Ricardo Mayorga 10y

El discurso del Piojo

MIAMI -- Con los últimos dos resultados de México en la repesca de la Eliminatoria Mundial quedó demostrado que uno de los más serios problemas que encaró el Tri en su accidentado camino con destino a Brasil fue su primer cuerpo técnico y la desagradable actitud e imagen que transmitía el grupo, quizá con la excepción sana del "Flaco" Tena.

Los demás desde el "Chepo" para abajo fueron desafortunadamente la "quinta esencia" de la arrogancia y así les fue. Un grupo cuestionado desde el comienzo por su diálogo, aunque sostenido por los engañosos resultados de amistosos cómodos, más organizados con fines económicos que competitivos. Dos años de "engaño", apoyados en la cortina de humo de las visitas a los confortables estadios de los Estados Unidos.

Por su población, al norte del Río Bravo de más de 40 millones de mexicanos, el atractivo de ofrecer un producto como el Tricolor seduce a empresas y patrocinadores que ven en el futbol de la selección azteca el vehículo ideal para promocionar y vender. Como negocio notable y en ese renglón la Federación Mexicana cumple con su tarea de fortalecer sus finanzas para con ellas desarrollar su competencia.

Pero la competencia no apareció y cumpliendo compromisos, muchos de ellos de medio pelo deportivo, con esos resultados le alcanzó al "Chepo" para construir su "imagen ganadora". La realidad de la verdadera competencia devolvió la realidad del mal trabajo del cuerpo técnico entonces de la Selección Mexicana. De la Torre se dedicó a pelearse con sus críticos y fue rompiendo puentes que luego no tuvo cuando los resultados dieron la espalada.

Del Agrio sabor del "Chepo" y sin contar con el "breve" manoseo de Vucetich, se paso a la alegría y al optimismo del "Piojo". Otro mensaje. Refrescante y conciliador que encaró con su lenguaje callejero, sin temores, el reto inmediato que debía afrontar.

El Piojo no tiene la culpa que Nueva Zelanda llegara en el paupérrimo estado que llegó a esta repesca y en condiciones futbolísticas tan marcadamente pobres. México más que futbol necesitaba aire fresco y con Herrera lo consiguió. Por auténtico y por Señor.

El "Piojito", como cariñosamente le decimos desde muchos medios, es la imagen viva del amigo al que le creen los jugadores, los directivos, los medios, los patrocinadores y el público.

Se despeina y grita en la zona técnica y eso no lo hace mejor técnico, pero si lo hace terrenal y humano para los ojos del público que es el que compra o no el producto llamado futbol.

A la hora de los planteamientos, Herrera es sencillo con las explicaciones a los medios y dicen sus jugadores no enreda en el mensaje. Claro y corto para no confundir. Cada uno tiene un rol y todos en el grupo aceptan su trabajo. Nadie se fastidia y tiene la extraña virtud de convencer a los suplentes y convertirlos en "titulares" de sus propios sueños.

El "Piojo" alcanzó su meta y se ganó el derecho de dirigir a México en la Copa Mundo y así lo respaldan muchos de los buenos técnicos que lo rodean en México como el caso del uruguayo Gustavo Matosas, quien con frases similares se expresó sobre el entrenador del América y hoy técnico del Tri.

El análisis de los dos partidos ante Nueva Zelanda no resiste una revisión táctica por las debilidades del rival, pero insisto, eso no es culpa de Herrera. Sus antecesores también en el Hexagonal enfrentaron rivales livianitos y no pudieron ganar en el Azteca, más allá del resultado ante Panamá con una jugada de otro partido que en extremis inventó Jiménez.

Por ello fue clave lo del Piojo que desde hacía años con su trabajo como técnico y su futbol atrevido y en el pasado sin equilibrio fue construyendo su camino hacia este punto. Su América también cambió de su mano. Negarlo sería una herejía.

El premio está a seis meses en tierras brasileñas. Allí habrá que demostrar de que esta hecho este México que no se debe confiar solo en su técnico y en su notable y coloquial discurso.

En Brasil, con Herrera, deben estar los mejores futbolistas del Tri en su momento y que ellos también respondan porque el "Chepo" pudo haber sido muy agrio con sus palabras y con su futbol, pero más de un jugador en esa selección no dio lo que se esperaba.

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