GLASGOW -- Ricky Burns volvió a ser ese pelador que deja a sus aficionados más dudas que respuestas, no pudo con el mexicano Raymundo Beltrán, visitó la lona una vez y aún así le alcanzó para retener su cetro Ligero de la Organización Mundial de Boxeo luego que los jueces le favorecieran con un empate.
El resultado, incomprensible y abucheado en el propio Scottish Exhibition Centre de esta ciudad, casa de Burns (36-2-1, 11 Ko's), no le permitió a Beltrán (28-6-1, 17 Ko's) coronar la experiencia cosechada durante sus años de sparring con el legendario Manny Pacquiao.
Originario de Los Mochis, Beltrán fue de a poco minando la humanidad de Burns que pese a llegar hasta la mitad de la pelea con al menos un empate y hacia arriba, se encontró en el octavo asalto con una poderosa izquierda del también llamado 'Sugar' que lo depositó en la lona y aunque no lo detuvo, sí marcó el resto del pleito.
Beltrán persiguió a Burns por cada rincón del ring, a veces entregando un poco más, pero a fin de cuentan logró castigar al Campeón y, sobre todo, evitar que pudiera utilizar sus golpes rectos como en sus mejores momentos en el ensogado.
Al final, Burns trataba de despertar y cerrar fuerte, pero el boxeo de Ray Beltrán, el golpeo al cuerpo y esa mano izquierda en forma de gancho no se lo permitieron, aunque a final de cuentas no lo necesitó porque al menos dos de los tres jueces no lo vieron perder y permitieron que se quedara con su título.
Las tarjetas quedaron por 115-112 para Burns, 115-113 para Beltrán y 114-114, que decretó finalmente el empate, y permitió que el escocés expusiera con éxito por cuarta vez el cetro que ganó en noviembre de 2011 a Michael Katsidis.
Beltrán, de 32 años, vio rota una racha de tres victorias, pero amplió su racha de meses sin derrota a 20, pues no cae desde enero de 2012, aunque al final el juez Andre Van Grootenbruel (115-112) no le reconociera su esfuerzo en el gimnasio y en el ring.