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Güemes y el día después en CUBA

Scrum

BUENOS AIRES -- Lentamente el raid mediático cubano comienza a aflojar su marcha. El partido del sábado, la fiesta que albergó más de seis mil personas, los valientes que obviaron la cama y se presentaron en los distintos programas y medios el domingo y los que repitieron el lunes vuelven a su vida normal.

Hay una diferencia, claro. Este plantel es campeón. Va a trabajar sabiéndose campeón. Vuelve a la facultad sabiéndose campeón. Lógico, con varias horas de sueño menos que las aconsejadas, pero quién les quita lo bailado. "Se hace difícil dormir. Estamos cayendo de a poco en lo que conseguimos. Pero te aseguro que estamos cada vez más contentos", le contaba Bautista Güemes a Scrum en el centro de la cancha 1 de Villa de Mayo, donde predomina el verde y las esquirlas de la fiesta de la coronación.

El mérito de CUBA, está clarísimo, es de merecido número uno. Pero si bien el equipo de los cuatro barrios trabajó desde el minuto cero de esta temporada 2013 y los tres años previos que coronaron este ciclo, su candidatura para campeón no aparecía en los primeros planos cuando arrancó el año. Gigantes como Hindú, SIC, el propio CASI con su fin de temporada 2012, o hasta Pucará, que luego se terminó quebrando antes de tiempo, vendían más.

"No nos imaginábamos esta repercusión. Creo que se fue dando por el año que tuvimos. Verlo a CUBA desde afuera era lindo. Gustaba porque más allá de si jugábamos bien o mal o ganábamos algunos partidos difíciles, siempre mostrábamos entrega, sacrificio, ganas. Se contagiaba todo el equipo y toda la gente", relataba el apertura.

-Lucas Piña dijo que CUBA va por todo, el Seven, el Nacional de Clubes. No hay descanso...

-Sí, quizás dijo que vamos por el Seven porque él no lo juega (risas). Estamos con ganas de ganarlo porque nunca pudimos hacerlo. Tenemos los jugadores y la voluntad de entrenar todos juntos y seguir. A partir de la semana la que viene volvemos a laburar pensando en eso. No se termina la temporada, están apareciendo un par de seleccionados en Buenos Aires tanto en XV como en Seven, así que falta mucho todavía.

-¿Ya te imaginaste entrenando sabiendo que sos campeón?

-Tenemos que aprovechar esta semana para festejar y después dejarlo un poco atrás. No olvidarlo porque es imposible, obvio, pero sí pasar un poco de todo esto y pensar en el Seven para, ahí sí, volver a festejar.

Fueron varios los partidos en los que CUBA no era el favorito para quedarse con el triunfo a lo largo de todo el torneo, pero terminó venciendo a las probabilidades. Los puntos de inflexión, según el pateador, fueron los siguientes: "Creo que empezamos muy bien la temporada ganándole a Pucará y a Newman. Vencer en la primera fecha del Top 14 a Alumni acá, y en la segunda al SIC fue impresionante. A partir de ese partido nos miramos a la cara y nos dijimos 'esto viene bien'".

-Fue la primera vez que dijiste públicamente que este equipo estaba para campeón...

-Sí, muchos lo venían diciendo, pero yo a principio de año en una reunión con los entrenadores llegué a pensar que no íbamos a clasificar. Viendo las zonas la veía muy difícil, el resto de los equipos estaban muy bien. No sé si no íbamos a entrar pero iba a ser muy complicado, no como se nos terminó dando. Por suerte, no tenía razón yo.

-¿Cómo sigue todo CUBA después de esto?

-En la semana vamos a ir a comer todos juntos, ya más interno. No tuvimos tiempo de estar con el plantel reunido después del partido, así que vamos a hacerlo y terminará, o no sé...quizás no (risas).