Jayson Stark 11y

Los premios del final de temporada

Esperen. ¿Ya llegamos a la meta? ¿Cómo pasó esto? ¿No estábamos en el día de apertura hace cinco minutos?

Estoy seguro que ustedes recuerdan cuando predije en abril que Dioner Navarro y Juan Uribe batearían tres jonrones en un partido... que un pitcher de los Gigantes lanzaría 8 entradas y 2 tercios perfectas... y que sería Yusmeiro Petit ... que Reid Brignac jugaría la misma cantidad de partidos para los Yankees que Derek Jeter ... y que los pitchers de los Cachorros batearían la misma cantidad de jonrones que Lance Berkman (seis).

OK, entonces se me olvidó predecir todo eso. Pero vaya. ¿Cuándo dije que yo era Nostradamus o algo parecido?

Bueno, una cosa que he aprendido con el paso de los años es: siempre es más fácil mirar hacia atrás que mirar hacia adelante. Así que de nuevo llegó el momento para entregar mis premios del final de la temporada en una ceremonia que, como siempre no será conducida por Tina Fey, Amy Poehler, Neil Patrick Harris o siquiera Lenny Harris. ¿Listos? Los sobres, por favor...

JMV Liga Americana: Miguel Cabrera, Tigres

Vaya. Aquí vamos de nuevo. Hace un año, en este mismo espacio, hice hasta lo imposible para explicar por qué Mike Trout merecía este premio, incluso sobre un ganador de la Triple Corona de carne y hueso. Y todo se redujo a esto: Miguel Cabrera quizá haya tenido una temporada ofensiva para recordar, pero Trout era un mejor jugador de béisbol. Entonces, ¿por qué un año después estoy a punto de convertirme en un artista para dar giros de 180 grados y alegar por qué Cabrera debe ser el JMV? Sí, sí. Estoy al tanto de que esto se reducirá a la misma conversación. Pero el contexto no es el mismo -- porque no todas las temporadas nos presentan con el mismo grupo de circunstancias. Ahora, quizá ustedes no lo vean de esa forma. Mucha gente inteligente no lo hace. Y no estoy aquí para decir que eso está equivocado, porque enfrentémoslo: No hay respuesta equivocada aquí. Escribí la semana pasada acerca de la grandeza de Mike Trout. Así que no necesitan regañarme acerca de eso. ¿Pero podemos detenernos un momento para admirar la brillantez de la otra persona en este debate? ¿Estaría bien eso? De acuerdo. Porque aquí están las estadísticas de Miguel Cabrera antes de la jornada del viernes:

.345/.440/.637/1.077/44 HR

¿Saben ustedes cuántos bateadores han igualado o superado esos números desde la Segunda Guerra Mundial? Exactamente tres: Barry Bonds, Mickey Mantle y Larry (Sí, él jugó en Coors) Walker. Y si incluimos las carreras remolcadas (con Cabrera en 137 mientras hablamos del tema), nadie más lo ha hecho. ¿Ustedes saben quién fue el último bateador derecho en conseguir esa línea estadística con la misma cifra de jonrones? Es Jimmie Foxx. En 1938. Y los únicos otros que han siquiera igualado o superado esas estadísticas en cualquier época son Babe Ruth, Lou Gehrig y Hack Wilson. Punto. Noticia de última hora: Miguel Cabrera no solamente es un muy buen bateador que está teniendo un año realmente bueno. Él es uno de los más grandes bateadores que jamás se haya parado en la caja de bateo. Y él está teniendo un año histórico de locura, incluso jugando con lesiones en la ingle y el abdomen que le ha quitado poder (.246 en septiembre, con solamente dos extra-bases). Así que este debate se reduce, una vez más, a cómo definimos "valioso".

Si hay alguna gente brillante que piensa que la única definición de "valioso" es "valor sobre jugador de reemplazo", se les permite verlo de esa forma. O cualquier forma. Pero ellos no tienen el derecho de menospreciar a aquellos que lo vean diferente. La charla del JMV siempre ha involucrado diferenciar al jugador más "valioso" de la liga del jugador más destacable. Así que no entiendo la lógica que, aparentemente, ya no podemos siguiera contemplar la pregunta, "¿este equipo posiblemente pudo ganar o contender si el Jugador X no hubiera estado con ellos para hacer sus aportaciones? El hecho es que, aunque es claro que no es culpa de Trout que los Angelinos hayan pasado solamente un día en toda la temporada por encima de .500, esa es la cruda realidad. ¿Cuándo fue la última vez que su equipo jugó un partido que importaba? ¿Memorial Day? Ese no fue el caso el año pasado. Los Angelinos de hecho ganaron más partidos que los Tigres. Ellos no fueron eliminados sino hasta la última semana de la temporada. Pero este año ha sido muy distinto. Y si ustedes no creen que es más significativo y con más presión el ser un jugador que marque la diferencia -- dejen de lado el ser un jugador que marque una diferencia histórica -- en un equipo que debe esforzarse durante seis meses para ganar algo, pregúntenle a cualquier jugador que lo haya hecho. Ellos lo saben. Y no necesitan puntos decimales para decirles. Entonces, este voto, un año después, va para Miguel Cabrera. No porque yo no entienda lo especial que es Mike Trout. Porque, después de pensarlo mucho, tengo derecho a llegar a una conclusión distinta luego de una temporada muy diferente.

JMV Liga Nacional: Andrew McCutchen, Piratas

Mientras tanto, en la Liga Nacional, no hay nada de qué discutir -- porque Andrew McCutchen es el JMV para todos los votantes (salvo aquellos posibles electores renegados en lugares como San Luis y Atlanta). Para los tradicionalistas que adoran a un muchacho con una enorme sonrisa, buenas estadísticas y una gran historia, McCutchen está hecho a la medida. Por pelear con los líderes de la liga en todas las categorías de estadísticas honradas -- hits, carreras, dobles, robos, bases por bolas y, por supuesto, el título de bateo. Por tener una segunda mitad monstruosa (.342/.442/.558) para un equipo que necesita toda la ofensiva posible. Y, con 38 dobles, está en posición de potencialmente unirse a Mike Trout como los únicos jugadores del béisbol con 20 jonrones, 20 robos y 40 dobles. Pero también preparen sus hojas de cálculo, porque McCutchen también es un sueño para los aficionados de los sabermétricos. Él encabeza a todos los jugadores de posición en el componente ofensivo de WAR (7.3). Es segundo en OPS Ajustado. Es un gran corredor de bases. Gran defensor. Enciende la columna de Poder/Velocidad. Va cuello a cuello con Joey Votto por el liderato de una estadística de FanGraphs que quizá nunca hayan escuchado, llamada WPA/Li, que mide lo que un pelotero contribuye a las Expectativas de Victoria de su equipo, y lo relaciona con la forma en cómo juega en situaciones de alto riesgo.

Pero, ¿saben algo? En el caso de McCutchen, lo que él significa para los Piratas no puede ser resumido por cualquier cifra, de la vieja época o de la nueva época. Lo que es él, sobre todo, es un jugador especial que llegó en un momento especial en la vida de esta franquicia. Y él cubre la descripción clásica de JMV de cualquier era. "Si ustedes ven a cualquiera de los equipos de playoff", dice Neal Huntington, su gerente general, "y preguntan, 'Si quitaras a un jugador de la alineación, qué tipo de impacto tendría', no puedo ver a nadie en el béisbol que sea más importante para su equipo que Andrew McCutchen. Si lo sacaran de nuestra alineación, honestamente no sé si todavía seríamos un equipo de playoffs". Bueno, respondámosle la pregunta. Por supuesto que no. ¿Equipo de playoffs? Ellos ni siquiera serían un equipo de .500 sin él. Entonces, ¿qué hay que debatir? El caso está oficialmente cerrado.

Jugador Menos Valioso de la Liga Americana: Josh Johnson y los Azulejos

Hace seis meses, elegí a Josh Johnson para ganar el Premio Cy Young de la Liga Americana. Elegí a los Azulejos para ganar la División Este de la Liga Americana. Pensé que su canje monstruoso con los Marlins había sido algo genial. Incluso pensé que Melky Cabrera sería una buena apuesta. Así que, es seguro decir que no estoy en posición para criticar al equipo y a su ultra-pensante gerente general, Alex Anthopoulos, por todo lo que salió mal este año. Pero, por favor.

Hubo tantos candidatos con méritos en la categoría, que tuve que permitirles compartir este premio. Johnson tuvo marca de 2-8 en 16 aperturas, hizo su quinto y sexto viaje a la lista de lesionados en las últimas siete temporadas, acabó con la rotación, destrozó su mercado de agencia libre, y se convirtió en el segundo abridor en la historia de la franquicia (uniéndose a Lemanczyk) con una efectividad (6.20) y un WHIP (1.66) tan horribles con esa cantidad de innings. Melky tuvo un OPS de .682, consiguió cuatro extra-bases después de mayo, y luego se sometió a una cirugía en la espalda. Emilio Bonifacio y Maicer Izturis tuvieron un OPS por debajo de .600 y se combinaron para más errores (17) que robos (13). J.P. Arencibia bateó para .194, con un OBP de .229 y 56 ponches más (147) que hits (91), y aparentemente no estaba realmente contento, que su equipo de narradores decidieron mencionar eso. Él también ayudó a que los Azulejos se convirtieran solamente en el cuarto equipo en los últimos 40 años que tiene a tres receptores diferentes (Arencibia, Josh Thole, Henry Blanco) que batean por debajo de la Línea Mendoza (en 40 o más apariciones al plato). Y la rotación que se suponía sería la columna terminó en el sitio 29 de efectividad en las Mayores (4.80) y en innings por apertura (5.57).

Normalmente, el premio al Jugador Menos Valioso es un logro individual. Pero estos Azulejos nos recordaron que, de vez en cuando, necesitamos tomar a todo un grupo y preguntar: "¿Qué rayos acaba de ocurrir?".

Jugador Menos Valioso Liga Nacional: B.J. Upton, Bravos

Tendría mucho sentido beisbolero si B.J. Upton sale este octubre y batea para .700, con 12 jonrones, 18 robos y logra 25 Joyas a la Defensiva -- porque uno de estos días, o semanas, o siglos, alguien con tanto talento tiene que hacer algo productivo. ¿Cierto? Pero, ¿hasta el momento? Wow. La primera temporada de un contrato por cinco años y $75.25 millones, y todo lo que ha hecho el jugador mejor pagado en la historia de los Bravos es ponerse en la pelea para ser la debacle de agencia libre más grande de todos los tiempos.

Tampoco uso palabras como "debacle" a la ligera. Pero, vaya que aplican para alguien que (¿tienen a la mano las pastillas para el dolor de cabeza?)... ha bateado .184, el segundo porcentaje más bajo en todo el deporte para jugadores con al menos 400 apariciones al plato (superando solamente al .181 de su compañero Dan Uggla) ... tuvo un slugging de .289, promedio menor que -- no bromeamos -- Juan Pierre, Adeiny Hechavarria y Ben (Todavía sin jonrones en 1,304 turnos al bate de por vida) Revere ... se fue de 28-0 (con 18 ponches) cuando tenía corredores en tercera base... bateó .157/.227/.222 contra los pitchers zurdos... bateó un alucinante .108 (de 93-10, con 42 ponches) con corredores en posición de anotar... se fue de 54-4 (.074), con 27 ponches y sin cuadrangulares, con dos outs y corredores en posición de anotar.. y ha bateado .106 hasta el momento en septiembre, de 36-1, con 19 ponches.

Así que, ¿cuál es la palabra para describir el hecho de que los Bravos ganarán su división por aproximadamente 10 juegos, y su más grande adquisición del receso de temporada ha tenido un año tan desastroso? Bueno, quizá elijan "milagro" para describirla. Pero yo usaré "histórica". Antes de esto, ningún equipo había terminado en primer lugar mientras tenía a un jugador de posición regular (uno con al menos 400 turnos al bat) que bateara por debajo de .190, desde que los Medias Blancas de 1906 lo hicieran con su propio bateador de .183 (Lee Tannehill) jugando la tercera base. Y ahora los Bravos están a punto de terminar primeros con dos regulares (Upton y Uggla) que reúnen esa descripción. Sorprendente.

Cy Young Liga Americana: Max Scherzer, Tigres

Ustedes deberían saber, de inmediato, que si, por alguna especie de milagro, los votantes están de acuerdo conmigo en estas selecciones, los Tigres se convertirán en solamente el noveno equipo de la Liga Americana que produce un dúo de JMV/Cy Young en la misma temporada. (El último que lo hizo, de acuerdo a Steve Kornacki de FoxSports Detroit: los Mellizos en 2006, con Justin Morneau y Johan Santana.) Pero esto no es lo único que conecta a Max Scherzer y Miguel Cabrera estos días.

Al igual que Cabrera, la candidatura de Scherzer para el Cy Young también es atacada por mucha gente brillante. Y aunque ellos exponen sus argumentos a favor de Chris Sale y Yu Darvish, lo que muchos hacen en realidad es intentar recordarnos que la alguna vez exaltada "Victoria" es de hecho la estadística más sobrevalorada desde el "Hold". Bueno, la verdad es que estoy de acuerdo en el concepto. Si ustedes piensan que las "Victorias" significan lo mismo que en, digamos, 1922, necesitan observar detenidamente, digamos, la línea estadística de Jeremy Hellickson (12-9, 5.16). Él es una prueba viviente de que las "Victorias", sin conexión a otra cosa, están sobrevaloradas.

Pero ahora que tocamos el tema, de hecho pienso que la temporada de Max Scherer ha sido menospreciada, al menos por todas aquellas personas cuya misión en la vida es eliminar las "Victorias" de la hoja estadística más cercana a ustedes. No es fácil ignorar el récord ganados-perdidos de un pitcher que ha logrado marca de 21-3. Pero hagámoslo. Y ustedes descubrirán que Scherzer encabeza la Liga Americana en ERA Ajustado y WHIP. Y el porcentaje de embasarse y el OPS de los pobres bateadores que deben enfrentarlo son los más bajos en su liga. Pero sigamos. Scherzer también se clasifica entre los tres mejores de la Liga Americana en ponches, relación de ponches, FIP, WAR para lanzadores, promedio de bateo del rival, aperturas de calidad y porcentaje de aperturas de calidad.

Así que permítanme preguntarles: ¿Quién más de los candidatos al Cy Young puede decir eso? Respuesta correcta: Ninguno. Así que, ¿debería admitir que, de alguna forma, este pintoresco récord de 21-3 que ha acumulado es producto del gigantesco soporte de carreras (tercero mejor de la Liga Americana)? Sin duda. ¿Y él le debe un enorme regalo de agradecimiento a su bullpen, que no ha permitido más de una carrera luego que él saliera del partido en 25 de sus 31 aperturas? Por supuesto. Pero no me digan que solamente un adorador de las "Victorias" le daría un voto del Cy Young a alguien con un WHIP por debajo de 1.00 y 10 ponches por cada nueve entradas. Este voto para Max Scherzer por una sola razón: Él se lo ganó.

Cy Young Liga Nacional: Clayton Kershaw, Dodgers

Hay muchas cosas en el béisbol que no comprendo totalmente. Pero, por favor, ¿puede decirme alguien por qué Clayton Kershaw no es celebrado universalmente de forma oficial como el Mejor Pitcher del Béisbol, en un estilo "Verlander"? ¿Sabían ustedes que él está a punto de convertirse en el quinto lanzador que encabeza su liga en efectividad tres temporadas en fila? Los otros: Greg Maddux, Roger Clemens, Sandy Koufax y Lefty Grove. Quienes quiera que sean ellos. Y eso no es todo.

¿Sabían ustedes que Kershaw también está a punto de convertirse en el séptimo lanzador en la historia que encabeza su liga en WHIP tres campañas en fila? Los otros: Maddux, Koufax y Grove, además de Johan Santana, Carl Hubbell y Baba Adams. ¿Y sabían ustedes que, si ven más allá de la Puig-manía, fiestas en alberca y otras alocadas historias relacionadas con los Dodgers, descubrirán que Kershaw está teniendo una temporada tan dominante, que si la medimos basados en efectividad (1.88), WHIP (0.92) y promedio de bateo del rival (.195), desde que el montículo fue reducido en 1969, solamente Pedro Martinez (en el año 2000) fue el único que igualó o superó esos números?

Toda esta brillantez ha ocurrido frente a sus ojos, damas y caballeros, cortesía de un muchacho que no tiene ni siquiera 25 años, que lanza para una de las franquicias más históricas del país y que no tiene razón para no ser uno de los peloteros con vida que genera más alboroto. Así que, ¿él es menospreciado? No lo entiendo. Pero la buena noticia es: Él lo conseguirá -- otro Premio Cy Young, a menos que ocurra uno de los errores más grandes en la justicia beisbolera.

Cy Yuk de la Liga Americana: Phil Hughes, Yankees

Cuántos contendientes al Cy Yuk. Decisión difícil. Ya reconocimos el excelente trabajo de Josh Johnson para asegurarse que mi predicción para el Cy Young se convierta en posiblemente la más tonta en la historia del béisbol. Pude haberle dado este premio al ganador de la primera mitad, Joe Blanton (2-14, 6.04). Wade Davis (con su apantallante WHIP de 1.70) se metió a esta conversación. Y gracias a los nueve salvamentos desperdiciados de Jim Johnson (donde permitió 19 carreras en siete entradas), casi vimos nuestra primera edición de un pitcher que encabeza la liga en rescates y gana el Cy Yuk en la misma temporada. Pero, francamente, ninguno de ellos superó a Phil Hughes.

Era su año de agencia libre. Realizó 29 aperturas para un equipo que sabía que necesitaría un gran año de su rotación. Y Hughes salió para conseguir un récord de 4-14 con efectividad de 5.19 -- ven un año que inició caótico y solamente empeoró: 3-12, 5.69 luego del 4 de mayo... 1-10, 5.51 después del 6 de junio... 0-7, 6.26, con una línea estadística de .322/.364/.546/.910 en sus últimas 14 aperturas (en donde solamente fue más allá de la quinta entrada en cuatro ocasiones)... y 0-1, 9.00 en septiembre, promediando seis outs por apertura. Él realizó 11 inicios contra la División Este de la Liga Americana -- y no ganó ninguna. Tuvo un incomprensible 1-10, 6.32 en Yankee Stadium -- que no solamente rompió el récord de la franquicia de todos los tiempos como la peor efectividad en casa en una temporada (con 15 o más aperturas), pero también lo convirtieron en el segundo lanzador en la historia de cualquier franquicia que hace al menos 15 aperturas como local en una temporada y no gana por lo menos dos de ellas. (El otro: Phil Huffman, para los Azulejos, en 1970). Así que, jóvenes, tienen que admitirlo. El concepto del Cy Yuk no puede ser más feo que eso.

Cy Yuk de la Liga Nacional: Barry Zito, Gigantes

Es bueno que Barry Zito logró una victoria más, y un momento cálido más, en su despedida de los Gigantes el miércoles por la noche. Él quizá pasó los últimos siete años olvidando convertirse en Carl Hubbell. Pero él logró manejar muchas probables situaciones horribles y vergonzosas con un profesionalismo sorprendente. Así que él merecía un final mejor que el premio que estamos a punto de concederle. Zito ya había ganado el Premio Cy Yuk antes. Y realmente no le quería dar uno más. Pero qué horror. Esta fue una de las temporadas que tenía escrito Cy Yuk por todas partes.

Los bateadores que le enfrentaron batearon .319 este año, con un promedio de embasarse de .385 y un OPS de .875. Ningún pitcher en la historia de los Gigantes -- ni en el Polo Grounds ni al lado del Golden Gate -- había sido castigado para un promedio o un OPS tan alto. Vaya, Willie Mays tuvo un promedio de bateo, con los Gigantes, que fue 15 puntos más bajo que eso (.304) y un OBP idéntico (.385). Así que si cada bateador que llegue se convierte en Willie Mays, hum, entonces eso no es bueno. Además, Zito también permitió 40 imparables más (173) de la cifra de entradas trabajadas (133). Ningún lanzador de los Gigantes había hecho eso desde la apertura del AT&T Park (aunque en un año, Liván Hernández se quedó a dos tercios de entrada de conseguir eso).

Y cuando Zito se alejó del AT&T, es cuando su tren realmente se descarriló. En octubre pasado, como recordarán, él venció a los Cardenales en San Luis, en el quinto partido de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, en una actuación heroica que salvó la temporada de los Gigantes. Fue una gran noche. ¿Quién hubiera sabido que él nunca ganaría otro juego en gira con los Gigantes? Tuvo marca de 0-9, con efectividad de 9.56, en partidos en gira este año -- y su equipo se fue 0-11 en esas aperturas. Solamente siete lanzadores más en la era de la pelota viva se fueron 0-9 o peor con tal cifra de aperturas en gira en una temporada. Pero ninguno tuvo una efectividad remotamente cerca del estratosférico 9.56 de Zito (Lo más cercano que estuvo alguien: George Muray, 0-10, 6.75, para los Medias Rojas en 1923).

Ahora, no hay razón para sentirse mal por Zito. Él se quedó con 126 millones de la cuenta bancaria de los Gigantes en los últimos siete años. Pero ahora él obtendrá este hermoso regalo de despedida -- un último Premio Cy Yuk.

Novato del Año Liga Americana: Wil Myers, Rays

Wil Myers no jugó ningún partido en las Grandes Ligas este año sino hasta el encuentro 70 de la temporada de los Rays. ¡Qué bueno que vino de visita! Su equipo fue barrido en una doble cartelera ese día en Boston, para caer a 36-35, apenas por encima de Toronto en la carrera por el sótano de la División Este de la Liga Americana. Pero a partir de ese día, ellos se fueron 53-34*, el mejor récord de la Liga Americana, segundo mejor de todo el deporte (solamente superados por los Puigs de Los Ángeles). Eso no era lo único que realizaba Myers, obviamente. Pero, tres meses después, él era segundo de su equipo, detrás de un individuo llamado Longoria, en slugging (.476) y OPS (.829). Así que seguramente ellos no podrían haberlo hecho sin él.

Sin embargo, también es bueno para la carrera del premio al Novato del Año en la Liga Americana que Wil Myers haya llegado a visitar, porque era un grupo bastante pedestre. Ahora él encabeza a todos los novatos de la Liga Americana en slugging, OPS y carreras producidas. Y si él le da alcance a Oswaldo Arcia, quien está un jonrón arriba de él (14-13), Myers será el primer novato en la historia que lidere a todos los novatos de la Liga Americana en cuadrangulares y carreras producidas sin siquiera jugar 90 partidos.

Y eso les dice exactamente qué clase de año están viviendo los novatos de esta liga. Myers terminaría décimo en la votación para novato del año si jugara en la Liga Nacional. Pero, en esta liga, él tiene la suerte suficiente de dominar, nadie ha sido mejor.

Novato del Año Liga Nacional: José Fernández, Marlins

He votado por muchos premios en mi carrera. Me gusta hacerlo. Pero nunca había estado tan contento por no tener que votar, para cualquier premio importante, de lo que estoy este año mientras observo a otras personas romperse la cabeza tratando de averiguar los tres nombres que pertenecen a la boleta del Novato del Año en la Liga Nacional. Esa boleta solamente tiene tres espacios -- pero necesita aproximadamente 12.

Cuento a 10 novatos de la Liga Nacional que han conseguido el mismo número en el WAR (Victorias sobre reemplazo), de acuerdo a FanGraphs, de lo que ha conseguido el líder entre los novatos de la Liga Americana, Wil Myers (quien está en 2.1). Y la lista ni siquiera incluye a dos peloteros que yo seguiría muy de cerca si ellos jugaran en la Liga Americana: Evan Gattis y Jedd Gyorko.

Así que encontrar la forma de cómo llenar el resto de la boleta es imposible. Pero incluso descifrar los primeros dos lugares es una pesadilla. No tienen idea de lo difícil que es no darle un voto de primer lugar a Yasiel Puig -- a menos que piensen que los novatos con un OPS de .936 llegan todos los años. (Solo para referencias futuras, los otros novatos de la Liga Nacional desde la Segunda Guerra Mundial con un OPS tan alto, y con tal cantidad de viajes al plato, son Albert Pujols, Ryan Braun, Lance Berkman y -- ¡por supuesto! -- Bernie Carbo).

Pero no puedo votar por Puig delante de José Fernández, un muchacho que posiblemente tuvo la mejor temporada de novato para un pitcher abridor en la era moderna. Sí, en serio. Díganme el nombre que quieran: Gooden, Valenzuela, Nomo, Wood, Fidrych, Darvish. Ellos no tuvieron un mejor año de novato del que Fernández acaba de conseguir. Su temporada se clasifica como número uno en la era de la pelota viva en ERA Ajustado (177), promedio de bateo del rival (.182), slugging del rival (.265) y OPS del rival (.533). Pueden revisarlo. Pero hay más. Él se fue 9-0, con efectividad de 1.19 en la psicodélica Pecera en Miami este año -- una marca como local igualada solamente por Orel Hershiser (9-0, 1.08) entre los novatos de la era de la pelota viva.

El equipo de Fernández se fue 18-10 cuando él lanzó -- y un espantoso 41-90 cuando alguien más abrió los partidos. Él fue el primer abridor novato con un WHIP por debajo de 1.00 (0.98) desde que el béisbol redujo la altura del montículo en 1969. Y luego está esto: Él de hecho tuvo un promedio más alto cuando él bateaba (.220), que cuando los bateadores de los demás equipos hacían frente a él (.182). Hace algún tiempo, cuando Fernández brincó desde la sucursal Clase-A para quedarse en el roster de las Mayores tras el entrenamiento primaveral, a los 20 años, nos preguntábamos qué estaba haciendo él en las Grandes Ligas. En septiembre, nos preguntábamos dónde lo ubicábamos en nuestras boletas del Cy Young.

Mánager del Año Liga Americana: Terry Francona, Indios

¿Ustedes pensaron que él estaba loco, verdad? Dejar la (ejem) comodidad de ESPN para ir a dirigir a un equipo que recién había perdido 94 partidos, con un diferencial de carreras de -178. ¿Qué genio, dos veces ganador de la Serie Mundial, haría eso? Bueno, Terry Francona. Ese es quien lo haría. En una temporada donde una buena cantidad de sus colegas dirigentes en la Liga Americana (John Farrell, Joe Girardi, Bob Melvin, Joe Maddon, etc.) han trabajado cierta dosis notable de su propia magia, todavía es el hombre que fue a Cleveland quien logró llegar hasta la cima de esta montaña.

Terry Francona dirige un juego, y prepara a su equipo para jugar, tan bien como cualquier otra persona en el béisbol. Pero, más allá de eso, quizá no haya ningún otro mánager en este deporte que pueda igualar sus habilidades humanas sin igual. "Él se preocupa tanto", dice su gerente general, Chris Antonetti, "acerca de cada jugador, y trabaja de forma incesante para ponerlos en una posición para tener éxito". Y los standings les dicen todo lo que necesitan saber acerca de lo bien que ha funcionado eso. Los Indios tienen más talento de lo que la gente quiere reconocer. Pero nada de eso sería posible sin el flujo interminable de energía positiva del mánager.

Mánager del Año Liga Nacional: Clint Hurdle, Piratas

Y, hablando de energía positiva, si alguna vez han escuchado hablar a Clint Hurdle, conocen el tipo de pensamientos animados e inspiracionales que fluyen de él, prácticamente de forma incesante, en torrentes profundos, enfáticos y a menudo poéticos. Hay algo que es tanto evangélico como volcánico acerca de este hombre. Él no solamente enuncia sus pensamientos. Él hace erupción. Y cuando él habla, es imposible no escucharlo –incluso si están al otro lado de la ciudad, atendiendo sus propios problemas, mientras devoran un sándwich de Primanti Brothers.

¿Y qué otra franquicia sería la ideal para la personalidad efusiva de Hurdle que no fuera la de los Piratas–un equipo con dos décadas de malos recuerdos para borrar, sin mencionar el tener que lidiar con dos devastadores colapsos en la segunda mitad? Bueno, el mánager no permitiría que quedaran cicatrices por la forma como terminaron 2011 y 2012. Y, como él fue alguna vez una estrella joven y brillante que aprendió a cómo lidiar con el fracaso, él puede identificarse con sus tropas en todos los niveles, luego de que han pasado por todo eso. Ustedes ven los resultados ante sus miradas este año. Quizá este equipo iría a la Fiesta de Octubre con o sin él. Pero desde el momento en que él vistió el jersey negro y oro, él se ha visto como el hombre correcto, en el lugar correcto, en el momento correcto.

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