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Lo peor de 2013 en Argentina

ESPN.com

BUENOS AIRES -- Un repaso de los peores momentos del fútbol argentino en el 2013.

1) EL DESCENSO DE INDEPENDIENTE

Parecía que luego del histórico descenso de River a la B Nacional hace sólo un par de años, los clubes grandes iban a tomar nota, sobre todo para evitar repetir errores. Pero no ocurrió con Independiente, que tras un combo de años de pésimas administraciones, crisis institucionales y malas decisiones futbolísticas, no pudo sostenerse en Primera y descendió por primera vez en su rica historia.

El mal trago empezó a superarse tras la renuncia de Miguel Angel Brindisi. El DT había agarrado al equipo casi descendido, pero en la nueva categoría nunca encontró el rumbo, y por eso la dirigencia recurrió a los servicios de Omar De Felippe. Con el nuevo DT el Rojo se afianzó en la B Nacional, tanto que tras el mal comienzo terminó el 2013 en puestos de ascenso. Y con la ilusión intacta para volver al lugar que por historia debe ocupar.

2) GANÓ LA VIOLENCIA

Mientras los encargados de tomar decisiones fuertes y definitivas para erradicar la violencia en el fútbol sigan mirando para otro lado, y busquen poner parches a situaciones que merecen cambios de fondo y profundos, los violentos seguirán ganando la batalla en el fútbol argentino.

En 2013, el número de muertos siguió creciendo en relación a años anteriores, pese a que la AFA y el ministerio de Seguridad prohibieron la presencia de público visitante en los estadios. Nada cambió, ya que ahora las peleas también se dan entre fanáticos de un mismo equipo, que pugnan por cajas millonarias como lo son la venta de entradas, el manejo de los "trapitos" en los alrededores de las canchas y los puestos de venta de comida y merchandising. Otro año negro, otro triunfo de los violentos.

3) BOCA Y RIVER DEFRAUDARON

Un año para el olvido vivió Boca. Y curiosamente, de la mano del técnico más ganador de la historia del club: Carlos Bianchi. El Virrey estuvo lejos de cumplir las expectativas de los hinchas. Los Xeneizes nunca encontraron el camino, no ganaron nada de lo que jugaron y hasta quedaron afuera de la Libertadores 2014.

Con un plantel numeroso y lleno de figuras, los Xeneizes quedaron a un punto del último en el Torneo Final; más tarde, tampoco pudieron hacer pie en un campeonato muy irregular, que pelearon hasta el final más por mérito de los rivales que por merecimiento propio. De todos modos, mirando el 2014 y con Bianchi en el banco, la ilusión de recuperar la gloria pérdida está intacta.

En sintonía con su archirrival, River también tuvo un año con poco para destacar. Apenas el segundo puesto del Torneo Inicial, donde siempre corrió desde atrás al Newell's de Martino. Luego, el conjunto de Ramón hizo una campaña flojísima pese a contar con refuerzos de nivel como Teo Gutiérrez, Jonathan Fabbro y Carlos Carbonero.

Y a eso se sumó la interna electoral, que dejó al riojano expuesto por su contrato y el de su hijo Emiliano, en medio de versiones que hablaban de una posible renuncia del DT. Ya sin el polémico Daniel Passarella, y con D'Onofrio en el sillón presidencial, los Millonarios buscarán comenzar una nueva etapa, más emparentada con la historia que con este flojo presente.

4) EL PAPELÓN DE RACING

Mientras los hinchas se preparaban para celebrar el año en el que Independiente, el eterno archirrival, descendió a la B Nacional, los dirigentes se encargaron de arruinarles la fiesta. Así puede resumirse el papelón del presidente Cogorno y el vice Molina, enfrentados en una interna incomprensible que luego de interminables idas y vueltas terminó con la renuncia de los dos, pero con el club inmerso en una crisis institucional y futbolística gravísima. Al final, la llegada de Merlo calmó las aguas, y algunos resultados favorables recsataron al equipo del último puesto en la tabla y lo alejaron de la zona caliente de los descensos.

5) EL CAMPEONATO ECONÓMICO

Sin dudas, el 2013 fue el año en el que la mayoría de los clubes argentinos perdieron el "campeonato económico". Tener las cuentas en orden es fundamental para realizar una gestión ordenada, alejar los embargos y los juicios y poder crecer en lo institucional y lo futbolístico. Pero pocos lo logran.

Y sobran ejemplos: el más llamativo fue el de Colón, que sufrió la quita de seis puntos por una deuda con el Atalante, terminó último en la tabla y con serias chances de perder la categoría; Independiente, que lejos de los prometido por Cantero al inicio de su gestión, terminó con un pasivo récord de 392 millones de pesos, el más grande del fútbol local; River no tuvo nada que envidiarle: cerró con un pasivo de 362 millones de pesos, en la despedida de Passarella. Con la intención de mejorar una situación que ya es insostenible, para el 2014 la AFA sólo habilitaría incorporaciones en clubes que tengan los sueldos al día. ¿Será la solución?