Ocupado en sumar puntos (ya son quince de quince), el Barça sortea el debate de su juego a base de victorias. Goleando en Vallecas en el renacer de la mejor versión de Pedro, el equipo de Martino aparcó todo lo demás. Ya habrá tiempo para ocuparse de otros menesteres.
Antes de cumplirse 25 segundos de partido Mascherano ya había sacado un balón en largo y al acabar la primera parte, ya con el 0-1 en el marcador, el Barça había sacado hasta ocho balones en largo desde su área por medio de Valdés, Piqué o el propio Mascherano jugando apenas la mitad al pie.
A la contra, sentenció al Rayo en combinaciones supersónicas que mostraron la mejor versión ofensiva del equipo dejando en segundo plano cualquier otra consideración.
Pedro aprovechó una asistencia de Messi para aparcar debates en la primera mitad y apenas comenzar la segunda comenzó a cerrar el partido acertando a rematar una internada excelente de Fábregas. Después marcó en otra jugada a la contra asistido por Neymar y el Barça ya se relamió de tranquilidad.
Cesc lo acabó todo pintando en el marcador una contundencia no vista en la Liga desde el estreno frente al Levante, por mucho que la imagen general del grupo de Martino siguiera muy alejada de aquellos postulados de mediados de agosto.
MESSI, ASISTENTE
Mientras, el hombre que estaba llamado a ser el personaje del partido quedó en un segundo plano. Si Neymar sigue gafado ante el gol (le sacaron un balón bajo palos y estrelló otro remate en el poste), Messi no pudo celebrar como merecería su partido 250 en la Liga.
El argentino se inventó un slalom fantasioso en la primera mitad y regaló a Pedro el primer gol, pero tampoco busco la portería como acostumbra. Fue, por una vez, una pieza más del engranaje en el furibundo y acertado ataque del Barça, pero no, y quizá fuera una buena noticia, el hombre del partido.
A Leo se le vio cómodo en su posición. Combinó, pasó y busco el desmarque en ataque, pero no quiso apretar a Rubén. Sufrió una entrada durísima de Baena (un ex canterano del Barça) en la primera parte y no dio excesivas señales de vida desde un punto de vista individual.