Martín Urruty 10y

De principio a fin

BUENOS AIRES -- Las mayores emociones del Gran Premio de Abu Dhabi ocurrieron al principio y al final. Así lo quiso Sebastian Vettel, el ganador, el cuádruple campeón ya consagrado, el más joven de la historia. En el arranque, la largada, el alemán jugó su carta ganadora. En el final, la celebración, regaló un festejo con trompos en la banquina, como una semana antes había hecho en la recta principal de India para festejar su coronación anticipada. En el medio, poco y nada. Lejos de Vettel, los demás lucharon, como desde hace tiempo, por los consuelos pendientes: puntos y una mejor posición en la Copa de Constructores, escalafón por el que se rige el reparto del dinero en Fórmula Uno.

Vettel neutralizó en el lance al rival más importante que tenía: su compañero Mark Webber, autor de la pole position. Los Red Bull RB9-Renault diseñados por Adrian Newey se lucen más cuando pueden partir adelante y encabezar el lote. Así trabaja mejor la aerodinámica pensada por el ingeniero inglés, incluido el aprovechamiento de los gases de escape para el apoyo del tren trasero. Por eso es tan importante la clasificación, un rubro en el cual el campeón siempre se destaca: Vettel lleva nueve carreras seguidas largando en primera fila (cuatro de ellas, desde la pole position).

El campeón tuvo en la partida la efectividad que le faltó a su compañero Webber, quien volvió a desperdiciar la pole, como había ocurrido en Japón. Vettel emparejó a Webber camino a la primera curva, al tiempo que Nico Rosberg logró colarse entre los Red Bull y quedó segundo, detrás de Seb. Mientras Rosberg trataba de mantener detrás a Webber, el puntero Vettel no tardó en construir una ventaja que le permitió manejar el ritmo del antepenúltimo Gran Premio de la temporada, mantener la punta cuando cumplió con su estrategia de dos paradas en boxes y ganar con medio minuto de ventaja. La tercera victoria en cinco carreras en Abu Dhabi es, también, la 37ª en la campaña del alemán (está a cuatro triunfos de Ayrton Senna, tercero en el historial de vencedores), la séptima consecutiva y la 11ª en 17 competencias esta temporada.

Con su triunfo en el circuito de Yas Marina, un complejo varias décadas adelantado y acaso por eso tan falto de carácter, Vettel empardó una marca histórica de victorias en fila. Bélgica, Italia, Singapur, Corea del Sur, Japón, India y Abu Dhabi, el hilván de Seb después del receso de verano en Europa, igualan los siete éxitos consecutivos conseguidos por su compatriota Michael Schumacher en 2004 y por el italiano Alberto Ascari en 1952 (seis fechas) y 1953 (una).

Cuando los dos calzaron los neumáticos medios, los más duros provistos por el fabricante, Webber pudo superar a Rosberg para completar el doblete de Red Bull. A esa hora, Vettel había desaparecido del alcance de su compañero. Webber, quien se retira del Mundial a fin de año para dedicarse a correr competencias de larga duración, aún busca su primera victoria de la temporada mientras su coequiper lleva 11 triunfos cuando al programa le queda la doble incursión por América: Austin, en Estados Unidos, y San Pablo, el cierre en Brasil.

La esperanza de que Kimi Räikkönen aportara emociones desde el último cajón de la grilla, consecuencia de la sanción por una anomalía en el piso del Lotus detectada luego de la clasificación, concluyó en la primera curva. El finlandés partió desde la parrilla aunque podría haberlo hecho desde boxes para evitar el embudo del viraje inicial. Apostó a los lugares que pudiera ganar en el pique. Sin embargo, cuando eligió el carril interno, Giedo van de Garde se cerró delante con el Caterham, los autos se tocaron y se rompió la dirección del Lotus. Räikkönen casi no corrió. Pocas horas antes había amenazado con no participar en los últimos dos Grandes Premios porque Lotus aún no le pagó un centavo de su contrato 2013. Por eso llegó a último momento a Abu Dhabi, directamente para los primeros entrenamientos. Sin embargo, horas antes de la competencia hubo un acuerdo entre Steve Robertson, apoderado de Räikkönen y Gerard Lopez, mandamás de la escudería, sobre la deuda que Lotus tiene con el piloto.

La lucha final por el quinto lugar, con Fernando Alonso, Paul di Resta y Lewis Hamilton como protagonistas, aportó algo de interés a una carrera previsible más allá de la primera curva. El asturiano mostró su estirpe para extraerle a su Ferrari más de lo que podría la media del plantel de pilotos, aunque eso lo lleve a excederse como ocurrió en la maniobra con Jean-Eric Vergne. En su vuelta a pista después de la segunda detención, Alonso se lanzó sobre Vergné, que no dejó lugar, pese a lo cual el asturiano lo superó lanzándose con la F138 por la banquina. Son los riesgos que debe tomar para recoger las migajas mientras Vettel elige cada día la mejor porción del pastel.

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