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BUENOS AIRES -- En 11 tests en este 2013, sólo una victoria contra Georgia y 10 derrotas. Es la cruda realidad. Los Pumas sufren este mal presente, que se profundizó con las derrotas en Europa con Inglaterra y Gales. La transición, esa de la que tanto se habló con el ingreso del seleccionado al Rugby Championship, continúa. ¿Se hizo más larga de lo que se esperaba? Capaz sí. Hubiese sido más lógico que esta racha consecutiva de derrotas se haya dado en 2012, en su primer año con las potencias del Sur. Pero no fue así y hubo triunfos contra Italia y Francia en junio, y Gales en Cardiff, además del empate con Sudáfrica en Mendoza. Hoy, Los Pumas no encuentran el camino dentro de la cancha. Ni con Santiago Phelan en lo que fue su último Rugby Championship al mando del equipo, ni con Daniel Hourcade, el head coach tucumano que se sumó para esta gira por el viejo continente por la renuncia de Tati a pocas semanas del viaje. En los partidos hay buenas intenciones, como por momentos en el primer tiempo en el Millennium, pero se siguen cometiendo muchos errores. Y no hay que tener miedo de decirlo: en la actualidad, Argentina está por debajo de Inglaterra y Gales. Y obviamente de Nueva Zelanda, Sudáfrica y Australia, los amplios dominadores en esta ventana internacional, con los que perdió todos sus encuentros en el RC. También de Irlanda y Francia, y capaz hasta de Escocia, que creció el último tiempo. Para Los Pumas no contar con Juan Martín Fernández Lobbe, su capitán, ni con Juan Figallo, Gonzalo Camacho y Juan Martín Hernández -pese a que no tuvo un gran nivel en los últimos tests- es dar mucha ventaja. Son piezas fundamentales para este plantel, no sólo por su juego, sino por lo que contagian. Encima ahora, en el duelo contra Italia, no estarán Patricio Albecete, Leonardo Senatore, Santiago Fernández y Marcelo Bosch (el mejor Puma de los últimos dos años) por compromisos con sus clubes. Es parte de la dura transición. El seleccionado, a diferencia de los otros países del Tier 1, no pueden contar con sus mejores jugadores para todos los partidos. Pasa en junio y también en noviembre. Es el derecho de piso que hay que pagar por tenerlos tres meses en el Rugby Championship, y la única manera para que los jugadores argentinos sigan teniendo contratos en Francia e Inglaterra. Así será hasta que la UAR pueda lograr esa franquicia en el Super Rugby, que podría darse a partir de 2016. Se vienen meses fundamentales para conseguirlo. Es la única alternativa para poder tener a todos, todo el tiempo. Pero dentro de este flojo presente hay algo positivo. Cinco Pumitas versión 2013 están hoy en Europa con Los Pumas. Y eso no es menor. Ahora capaz no da sus frutos, pero más adelante seguro que sí. Pablo Matera, con 20 años, se ganó un lugar entre los titulares. Ya Matías Díaz y Tomás Lavanini sumaron experiencia, pese a no haber jugado mucho. Y los Santiagos, Cordero e Iglesias Valdez, demostraron que tienen con qué pelear contra los grandes. También aparecen otros que quieren su oportunidad, como Javier Rojas y Matías Moroni. El recambio está, producto del buen trabajo del PladAR en los últimos años. El problema es que las urgencias los hacen crecer demasiado de golpe. Es la cruda realidad. Estos Pumas no son los del 2007 ni los del 2011. Eso ya quedó atrás. Tienen que volver a empezar, con humildad y sacrificio. Ese es el mensaje que bajan los jugadores más experimentados por estos días. Y así tiene que ser. Falta una dura prueba con Italia y no sería ilógico que Argentina pierda en Roma. Ojalá llegue ese triunfo que calme las aguas. Pero es momento de pensar a futuro, sin volverse loco en este duro presente.
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