Leonardo Ayala 11y

Momentos del US Open

BUENOS AIRES -- El Abierto de Estados Unidos 2013 ya es historia, pero dejó postales para el recuerdo.

El campeón y las campeonas
El último festejo quedó para Rafael Nadal. La derecha de Novak Djokovic murió en la red y el español, con las manos en la cara, se desplomó en el piso de la inmensa satisfacción. Un lunes, día que se había hecho costumbre en la rama masculina y que en esta temporada se pautó de antemano.

El zurdo de Manacor dejó pocas dudas ante el serbio en la final y se quedó con el triunfo en cuatro sets para celebrar su segundo título del Abierto de Estados Unidos, su décima corona de la temporada y su 13ª consagración en un Grand Slam. Quedó a uno de Pete Sampras y a cuatro del récord de Roger Federer.

Un día antes, por su parte, la local Serena Williams fue la encargada de levantar la copa de campeona tras vencer a la bielorrusa Victoria Azarenka. Quinto título en el US Open para la número uno del mundo, que ya suma 17° coronas de Grand Slam (al igual que Federer) y se encuentra a una de Chris Evert y Martina Navratilova y a dos de Helen Wills Moody. Ahora está a cinco de Steffi Graf y a siete de Margaret Court.

Además, mención especial para la checa Andrea Hlavackova, quien festejó por duplicado. Ganó el dobles mixtos junto al bielorruso Max Mirnyi y celebró en el dobles femenino con su compatriota Lucie Hradecka.

También, claro, hubo ganadores en dobles masculino y en juniors.

La vueltas de Martina y de Alisa
Después de siete años se la pudo ver de nuevo en un Grand Slam. Sin embargo, su paso por el Abierto de Estados Unidos fue fugaz y muy lejos a las expectativas que había generado hace unos meses, cuando emprendió en dupla con la eslovaca Daniela Hantuchova su vuelta a las canchas para la gira norteamericana. Martina Hingis sumó más caídas que victorias; y en Flushing Meadows acumuló otras dos derrotas: en damas ante las italianas Sara Errani y Roberta Vinci, máximas favoritas; y en mixtos, con el indio Mahesh Bhupathi frente a la taiwanesas Yung-Jan Chan y el sueco Robert Lindstedt.

"Definitivamente las canchas duras no son la mejor superficie para el retorno", apostilló la suiza, con una sonrisa enorme y con la valentía de reconocer los nervios que tuvo al jugar nuevamente en un torneo como el US Open. Sus próximas escalas, Tokio y Pekín. Siempre en dobles, eso sí. Aún queda más acción para la ganadora de 15 títulos de Grand Slam entre singles, dobles y dobles mixtos. "Después veré", remarcó la exnúmero uno del mundo.

Por su parte, Alisa Kleybanova sintió nuevamente lo que es estar dentro de una cancha en un Grand Slam. Después de dos años y medio, desde su participación en el Australian Open 2011, la rusa se dio el gusto de jugar -y encima debutar ganando a la puertorriqueña Mónica Puig- en el Abierto de Estados Unidos. Atrás habían quedado duros meses de tratamiento por un linfoma de Hodgkin (una enfermedad por la que se forman células malignas -cancerosas- en el sistema linfático). La actual 248ª del mundo (ex-20ª en 2011) ya ganó su mejor partido.

La derrota de Federer y el "no-partido" ante Nadal
El suizo llegaba en gran nivel y haciendo olvidar sus últimos sinsabores, pero en octavos de final se topó con un intratable Tommy Robredo que lo dejó con las manos vacías. Y no sólo a Roger, sino también al público y al mundo tenis en general que esperaba ansioso por un gran cruce de cuartos de final ante Rafael Nadal.

El actual número dos del mundo después vencería a Robredo y terminaría siendo el campeón del US Open, pero el lamento en el Abierto de Estados Unidos se mantendría bien presente por unos días. Se quedó sin su "Roger-Rafa", un duelo que, pese a los 31 enfrentamientos entre sí, jamás vio vida en Flushing Meadows. Una cuota pendiente para el Grand Slam norteamericano.

"Para ser honesto, habría sido increíble si pudiéramos jugar la final, porque siento que nuestra rivalidad de tantos años nos llevó a jugar en los mejores escenarios, en estadios de todo el mundo", afirmó el mallorquín.

La decepción local
Las esperanzas se fueron con Tim Smyczek. El estadounidense, de 25 años, era el último local con vida en el cuadro principal. Luchó hasta el final, pero el español Marcel Granollers fue su punto final por un peleado 7-5 en el quinto set.

Con él, sumado a los también derrotados en tercera ronda Jack Sock y John Isner, quien había vivido una situación particular en su duelo ante Gael Monfils, el tenis norteamericano dejaba una huella pesada en la edición 2013 del US Open. Por primera vez en su historia no tendría jugadores en octavos de final.

Rajeev Ram, Brian Baker, Donald Young, Steve Johnson, James Blake, Denis Kudla, Michael Russell, Bradley Klahn, Sam Querrey (26°), Collin Altamirano, Rhyne Williams y Ryan Harrison, los otros 12 estadounidenses en el cuadro principal que quedarán en la historia por este magro recuerdo.

A diez años de la última consagración local, a manos de Andy Roddick, un paso atrás.

Pero la decepción local fue más allá, porque Bob y Mike Bryan no pudieron lograr el Golden Slam y James Blake, en uno de los grandes momentos del torneo, se retiró de la práctica profesional del tenis tras caer en cinco sets ante el croata Ivo Karlovic.

Como en los mejores tiempos
El australiano Lleyton Hewitt volvió a hacer de las suyas en un Grand Slam. A los 32 años se mostró en un altísimo nivel y se dio el gusto de sacar de carrera al argentino Juan Martín del Potro, sexto favorito y campeón en Flushing Meadows en 2009. El aussie, campeón en el US Open en 2001, sumó además dos interesantes triunfos ante Evgeny Donskoy y Brian Baker que lo volvieron a meter en los octavos de final de Nueva York después de siete temporadas.

Su puerta de salida fue el ruso Mikhail Youzhny en durísimos cinco sets, en un partido que dejó pasar varias oportunidades, pero la sensación de que aún puede pelear mano a mano con los jugadores de élite quedó bien latente. Con esta gran semana, además, Hewitt retornará al Top 60 luego de dos años y ocho meses.

En la misma línea, pero en la rama femenina, Flavia Pennetta también mostró una versión similar a la que la supo llevar al Top 10 en 2009. La italiana derrotó sucesivamente a Nicole Gibbs, Sara Errani (4°), Svetlana Kuznetsova (27°), Simona Halep (21°) y Roberta Vinci (10°) y alcanzó las semifinales de un Grand Slam por primera vez en su carrera.

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