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CJ Ross y el criterio de los jueces

¿Qué significa el criterio de los jueces en cualquier pelea de boxeo profesional? Desde mi punto de vista es la tercera opción para definir el ganador. El primer elemento es el KO, el segundo la paliza incuestionable del vencedor sobre el derrotado y la tercera, el criterio. Este último es una facultad y según algunos diccionarios, es el "juicio para discernir, clasificar o relacionar una cosa". No existe manual o ley que determine los códigos del criterio. En el boxeo es producto de la apreciación personal sometida a todas las opciones posibles. Lo que para unos es lo obvio para otros puede ser lo contrario. En este caso: ¿Cuál razón es la correcta? No hay respuesta.

La juez Cynthia J. Ross calificó empate la pelea entre Floyd Mayweather Jr. y Saúl Canelo Álvarez (114-114). Ha sido duramente criticada por ello y yo entiendo que eso es una injusticia tratándose de una pelea en la que estaba involucrado Floyd Mayweather: el mejor libra por libra, la mejor defensa del boxeo actual, pero también el menos contundente de los campeones, el menos abrumador de los campeones, el de menor pegada y el que utiliza sus cualidades defensivas para sumar los puntos necesarios. Nada más.

Tenemos claro todos que su estilo no gusta a la mayoría. Por algo debe recurrir a boxeadores mexicanos populares y pelear en Fechas Patrias de ese país para que su negocio de resultados. O sea, elige mexicanos pero no pelea como ellos. Rehúye su estilo y solo suma los puntos que de antemano sabe que le darán el triunfo. ¿Alguien pagaría por ver a Floyd enfrentar a otro estilista? Claro que nadie pagaría. A nadie le agrada ver una pelea con una calculadora en la mano contando los golpes lanzados y recibidos. Para ello existe el boxeo amateur con entrada gratuita.

Floyd lanzo algo más de quinientos golpes en los doce asaltos, de los cuales conectó menos de doscientos cincuenta. No lastimó, no conmovió ni jamás amenazó la integridad física de su rival, mucho menos estuvo cerca de mandarlo a la lona. Hubo un momento que hasta exasperó al propio referí que les pidió acción.

¿Alguien entonces puede juzgar a un juez que a la hora de anotar, también tiene en cuenta lo que el campeón dejó de hacer? ¿Alguien puede cuestionar el criterio de un juez que no solo premia también castiga con los puntos que otorga? ¿Alguien puede juzgar a un juez que mira el boxeo con los mismos ojos que el ochenta por ciento de los fanáticos que asisten a la pelea?

Los merecimientos siempre son relativos. Cualquier boxeador sabe de antemano que no puede confiarse exclusivamente en el buen desempeño. El boxeo es un deporte violento pensado para que se defina por la vía más violenta el KO. El KO o la paliza son las únicas supremacías únicas e incuestionables en este deporte. Los merecimientos pertenecen al mundo relativo de quien los juzga.
Si los merecimientos pesaran tanto, entonces a Juan Manuel Márquez debieron declararlo perdedor cuando noqueó a Manny Pacquiao en su última batalla. El filipino dominaba la pelea, tenía los merecimientos, pero perdió.

Floyd Mayweather fue superior para quienes consideran que el evitar ser golpeado es una prueba de superioridad. Pero fue inferior para quienes se preguntan ¿de qué sirve tener buena defensa y velocidad si no consigue masacrar a un jovencito tan limitado como Canelo Álvarez?

La Juez CJ Ross no tengo dudas que castigó con su criterio todo lo que Floyd no hizo. Es natural esperar que el mejor libra por libra, el campeón mejor pagado de la historia, el que necesita pelear con mexicanos, por un instante siquiera se faje a lo mexicano. Porque más allá de la técnica y lo que un reducido grupo de amantes de este deporte aplaude, el boxeo es un espectáculo donde hay gente que paga para ver dos individuos golpearse. Al decir de un amigo cubano: "el boxeo es el KO y el resto es paisaje".

Por ello y aunque parezca una utopía, el que hizo lo esperado fue Canelo Álvarez. Lento y robótico jamás encontró a un rival especialista en que no lo encuentren. Hubo un momento en que el mexicano se paró, lo dejó golpear y sin embargo no fue lastimado. Canelo intentó cortar el ring, intentó intercambiar y por momentos le puso ganas. Eso es muy poco, es verdad, pero él era la víctima. ¿Dónde estuvo el verdugo? El verdugo apenas conectó algo más de doscientos golpes. Una cifra que da vergüenza ajena, recordando los más quinientos conectados por cada rival en las batallas de Brandon Ríos y Mike Alvarado.

El empate de CJ Ross nace de su criterio, pero también nace de una lógica triste. No hay nada que premiar y si hay mucho que castigar en Floyd por todo lo que no hace. También hay poco para premiar a Canelo Álvarez, pero teniendo en cuenta a quien puso la emoción, a quien motivó al público y por tal razón, a quien originó la mayor parte de los ciento cincuenta millones de dólares que posiblemente recaude el evento, el empate haría justicia. Porque basados en las expectativas previas, la conclusión que se ajusta al empate de CJ Ross es que ninguno mereció ganar.