

Aleksandra Wozniak, actual 323ª del mundo y que juega con ranking protegido (41ª), tendrá su próximo desafío en el Abierto de Estados Unidos, esta semana. Su debut será ante la serbia Vesna Dolonc. "Mi hombro está perfecto. Sólo me falta encontrar ritmo de juego, pero sólo es cuestión de tiempo", dijo la ex 21ª en 2009.