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El clásico encanto del juego 6

David Freese fue el último gran héroe de un sexto juego en 2011 Jeff Curry/USA TODAY Sports

Carlton Fisk saltando por la línea de primera base, agitando sus brazos para que su jonrón se mantuviera en terreno bueno… Kirby Puckett sacudiendo su puño como celebración mientras recorría las bases… La pelota rodando entre las piernas de Bill Buckner y hacia la historia...

Los Medias Rojas y Cardenales reanudarán la Serie Mundial el miércoles por la noche en Fenway Park. Los niños de Boston que tienen cinco años de edad esperan ansiosamente una victoria de los Medias Rojas para poder finalmente morir en paz, contentos de que ellos finalmente vieron ganar su equipo luego de media década de sufrimiento. (¿Pueden imaginar su dolor, aficionados de los Cachorros?). En el corazón del país, "La mejor afición del mundo©" espera y reza porque Michael Wacha haga ver la decisión de su equipo de no firmar de nuevo a Albert Pujols por $250 millones como una mucho más inteligente.

Y en Nueva York, los aficionados todavía se preguntan por qué las puertas de Yankee Stadium han estado cerradas durante todo el mes...

Mientras tanto, en el resto del país, los aficionados neutrales del béisbol anticipan el tipo de juego mágico que incluye un campo de maíz en Iowa o torres de iluminación que explotan. Después de todo, este es el sexto juego de la Serie Mundial, y el sexto juego es especial.

Todos siempre esperan ansiosamente un climático séptimo juego, pero yo prefiero el sexto partido. Es usualmente igual de emocionante que un séptimo juego y viene con el beneficio adicional que si el equipo que está abajo gana, somos recompensados con otro partido de béisbol antes de que llegue el invierno.

Como Jack Buck alguna vez le dijo a una nación de aficionados, "¡Y nos vemos mañana por la noche!".

Buck dijo eso luego que Puckett conectara el jonrón de la victoria en el cierre de la entrada 11 en el sexto juego de la Serie Mundial 1991. Con sus Mellizos abajo tres juegos a dos ante Atlanta, Puckett le dijo a sus compañeros, "Súbanse. ¡Yo conduzco el autobús!". Y luego, él realizó la conducción de autobús más emocionante que no fuera la de Sandra Bullock en "Speed." Puckett bateó un triple, anotó dos carreras, remolcó tres, atrapó una pelota contra el acrílico en jardín izquierdo-central y encendió a Minnesota con su sonrisa después de ese cuadrangular.

Jack Morris, nativo de Minnesota, tuvo una actuación aún más emocionante una noche después, cuando blanqueó a Atlanta por 10 innings. Pero a veces, el sexto juego es tan estremecedor que hace que el séptimo juego sea un pensamiento secundario.

Los Medias Rojas perdieron la Serie Mundial de 1975, pero los aficionados de Boston saborearán para siempre su victoria viniendo de atrás en el sexto juego, cuando Fred Lynn se estrelló contra el muro, Bernie Carbo empató el juego con un jonrón de tres carreras bateando como emergente en la octava, Dwight Evans le robó un vuelacercas a Joe Morgan en la apertura del capítulo 11 y Fisk ganó el partido con su jonrón en el cierra de la entrada número 12.

Los aficionados de Boston no recuerdan con tanto cariño el sexto juego de la Serie Mundial 1986, un partido tan agotador que los aficionados de ambos bandos necesitaron la suspensión por lluvia de la noche siguiente para recuperarse; pero, al igual que en 1975, ¿algún recuerdo del séptimo partido iguala aquella de Buckner agachado, mientras la pelota le pasa entre las piernas en el sexto juego?

El sexto partido a menudo produce memorias poderosas y duraderas como esas. Si son maravillosas o dolorosas depende del equipo al que apoyaran.

Don Denkinger decretando a Jorge Orta quieto en la primera base... Dusty Baker retando a los dioses del béisbol al darle la pelota a Russ Ortiz con una ventaja de 5-0... Los Texas Rangers a solamente un strike de ganar su primer campeonato... Los Vigilantes de Texas de nuevo a solamente un strike de ganar su primer campeonato... Los Vigilantes de Texas todavía buscando su primer campeonato...

A los Cardenales les quedaba un strike de vida -dos veces- contra los Vigilantes en esa serie de 2011. David Freese remolcó la carrera del empate con un triple en el cierre de la novena, con dos strikes y dos outs. Luego de un jonrón de Josh Hamilton en la apertura de la décima, los Cardenales empataron de nuevo cuando tenían otra vez solamente un strike de vida en el cierre de ese episodio. Y luego Freese lo ganó con un cuadrangular en la entrada número 11.

Se supone que no debes apoyar a nadie en el palco de prensa, pero ese sexto juego en 2011 fue tan emocionante, que varios reporteros (incluyéndome a mí), aplaudieron cuando los Cardenales empataron en la décima. No porque apoyáramos a San Luis, sino porque eso significaba que el drama continuaría.

Y eso es lo que apoyaré el miércoles. He estado fuera de casa por más de un mes. Extraño desesperadamente a mi esposa. Quiero comer algo que no venga en una caja. Pero no quiero que esto se acabe todavía.

Este octubre nos ha traído grand slams para empatar el juego y grand slams para ganarlo, actuaciones sublimes de pitchers novatos y múltiples juegos de 1-0 para comerse las uñas, partidos que han terminado con marcación de obstrucción y partidos que han terminado sorprendiendo al corredor fuera de base. Al igual que Torii Hunter y la barda del bullpen en Fenway, esta postemporada me puso de cabeza.

Y estoy preparado para que el juego de esta noche supere todo eso. Después de todo, es un sexto partido, y el sexto partido es especial. Y si todo acaba aquí, bueno, esperemos que sea con estilo.

Tom Glavine y Atlanta maniatando a Cleveland a sólo un imparable en la victoria 1-0... Dave Winfield pegando un doble por la línea de jardín izquierdo en Atlanta...Joe Carter botándole la pelota a Mitch Williams en Toronto... Los aficionados en el Yankee Stadium gritando "¡Re-ggie! ¡Re-ggie!"...