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Antonio Brown en gran momento

PITTSBURGH -- Antonio Brown continúa insistiendo en que no hubo altercado con el coordinador ofensivo Todd Haley durante la derrota de los Pittsburgh Steelers ante los Cincinnati Bengals el mes pasado.

Tampoco se queja que el supuesto intercambio entre ambos haya tenido un ligero efecto en la selección de jugadas. Ambos sostienen que nada pasó, de hecho.

"Nunca fui hacia Todd ni dije nada, pero quien fuese que creara ese rumor, pudo haber creado algo positivo", consideró Brown.

Ciertamente creó algo positivo para Brown.

Sea por coincidencia o no, la producción de Brown ha despegado de cara al choque dominical contra Baltimore (3-3). Sus 30 recepciones a lo largo de los últimos tres partidos, empatan la racha más prolífica por un receptor abierto en la historia del equipo y, aunque es pronto, está en paso de romper el récord del club perteneciente a Hines Ward, con 112 recepciones en el 2002.

No hay dudas por qué cualquier rencor --real o imaginario-- entre él y Haley, está enterrado muy profundamente bajo el terreno del Heinz Field.

"Todd empleará a cualquier chico en este vestidor a su máxima habilidad para explotar defensivas y ayudar a ganar juegos para nuestro equipo", expresó Brown. "Así que, pienso que me está dando mayores oportunidades y colocándome en buena posición para tener éxito".

Ya sea que haya mencionado algo sobre su rol tras atrapar 11 pases a lo largo de las primeras dos semanas, números muy pobres, Brown ha pasado el último mes prosperando como el objetivo favorito de Ben Roethlisberger.

Atrapó nueve pases para una cifra máxima personal de 196 yardas y dos anotaciones en una derrota contra Chicago. Atrapó 12 pases una semana después contra Minnesota y añadió nueve más para 86 yardas en una victoria 19-6 sobre los New York Jets que rompió la caída libre de Pittsburgh.

A diferencia de muchos receptores principales, Brown tuvo que trabajar su sendero hacia la titularidad. Pasó sus primeras tres temporadas ascendiendo lentamente en la plantilla de profundidad, elevándose de recluta de sexta ronda a especialista de Pro Bowl a estelar. La experiencia permite a Haley explorar a Browns en una variedad de formaciones.

"Cuando Mike [Wallace] se fue, él sabía que tenía la oportunidad de destacar en ese rol y lo ha interiorizado, trabajo duro y está logrando jugadas", expuso Haley. "Eso es difícil cuando eres la persona, porque eres quien usualmente enfrenta doble cobertura que vemos en los juegos".

Pese a medir 5'10", los compañeros de Brown están maravillados con su habilidad para atacar el balón sin importar quién lo rodee.

"Bromeaba con él la semana pasada sobre su visión, ¿cuál es su visión?", compartió su compañero Jerrico Cotchery. "Porque parece que sabes cuándo va el balón en el aire, no sabe lo que pasa a su alrededor. Simplemente se aferra al balón [...] y cuando toma el balón con sus manos, buena suerte en derribarlo".

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