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Riesgo en octubre para los Bravos

Los Bravos de Atlantan tienen el compromiso de ir en contra de los pronósticos adversos Getty Images

Los Bravos de Atlanta despedazaron la División Este de la Liga Nacional y convirtieron lo que se suponía que era una de las carreras más fascinantes del béisbol en una formalidad y un paseo. Ellos tienen el mejor récord de la Liga Nacional con 85-57, la mejor efectividad por equipos del juego y el cuarto mejor diferencial de carreras en +130.

El cerrador Craig Kimbrel ha estado pulverizando espíritus y dominando bateadores con su recta desde junio. El antesalista Chris Johnson pelea por el título de bateo. El primera base Freddie Freeman se está colando a la conversación del Jugador Más Valioso, y el torpedero Andrelton Simmons le da un nuevo significado a la frase "genio defensivo". Justin Upton encabeza un contingente de ocho peloteros con total de cuadrangulares en doble dígito, con su hermano B.J. a uno de convertirse en el noveno de ese listado.

Los Bravos tienen récord de 51-20 en Turner Field y una marca combinada de 17-12 contra los Dodgers, Cardenales, Piratas y Rojos -los otros cuatro equipos de la Liga Nacional enfilados para llegar a playoffs. Ellos tienen foja de 23-17 en partidos de una carrera, 12-5 en extra innings y han mostrado la determinación para terminar vencedores sin importar las circunstancias. Han superado una racha de lesiones y actuaciones individuales decepcionantes, y crearon un hábito de ganar.

Con la excepción de Chipper Jones cerrando su cuenta de Twitter, B.J. Upton entregando un OPS de .576 y un WAR de -1.5 a cambio de su contrato de $75 millones, y una serie de visitas constantes a la lista de lesionados, la temporada regular ha sido mayormente un festival de diversión en Atlanta.

Entonces, ¿por qué el panorama de octubre está envuelto de escepticismo y dudas?

Hablen con algún scout o ejecutivo rival de Grandes Ligas, y escucharán mucha admiración por lo que el gerente general Frank Wren, el mánager Fredi González, el staff y los jugadores de Atlanta han logrado esta temporada. Pero los Bravos no cubren el perfil de un equipo preparado para hacer ruido en octubre.

"Ellos están construidos para la temporada regular, pero si yo fuera ellos, estaría realmente espantado acerca de la postemporada", dijo un scout de la Liga Americana. "Ellos no consiguen carreras. Se ponchan mucho. Son buenos contra un cuarto o quinto abridor de las rotaciones, pero no se enfrentarán a muchos lanzadores como estos en playoffs".

Dijo un scout de la Liga Nacional: "No creo que encontrarán a mucha gente que elija a los Bravos para ganar la liga".

Estas afirmaciones pesimistas quizá digan menos acerca de los Bravos respecto a la forma como se supone que un campeón de Serie Mundial debe lucir. Como demostraron los Gigantes de San Francisco en 2010 y 2012, un equipo puede hacer mucho oleaje en octubre con una ofensiva habilidosa, pitcheo dominante, una defensiva con buenas manos y sin sucumbir a la presión. Cualquier deficiencia que los Gigantes pudieran haber tenido durante sus travesías al título no fue nada que la mano de obra de Matt Cain, Madison Bumgarner y sus amigos no pudiera arreglar.

En algún momento durante las siguientes dos semanas, los Bravos usarán goggles y rociarán champaña para celebrar su primer título divisional desde 2005. Luego, ellos intentarán desprestigiar algunas teorías populares acerca de por qué no están construidos para ser campeones. Tales como:

Les falta un as comprobado
De acuerdo, a los 38 años Tim Hudson destaca más por su astucia y tenacidad que por repertorio explosivo. Pero él tiene un récord respetable en postemporada (1-3 con efectividad de 3.46 en 10 apariciones) y le daba a los Bravos la seguridad de un veterano en la rotación. Independientemente de lo que marque el radar en los lanzamientos de Hudson o lo mordaz de su sinker, los Bravos estaban confiados en que él podía mantenerlos en el juego durante seis o siete entradas, y permitirles descubrir una forma de ganar los partidos al final.

Cuando Hudson sufrió una lesión en el tobillo que lo dejó fuera el resto del año, la responsabilidad repentinamente cayó en las manos de Mike Minor, Julio Teherán y Kris Medlen para encabezar al equipo a la postemporada, con Paul Maholm y Alex Wood ocupando los otros dos lugares en la rotación.

Es un grupo sólido y confiable. Los abridores de Atlanta han sido lo suficientemente fuertes como para limitar a Kimbrel y el resto del bullpen a solamente 410 entradas y 1 tercio de labor, la séptima carga más ligera en las Mayores. González ha dividido los innings lo suficiente, que Kimbrel y su preparador deberían estar relativamente frescos en octubre.

Pero la experiencia combinada de los nuevos Tres Grandes de Atlanta en postemporada consiste en la apertura de Medlen contra San Luis el año pasado en el juego de comodines. Además, Minor y Teherán deberán superar algunos obstáculos en playoffs. Con 179 entradas y 2 tercios, Minor ya rebasó su total de episodios trabajados en todo 2012, y Teherán rápidamente se acerca a su cifra máxima. Si los Bravos quieren perdurar en octubre, los jóvenes deberán responder cuando haya más presión.

El mánager puede vivir con ese escenario

"Ellos son muy jóvenes, pero hay una foto en mi oficina con Steve Avery, John Smoltz y Tom Glavine", dijo González. "No los estoy comparando unos a otros. Pero Smoltzy y los demás eran muy jóvenes cuando tuvieron que enfrentar esas situaciones. Los pitchers jóvenes deben madurar tarde o temprano".

Ellos no producen carreras
Los Bravos son el equipo de los "tres resultados verdaderos" por excelencia. Se clasifican cuartos de las Mayores en cuadrangulares (164), y séptimos en bases por bolas (469). Ellos también son segundos en ponches (1,218), superados solamente por los Astros de Houston, y ocupan el sitio 24 de las Mayores con apenas 54 bases robadas.

Así que, ¿cómo le harán para compensar por las pelotas que no salen del parque? Incluso Greg Walker, el instructor de bateo y quien es un monumento a la honestidad, admite que él no sabe qué esperar de una semana a otra.

Los Bravos se encendieron a la ofensiva cuando González movió a Jason Heyward como primero en la alineación el 27 de julio, y Heyward bateó para .309 (de 97-30) para que Atlanta se fuera con racha de 19-4. Luego, Heyward sufrió una fractura en la mandíbula con una recta de Jonathon Niese, y González comenzó a utilizar a Jordan Schafer como primero en el orden. Ahora que Schafer tiene una lesión en el cuádriceps, B.J. Upton es el nuevo primer bat. Se fue de 12-0 con siete ponches, mientras los Bravos eran barridos en Filadelfia el fin de semana.

Heyward volverá posteriormente este mes, y los Bravos esperan que la estabilidad y la producción que él aporta en la parte alta de la alineación permitirán que todo se acomode en el momento justo.

"Hemos sido una especie de Jekyll y Hyde", dijo Walker. "Cuando estamos encendidos, todos nos aman. Cuando nos ponchamos, todos nos odian".

"Tenemos muchos jugadores que pueden guiar a un equipo, y si logramos que dos o tres se enciendan, seremos realmente buenos. Si nadie está encendido, somos terribles. Si todo cuadra, tengan cuidado. Si no cuadra, verán a mucha gente molesta –incluyéndome a mí".

Ellos son vulnerables al pitcheo estelar
En algunos casos, los Bravos corrieron con suerte por cómo se hizo el calendario. Ellos jugaron siete veces contra los Dodgers esta temporada y nunca se enfrentaron a Clayton Kershaw. Jugaron siete veces contra Pittsburgh y nunca vieron a Francisco Liriano. Y, en 34 ocasiones combinadas ante Miami y los Mets de Nueva York, ellos han enfrentado a José Fernández y Matt Harvey un gran total de dos veces. (Ellos tienen programado enfrentar de nuevo a Fernández el miércoles).

La pregunta obvia es, ¿a quién le va bien contra Kershaw o Harvey? Pero los números se prestan a la creencia de que los Bravos son vulnerables ante el pitcheo dominante. Zack Greinke, Cliff Lee, Bumgarner, Cain, Stephen Strasburg, Adam Wainwright, Cole Hamels, Jordan Zimmermann, Hyun-Jin Ryu, Patrick Corbin, Shelby Miller, Fernández y Harvey – lanzadores que generalmente calificarían como élite—tienen récord combinado de 14-6 con 2.23 de efectividad y 196 ponches en 173 entradas y 2 tercios contra Atlanta esta temporada.

"Ellos tienen muchos bateadores que dominan el pitcheo promedio muy bien y batallan contra los buenos lanzadores", dijo un scout. "Cualquiera que pueda comandar la recta abajo y afuera, dominará a los Bravos".

La buena noticia es que los Bravos no se enfrentarán a Strasburg, Zimmermann, Hamels ni a Lee en octubre. Pero ellos podrían encontrarse a Mat Latos, Homer Bailey y A.J. Burnett, a quienes han dominado muy bien durante la campaña regular.

"Es una nueva temporada y las estadísticas no significan nada", dijo González. "Leí una frase de Kirk Gibson que decía, 'No todo el que enfrentes será Cy Young, y tú deberás ganarle a Cy Young de vez en cuando'. Es la forma en como lo miro".

¿Motivación, quizá?
Entre las dudas, los jugadores de Atlanta se enorgullecen por su resistencia y habilidad para seguir adelante. Cada jugador de posición titular, excepto Simmons, Johnson y Justin Upton, ha pasado tiempo en la lista de lesionados. Los Bravos sobrevivieron lesiones que terminaron con las temporadas de los zurdos Jonny Venters y Eric O'Flaherty, dos de los mejores preparadores en las Mayores. La fractura en el tobillo derecho de Hudson fue un impacto emocional para el equipo, pero los Bravos casi de forma inmediata, hilvanaron una racha de 14 victorias consecutivas.

El jardinero Reed Johnson, un veterano de 11 temporadas, ayudó a establecer la tónica en el entrenamiento primaveral, cuando repartió camisetas con la inscripción "Sufrir en silencio". Las camisetas tienen una imagen de un Bravo de caricatura, y un espacio en blanco sobre la boca, donde cada jugador de Atlanta puede escribir su número de uniforme.

Este mantra es popular entre los Navy SEALs, y Johnson intentaba enfatizar que los peloteros deberían conservar sus quejas para ellos mismos, y enfocarse en el bien general del equipo. Si los Bravos necesitaban una motivación adicional, lo único que tenían que hacer es encender la televisión o ir al internet, y ver todo la exhibición de amor hacia los Medias Rojas, Piratas y Yasiel Puig.

"De alguna forma, hemos estado bajo el radar toda la temporada", dijo Johnson. "Cada vez que ganamos, la gente dice, 'Están jugando contra equipos más débiles', o 'Se ponchan demasiado', o 'No van a ganar en los playoffs'. Luego de un tiempo, se vuelve un reto. Y te da energía a la vez".

El receptor de los Bravos, Gerald Laird, quien ganó la Serie Mundial en 2011 con San Luis y que perdió la serie en 2012 ante San Francisco siendo parte de la novena de Detroit, ha sido parte de rachas en octubre que le permiten saber que la vida en postemporada puede ser impredecible. Los Cardenales se coronaron hace dos años sin Adam Wainwright, quien estaba fuera de circulación por una cirugía Tommy John. El año pasado, los Tigres llegaron a la Serie Mundial como amplios favoritos y fueron barridos por los Gigantes.

Los equipos aprenden mucho de ellos mismos de febrero a septiembre, y los Bravos descubrieron que tienen un instinto de supervivencia muy arraigado, pese a lo que digan los números, los scouts o ESPN.

"Los buenos equipos descubren una forma para ganar", dijo Laird. "Eso es algo que no puedes enseñar Si permitimos seis carreras, anotaremos siete. O tendremos dos imparables y anotamos tres carreras y ganaremos el partido 3-2. Este equipo simplemente encuentra formas de ganar".

Los Bravos se han colocado en posición para dejar huella en octubre pese a las dudas Entre más tiempo se queden, más gratificación tendrán comprobándole a todos que estaban equivocados.