Especial para ESPN.com 10y

Brasil goleó a Italia en la final

CIUDAD DE MÉXICO -- Todo campeón debe superarse en humildad, bravura, técnica y determinación de victoria. Eso sucedió ayer con Brasil, que venció a Italia por 4-1 y conquistó -con total justicia- el título de campeón de la IX Copa del Mundo y obtuvo -con la misma justicia- la posesión definitiva de la Copa Jules Rimet.

Dicen las leyendas que quien marca el primer gol en una final de Copa, acaba derrotado. Sin embargo, la Selección de Brasil le demostró a las 140 mil personas que colmaron el estadio Azteca y a las 700 millones que vieron el juego por televisión que eso es sólo un mito. Pelé marcó el primer gol y Bonisegna empató para Italia, pero los brasileños fueron hacia adelante y marcaron tres goles más. Era el fin de aquella leyenda.

De Sisti afirmó, antes del partido: "Vamos a ser protagonistas de la finalísima"; Domenghini agregó: "Contamos con la fragilidad de la defensa brasileña"; y Mazzolla completó: "Pueden comprar la champaña".

Sin embargo, en la final corrió, y mucho, la cachaça brasileña.

EL ESCENARIO DE LA FINAL
Nunca, desde su inauguración el 26 de mayo de 1966, el Azteca tuvo una concurrencia tan grande. A pesar de la lluvia que se largó antes del encuentro, las entradas llegaron a ser vendidas por 159 dólares (...)

El campo de juego fue remodelado totalmente por el director del estadio, Manuel Sánchez Ávila, quien puso a 35 jardineros a trabajar para que esté en perfectas condiciones. Allí, actuó una banda de música mexicana en la ceremonia de clausura, que tuvo también balones gigantes con los colores de los semifinalistas. En ese momento se hicieron escuchar los 5 mil brasileños y también los italianos que llevaban una bandera con la leyenda "Forza Italia".

¿RIVELINO ESTÁ MAL?
El partido comenzó con Italia lanzado al ataque, pero la primera atajada fue una excelente de Albertosi. Al minuto y medio de juego, Riva -de Italia- escaló por la izquierda y sacó un gran remate que Félix controló. Luego fue Domenghini quien intentó y volvió a atajar el brasileño.

Rivelino comandó un ataque junto a Carlos Alberto. Fue Everaldo quien disparó y Albertosi atajó. Luego, hubo una infracción de Facchetti contra Jairzinho. Rivelino cobró el tiro libre y pateó alto, muy alto. Entonces, el público se extrañó y comenzó a preguntarse: ¿qué pasó con la zurda de Rivelino? Por la televisión, Joao Saldanha explicó que el problema fueron los botines, que no son ideal para terreno mojado.

Enseguida, Mazzolla intentó y Félix volvió a defender bien. Luego, hay un tiro de esquina que vuelve a sacar Rivelino. Una vez más, la pelota se va muy arriba. "Son los botines", repite Saldanha por TV.

EL GRAN EVERALDO
El juego estaba bien para Brasil. En la defensa, brilla Everaldo, quien corta todos los ataques en su sector. Clodoaldo también lo hace bien, como Brito, a pesar de que no llegó a cortar un tiro de Burgnich. Tras un intento brasileño, Riva llegó y Félix actuó con suficiencia. Nuestro arquero se mostraba muy seguro.

Riva llegó otra vez con peligro y Carlos Alberto cortó con falta. Bonisegna centró por sobre Félix y quien despejó fue Brito. Luego, otra vez ataca Italia con un córner, pero se mostró atento Gerson. Enseguida, Everaldo salió con gran talento y combinó con Rivelino, pero fue Tostao quien no aprovechó el ataque.

PELÉ, EL PRIMER GOL
Rivelino desbordó con la pelota por la izquierda, tocó con Everaldo y este habilitó a Tostao. Éste centró y Facchetti la sacó al lateral. El mismo Tostao puso la pelota en juego y Rivelino, de zurda, le da un pase con precisión matemática a Pelé, en el lado derecho del área. Tras luchar con Rosato, Pelé cabeceó y marcó el primer gol de Brasil. Explotó la torcida en el Azteca y en todo el país.

LA RESPUESTA ITALIANA
Rápidamente retrucaron los italianos y Félix volvió a mostrarse seguro. Después fue Brito quien salvó la valla. Pero a los 23 minutos Brito perdió la marca de Riva y Félix tuvo que salir del área para cortar, Mazzolla centró, Brito volvió a fallar y Piazza no pudo acertar.

Después, hubo un avance de Brasil, tras una infracción sobre Rivelino. Los italianos no sufrieron y volvieron a lanzarse al ataque. Mazzola condujo y Brito volvió a fallar, pero esta vez salvó Clodoaldo. Luego, respondió la Verdeamarela con Pelé, quien fue derribad por Burgnich. Rivelino volvió a cobrar alto, casi a las tribunas. "Son los botines, ¿por qué no se los cambia", exclamó Saldanha por TV.

FÉLIX SALVA
Gerson intentó de larga distancia, a los 30 minutos de juevo, pero Albertosi se mostró seguro. Luego combinaron Gerson y Everaldo, pero la pelota se fue afuera. Enseguida, Riva habilitó a Bonisegna y éste entregó a Piazza, quien gambeteó y disparó desviado. Tras el córner, Félix demostró por primera vez en la Copa del Mundo su rapidez y despejó con los puños.

Clodoaldo centró para Pelé, quien cabeceó fuera justo cuando Jairzinho estaba en una posición mejor para definir. Un minuto después, el mismo Jairzinho provocó una confusión en el área italiana pero Tostao no lo aprovechó. Luego, Rivelino recibió de Carlos Alberto en la derecha, gambeteó de manera espectacular a De Sisti pero remató afuera.

CLODOALDO SALTA, ES GOL
Clodoaldo estaba muy bien en el partido. Pero a los 37 minutos, Pelé perdió la pelota en ataque e Italia salió rápido, entonces Clodoaldo saltó para tirar una chilena pero falló y Bonisegna tomó el balón y se lo entregó a Riva. El campo estaba libre para el italiano, quien le devolvió el pase a su compañero. Félix salió a cortar y en todo Brasil se contuvo la respiración. Así, Bonisegna tiró con el arco vacío y marcó el empate.

Todo en Brasil fue silencio en ese momento. Pero la Selección de Zagalo no se desanimó y Clodoaldo tampoco se mostró tocado. Él lideró un ataque que finalizó con un remate de Tostao a las manos de Albertosi. Luego, Rivelino sacó un tiro libre y Pelé no alcanzó a definir.

UN GOL QUE NO VALIÓ
Faltaban dos minutos para terminar el primer tiempo y una nación entera se desesperaba, pero el Seleccionado no. Carlos Alberto habilitó a Rivelino, quien gambeteó a dos italianos y le dio un pase a Pelé. O Rei se la entregó a Gerson, quien tiró desviado.

Italia respondió pero Félix controló una vez más. Enseguida, Everaldo toca con Rivelino, quien recibió una falta de Bertini. Extrañamente, el árbitro Rudolf Gloeckner advirtió al brasileño. Gerson cobró la falta en el mismo instante en el que Gloeckner estaba pitando el final del primer tiempo. Pelé, en el área, mandó la pelota al fondo del arco. Todos reclaman, pero el juez estaba en lo cierto al no convalidar el tanto.

EL FIN DE UNA LEYENDA
En el segundo tiempo, la Selección de Brasil ingresó al campo de juego dispuesta a acabar con la leyenda explicada en el inicio de esta crónica. El primer ataque fue de Pelé y Tostao, después Everaldo le quitó la pelota a Mazzola y armó un nuevo avance con Rivelino. Éste tocó con Jair, quien sufrió una falta. Gerson cobró y Pelé recibió otra infracción, pero el juez no cobró nada.

Jairzinho lideró otro ataque y fue derrumbado, lo mismo que Pelé segundos después. Rivelino cobró el tiro
libre y Albertosi despejó una bomba del brasileño. Enseguida, Pelé recibió de Gerson y entró al área pero no concretó. Luego de un tiro libre de Gerson que pegó en la barrera, reaccionaron los italianos con Facchetti, Bonisegna y Domenghini. Provocaron un tiro de esquina pero Burgsnich cabeceó desviado.

RIVELINO REACCIONÓ
Rivelino recibió de Tostao, trabajó muy bien con la pelota pero remató muy alto. Luego, Mazzola avanzó pero fue bien marcado por Piazza antes de definir. Piazza hizo un gran partido.

A los trece minutos, Tostao tocó con Rivelino, quien partió con mucha velocidad hacia el área adversaria y fue derribado. Pelé cobró la falta pero tiró muy desviado. ¿Habrán sido los botines también? Luego, o Rei y Tostao lideraron un ataque y Jairo recibió otra falta. Tiro libre indirecto. Gerson envió para Rivelino y éste reventó el travesaño. La torcida de Brasil vuelve a vibrar y Piazza vuelve a habilitar a Rivelino, quien toca con Carlos Alberto. Albertosi controló esa jugada.

FALTAS, FALTAS Y FALTAS
Tras una encuentro entre Clodoaldo y Carlos Alberto, Pelé sufrió una falta de Burgnich. En el envío, Rivelino tiró por arriba del travesaño una vez más. Sin embargo, el juez mandó a repetir el cobro porque la barrera se movió. La pelota fue al área y Gerson tiró desviado.

En la respuesta, Riva cabeceó afuera pero el árbitro dio córner para Italia. Cobró Domenghini y Félix controló. Iban 20 minutos del segundo tiempo cuando Rivelino avanzó, tocó con Gerson y éste con Clodoaldo y Carlos Alberto. Llegó el centro al área y Tostao cabeceó lejos.

LA VENGANZA DE GERSON
Iban 20 minutos y Rivelino atacó con decisión hacia el arco de Albertosi. Fue derribado y Carlos Alberto cobró la falta hacia el área. Allí, Gerson aprovechó el error de la defensa y convirtió el segundo gol de Brasil. Faltaban 24 minutos para que el Scratch sea campeón del mundo. Entonces, Jair ataca junto a Gerson pero Tostao pierde.

Tras esa acción, Domenghini le dio una patada a Pelé, pero no fue expulsado. Carlos Alberto respondió con un pase largo para Gerson, quien esta vez remató cruzado y afuera. Luego, Domenghini vuelve a cometerle infracción a Pelé. Brasil no concretó e Italia respondió con un remate de Bertini.

JAIRZINHO, EL HURACÁN
Everaldo cobró una falta para Gerson, quien centró para Pelé. Éste no pudo definir y volvió a tirar un centro, esta vez para Jairzinho, quien sólo tuvo que tocar la pelota para vencer a Albertosi. Iban 26 minutos y Brasil se ponía 3-1 arriba. Las banderas brasileñas volvían a bailar en el Azteca.

Dos minutos después, Rivelino gambeteó a Burgnich y Gerson intentó pero no pudo definir. El técnico italiano Valcareggi veía aproximarse a la derrota.

AHORA SÍ ES DE BRASIL
A los 32 minutos, Brasil segúa atacando. Rivelino combinó con Everaldo y Gerson, quien devolvió para Rivelino. El jugador brasileño buscaba su gol, pero no pudo concretar. Luego disparó desviado Pelé y volvió a tener una oportunidad Tostao. Tras una llegada de Riva, Albertosi volvió a salvar a Italia cuando faltaban ocho minutos para el final.

CARLOS ALBERTO, APOTEÓSICO
A los 42 minutos, Carlos Alberto recibió un pase de Pelé tras una buena jugada entre Tostao, Clodoaldo, Rivelino y Jairzinho y convirtió un verdadero golazo, el cuarto de Brasil. Los torcedores lloraban porque el campeón de la Copa del Mundo ya estaba confirmado.

LAS LÁGRIMAS DE LA VICTORIA
Después del final del partido, Carlos Alberto levantó el trofeo Jules Rimet y todo Brasil comenzó un festejo muy merecido. Todos los jugadores se abrazaron en el estadio Azteca y ofrecieron la Copa a los espectadores que disfrutaron con su gran juego.


*Publicado en el diario Folha de Sao Paulo del 22 de junio de 1970.

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