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El show debe continuar

LAS VEGAS -- El lobby principal del MGM Gran comenzó a vivir la fiesta del fin de semana. De hecho, el jueves, en el mismo hotel, se realizará una cartelera profesional extra, en donde Shawn Porter enfrentará a Julio Díaz II en una pelea muy esperada, título NABO y USBA en juego, categoría welter. Además, Baodou Jack combatirá con el mexicano Marco Antonio Peribán, quien expone su corona super mediano de la NABF y Julian Williams-Hugo Centeno Junior, por el Internacional de los superwelters del WBC.

Pero algo faltó a la fiesta. Lo vimos en el rostro muy serio de Eric Gómez, amigo personal de Oscar De La Hoya y uno de los principales directivos de Golden Boy Promotions. Y no lo vimos a Ramiro González, su jefe de prensa. Así que, frente a unas quinientes personas, fue Richard Shaeffer, el número dos de la empresa, que condujo la ceremonia. Sí, es cierto, algo pasaba y algo faltaba. Donde estaba Oscar?

Mientras nos cruzábamos con viejos y nuevos amigos -Mario Arano, promotor de Lucas Matthysse, sonriente y confiado con la futura actuación pupilo frente a Danny García: está 3-1 arriba, favorito en las apuestas-, Erica Montoya, colega mexicana que no duda de las victorias de Floyd y Lucas, el propio Periban, que tiene grandes recuerdos de la Argentina, en donde hizo dos peleas... algo estaba pasando.

Al regresar a la sala de prensa, a las doce, nos encontramos con el comunicado que difundió justamente Ramiro González: una carta de Oscar De La Hoya dirigida a Saúl Canelo Alvarez, expresándole que, lamentablemente, no podrá estar junto a él, porque debió, de nuevo, ingresar por su exclusiva voluntad, a una clínica de recuperación. Como se sabe, Oscar ya ha tenido serios problemas de drogadicción y ya estuvo internado hace un par de años.

Por los pasillos, corre ya una energía diferente, comienzan a entregarse las credenciales provisorias, van acercándose muchos mexicanos (la frase del día, ya es "No hay mas cuartos para nadie en todo Las Vegas") y en la reventa, se mencionan cifras abultadas, de hasta 1.500 dólares para los rezagados.

El show debe continuar, sin dudas, pero la noticia de este primer día oficial en Las Vegas, es el tema de Oscar De La Hoya y su problema de internación. Justamente en el show más importante del año y en el más ambicioso en la historia de Golden Boy Promotions, en el que se espera un elevado número de pay-per-view, en donde ya está absoluamente todo vendido en el estadio, y en el que Floyd Mayweather tendrá frente a si a un oponente más joven, más vigoroso y lleno de ambiciones.

El precio para ver la pelea es de 64.95 dólares (74.95 en HD), excediendo el promedio normal que es de 60 dólares. La gente de Showtime espera, por lo menos, una cifra cercana a los dos millones de abonados. Leonard Ellerbe, ejecutivo de la cadena, afirma que con esa cifra, estarían más que satisfechos. "Tenemos a Canelo, que es una gran estrella mexicana, y frente a Floyd que es una tremenda figura, se puede alcanzar esa cifra".

Mientras una remera se vende a 30 dólares y una gorrita cuesta 35 o 60, según diseño o calidad, lo cierto es que el clima del grupo de Oscar De La Hoya no es el mismo. Eric Gómez, quien posó especialmente para ESPN.deportes.com en la sala de prensa, no quiso hacer comentario alguno. Simplemente, se notó en su rostro la preocupación por el tema, que además, involucra a un amigo personal. Y tal vez la sonrisa sea forzada, pero algo es innegable, el show debe continuar.