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La sobrevaloración de Mariano Rivera

Mariano Rivera lanzará su último partido esta semana. Y por ende terminará la carrera de uno de los más respetados, más adorados y más sobrevalorados peloteros de tiempos recientes.

Esperen, antes de soltar los perros en mi dirección, déjenme aclararles lo que quiero decirles. Rivera es un lanzador sobresaliente que ha tenido una larga y maravillosa carrera. Jugó un rol importante en el regreso de los Yankees a ser una franquicia dominante y en sus cinco campeonatos de Serie Mundial. Es un modelo a seguir para el resto de los jugadores. No podía haber nadie mejor para que fuese el último jugador en llevar el No. 42. Me entristece verlo retirarse.

Pero Rivera no es Superman. Él utiliza el uniforme a rayas, no pantalones pegados largos y una capa roja. Y como todos los cerradores en esta era moderna de "Ellos Solo Lanzan En La Novena Entrada", él está sobrevaluado.

He leído y escuchado a mucha gente -- desde blogueros a personas en los camerinos de Grandes Ligas -- decir que Rivera ha sido más importante que Derek Jeter en el éxito de los Yankees. ¿En serio? Incluyendo la postemporada, Rivera ha lanzado 1,423 entradas en su carrera. Jeter ha jugado en más de 23,400 entradas. Esas son cerca de 19,000 entradas más que las que ha jugado Rivera -- casi 13 temporadas completas más en términos de número de juegos. ¿Y aun así algunos piensan que lo que Rivera hizo en sus 1,423 entradas fue más importante que lo que Jeter hizo en sus 23,400? Por favor.

Pongámoslo de esta manera: Rivera no habría obtenido ni un solo salvamento si sus compañeros tales como Jeter, Andy Pettitte, Jorge Posada y Bernie Williams no hubiesen obtenido la ventaja en el partido en primer lugar. Lo que ellos y otros hicieron en esas primeras ocho entradas fue más importante que lo que Rivera hizo en el escenario central nacional final.

¿No me creen? Antes de que calienten el aceite para echármelo encima y lanzarme plumas, déjenme citarles nuevamente el trabajo de Dave Smith de Project Retrosheet. De forma metódica e incansable él investigó los partidos desde la década de los años 20 en adelante y encontró que la tasa de equipos que ganaron partidos con ventajas en las entradas finales se ha mantenido virtualmente sin cambios a lo largo de las décadas. Los equipos con ventaja de una carrera luego de ocho entradas se llevaron la victoria en el 85.7 por ciento del tiempo. Ese número aumenta a 93.7 por ciento cuando la ventaja es de dos carreras, y a 97.5 por ciento cuando la ventaja es de tres anotaciones.

Reflexionen sobre eso, y entonces díganme la razón por la que Rivera es tan increíble al tener un 89.1 por ciento de éxito en salvamentos en su carrera (el que, por cierto, es más bajo que el de Joe Nathan's). Porque básicamente, Rivera no fue utilizado excepto en el 88 por ciento de los juegos en que los Yankees iban a ganar de todas maneras.

(Ahora voy a hacer hincapie en que Mariano Rivera es realmente un buen tipo, un lanzador sobresaliente y que estoy triste por verlo retirarse.)

¿Recuerdan el Juego de Estrellas, dónde los fanáticos estaban molestos por la acción del manager de la Liga Americana Jim Leyland de poner a lanzar a Rivera en la octava entrada en vez de reservarlo para la novena entrada y así llevarse el salvamento? La explicación dada fue que la Liga Americana podia perder la ventaja en la octava entrada. Lo que hizo sentido porque, después de todo, al mejor cerrador de la historia simplemente no se le podía pedir que entrar a un juego en la octava entrada en caso de que necesitara apagar fuegos con gente en base. No, los cerradores solo pueden ser utilizados al principio de la novena entrada, cuando no hay gente en base.

Esa es la razón, por la que, a pesar de que es el líder de todos los tiempos en "salvamentos" y de ser relevista por 18 años, Rivera se ubica en el puesto 142 de todos los tiempos en porcentaje de corredores heredados que anotan, solo dos puestos por encima del inmortal Boone Logan. Eso no es culpa por completo de Rivera; ha sido utilizado en la octava entrada en más ocasiones que la mayoría de sus contemporaneos. Es debido al enfoque de la gestión que dicta el llamado "librito" de los managers que indica que los cerradores son para situaciones cuando el equipo va a ganar de todas maneras.

Esto es absurdo. Sería como dejar a Miguel Cabrera o Mike Trout en la banca hasta la última entrada solo en caso de que se necesiten para batear de emergente en una situación "crucial".

(Déjenme reiterarles nuevamente que Mariano Rivera es realmente un buen tipo, un lanzador sobresaliente y que estoy triste por verlo retirarse.)

¿Llegará Rivera al Salón de la Fama? Sin duda alguna. Pero aparte de ser el mejor cerrador de la historia, sus números no son tan abrumadores en ese sentido como muchos asumen. No soy un fanático acérrimo del WAR, pero incluso en esa estadística Rivera no se clasifica tan alto como para justificar el alboroto a su alrededor. FanGraphs ubica su WAR en 40.2, o 12.3 puntos más bajo que el de Jack Morris, quien todavía no ha sido electo al Salón de la Fama luego de 14 años en la boleta. Evidentemente, lanzar una entrada con una ventaja no es considerado tan importante como lanzar los primeros ocho episodios para establecer la ventaja.

Aunque baseballreference.com le da a Rivera un WAR significativamente más alto de 56.5 -- ¿No adoran cuando una estadística es diferente dependiendo de quién la compile? -- sigue estando bien por debajo de Mike Mussina (82.7), Curt Schilling (80.7) e incluso Rick Reuschel (68.2). Baseballreference además le da a Rivera una puntuación de 29 en su "prueba estándar para candidatos al Salón de la Fama", lo que resulta muy por debajo del promedio de 50 para un inmortal del deporte.

No estoy diciendo que Rivera no se merezca estar en Cooperstown junto con los relevistas Goose Gossage, Hoyt Wilhelm, Bruce Sutter y Rollie Fingers. Personalmente, prefiero tener a Rivera que a Fingers, Wilhelm o Sutter. Simplemente estoy diciendo que debido a su rol limitado, su carrera no fue tan extraordinaria como nos han hecho creer.

Lo que separa a Rivera de los otros cerradores es su gran longevidad. (Bueno, su longevidad y el haber jugado en el adorado mercado mediático de Nueva York.) La mayor parte de los cerradores son buenos por un puñado de temporadas, y luego se quiebran por el estrés físico/mental. Rivera nunca se quebró, ni le produjo úlceras a sus managers. Siempre fue consistente y confiable a lo largo de su carrera. Pero fue consistente y confiable mientras llevaba a cabo una tarea más fácil que lanzar en un partido completo cada cinco días o lanzar en más de 200 entradas durante una temporada.

Quiero decir, hay una razón por la cual los Yankees decidieron que Rivera no era lo suficientemente bueno como para ser abridor y haberlo movido al bullpen.

(Y oh, ¿les dije que Mariano Rivera es realmente un buen tipo, un lanzador sobresaliente y que estoy triste por verlo retirarse?)