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El golpe de nocaut

A tono con la velada, las luces y las estridencias de Singapur, el pequeño estado insular que se ha ganado lugar como cuarto centro financiero del mundo, Sebastian Vettel ganó por nocaut en la noche asiática. Su séptimo triunfo en 13 carreras de Fórmula Uno este año, la 33ª victoria que lo catapulta en la estadística por encima de Fernando Alonso y detrás sólo de Michael Schumacher, Alain Prost y Ayrton Senna, parece dar por finalizado el Campeonato Mundial. El alemán Vettel hizo más que vencer: apabulló de principio a fin.

Si el receso en el verano boreal, que partió la temporada en dos, les había dado alguna esperanza a Ferrari, Mercedes y Lotus, la combinación Vettel-Red Bull desvaneció aquellas ilusiones. Con un rápido vistazo queda clara la contundencia de la sociedad en todo tipo de sitio y circunstancia. El campeón y el RB9-Renault ganaron en Spa-Francorchamps, la pista más larga del calendario, con curvas rápidas y algunas frenadas bruscas, vencieron en Monza, el circuito más veloz del año, y dominaron pese al calor y la humedad en las calles de Marina Bay.

Vettel resolvió con solvencia el único sobresalto que sufrió durante dos horas de competencia: el apuro de Nico Rosberg en la partida. Desde el segundo lugar, el alemán de Mercedes apareó al tricampeón y llegó a pasarlo en la entrada al primer viraje. Sin embargo, se excedió unos metros en mitad de la curva, suficientes para que Vettel retomara el liderazgo por adentro. A partir de ese momento, la ejecución del plan repetido resultó perfecta: Seb hilvanó dos giros veloces para estar a salvo cuando se habilitara el uso del alerón móvil. En tres vueltas le sacó 5s7 a Rosberg, su escolta.

Cualquier elogio al Red Bull RB9-Renault creado por Adrian Newey parece justo. La máquina, veloz desde el comienzo de las pruebas de pretemporada, tuvo una evolución que ningún otro equipo ha podido imitar en lo que va del torneo. Esto no opaca la tarea de Vettel al volante. El campeón más joven de la historia, cada vez más cerca de sellar su cuarto título poco después de haber cumplido 26 años, ejecuta cada paso a la perfección. El más rápido en cada salida a pista, se dio el gusto de guardar un juego de neumáticos súper blandos nuevo en clasificación, lo que le dio una ventaja adicional en competencia. Ante quienes anteponen las virtudes del coche sobre la capacidad del piloto, Vettel puede invitar a contrastar sus resultados con los de Mark Webber, su compañero de escudería: el alemán lidera 7-0 en triunfos, 10-4 en podios, 5-0 en pole positions, 5-3 en records de vuelta y 12-10 en carreras anotando puntos. Al pobre Webber tampoco lo acompaña la fortuna: volvió a penar con la caja de marchas, obligado desde boxes a cambiar a bajas revoluciones, hasta que claudicó en el giro final.

La entrada del auto de seguridad, tan habitual en cada edición en las calles de Singapur, no hizo mella en los planes de Vettel. Fue por el despiste de su futuro compañero, el australiano Daniel Ricciardo, quien perdió el control del Toro Rosso en la curva 14. Alonso y Kimi Räikkönen fueron dos de los que aprovecharon la neutralización para cumplir con su segunda detención en boxes. La apuesta les dio el podio como premio. Ambos aguantaron el resto del recorrido, más de 35 vueltas, con las gomas medias.

Mientras asiste al desvanecimiento de sus posibilidades de pelear el título, Alonso no ahorra energías en la pelea. Su largada en Singapur puede ilustrar cualquier manual de pilotaje: por afuera, saltó del séptimo cajón de la grilla al tercer puesto en la fila. Impecable. Si no hubiese quedado detrás de Paul di Resta luego de la primera detención, podría haberse arrimado más a Vettel. Está claro que no tenía recursos mecánicos para apurarlo.

El finlandés Räikkönen, próximo compañero de Alonso en Ferrari, también se lució en la remontada luego de una pobre clasificación. El campeón 2007 también protagonizó una buena maniobra de sobrepaso con Jenson Button no bien notó que los neumáticos del McLaren empezaban a flaquear. Räikkönen mostró otra vez la mejor imagen de Lotus porque el francés Romain Grosjean, más sólido en clasificación y en el comienzo de la carrera, penó con un problema en la provisión de nitrógeno que opera las válvulas y tuvo que abandonar cuando era serio aspirante al podio.

Rosberg y Hamilton, el dúo de Mercedes, cargó sobre el final cuando los McLaren penaron con los neumáticos, y así el alemán y el inglés lograron meterse entre los cinco primeros después de haber quedado atrás luego de la segunda parada en boxes. Después del cambio de estrategia, el mexicano Sergio Pérez resistió hasta la bandera de cuadros y volvió a anotar luego de dos carreras. En cambio, su novato compatriota Esteban Gutiérrez no pudo traducir en competencia su gran vuelta de clasificación y continúa sin sumar en Fórmula Uno. Los números no le cierran al regiomontano como sí benefician a Vettel, quien lleva 60 puntos de ventaja -más de dos carreras- cuando quedan seis en el programa. El campeón no sólo gana en las tarjetas: se impone por nocaut.