RENTON -- La respuesta llegó con prontitud.
¿Qué jugador de los Seattle Seahawks debe la defensiva de los San Francisco 49ers tratar de neutralizar en el Juego de Campeonato de la NFC?
"Marshawn Lynch", respondió el profundo de los Niners, Donte Whitner. "Debes sacarlo a él. Como él dijo, el no corre para ser tacleado. Es uno de los mejores corredores en la National Football League, un estilo muy rudo. Debemos sacarlo y obligar a su mariscal de campo a intentar vencernos.
"Muy difícil. Todos lo han estado intentando este año, y no han sido capaces de hacerlo. Pero si queremos llegar a donde queremos llegar, debemos hacerlo, es la mentalidad".
Los Niners deben detener el "Beast Mode". Es así de simple. Russell Wilson es una cosa. Lynch es algo totalmente diferente. Es el que hace caminar a la ofensiva de Seattle. Es el que impone el tono con su juego físico, su fuerza y su renuencia a caer al piso con facilidad.
Lynch es el jugador que mantendrá al coordinador defensivo de San Francisco, Vic Fangio, sin dormir esta semana. ¿Cómo lo frenas? ¿Cómo lo derribas? ¿Cómo lo desgastas?
Es muy, muy difícil de lograr.
Históricamente, el indicador más obvio del éxito de un equipo de la NFL s el margen de entregas de balón. Usualmente, los equipos que terminan con un margen positivo de +2 salen victoriosos.
Los playoffs de esta temporada han sido una anomalía. El margen de entregas no ha importado. En los ocho encuentros previos a los Campeonatos de Conferencia, solamente tres de los ganadores han terminado arriba en la batalla de entregas de balón: los San Diego Chargers sobre los Cincinnati Bengals en la Ronda de Comodines, Seattle sobre los New Orleans Saints y los New England Patriots sobre los Indianapolis Colts en la Ronda Divisional. Cinco han sobrevivido pese a un margen de error negativo.
El mejor indicador del éxito en la presente postemporada han sido las yardas terrestres. Los ocho ganadores en los playoffs eclipsaron la marca de las 100 yardas. Seis de los ocho ganadores obtuvieron más yardas por tierra que su oponente.
De acuerdo a ESPN Stats & Information, durante la temporada regular, los equipos se combinaron para una nueva marca de 471 yardas por aire por juego, pero en la postemporada se han combinado para 265 yardas terrestres, un aumento respecto a las 226 de la campaña regular. Han ordenando acarreos en el 42.9 por ciento de las jugadas ofensivas, un incremento respecto al 38.7 por ciento de la temporada regular.
Según estadísticas de Elias, se trata de la segunda mayor cantidad de yardas terrestres luego de dos rondas de postemporada desde 1997, por debajo únicamente de los playoffs pasados, cuando los equipos se combinaron para 293 yardas a ras de tierra por partido.
En muchas instancias, el clima ha obligado a los equipos a mantener el balón en el suelo. En el caso de New England, lesiones y deficiencias de personal han convertido a los Patriots de una ofensiva explosiva por aire a una que pudo correr el balón 46 veces en contra de Indianapolis la semana pasada, ganar 234 yardas terrestres, y anotar seis touchdowns.
¿Quién lo diría?
De todos los corredores principales que quedan en los playoffs, Lynch es el más violento. Es el más peligroso. Es el más temido. Y es la razón por la que los Seahawks deben sobrevivir a un duelo intenso en el Juego de Campeonato de la NFC ante su odiado rival, San Francisco, con una victoria. La diferencia que hace Lynch es así de grande.
"Nosotros en lo personal, nos costó trabajo derribarlo cuando llegó a la secundaria", dijo un entrenador en jefe que enfrentó a los Seahawks esta temporada. "Definitivamente es un enfrentamiento desigual si se convierte en una confrontación física. Corre tan bien por detrás de sus hombreras y tiene la velocidad para botar la jugada hacia el exterior. Es único por su tamaño y su capacidad para frenar y reiniciar.
"De todos los corredores [que quedan en los playoffs], probablemente es el más lento, pero tiene una gran visión. Tiene una muy buena anticipación. Hace un buen trabajo preparando sus bloqueos. Se alinea por detrás de [Mike] Iupati, [Joe] Staley y [Anthony] Davis, y permite a esos tipos crear la separación necesaria entre la línea defensiva y los apoyadores. Pienso que será un gran partido".
De hecho.
En sus tres temporadas completas desde que arribó a Seattle vía canje procedente de los Buffalo Bills, el corredor de 27 años de edad ha llevado el ovoide en 901 ocasiones para 4,051 yardas y 35 touchdowns terrestres. Nunca ha sido limitado por debajo de las 1,000 yardas en una campaña.
En dos partidos ante San Francisco esta temporada, Lynch acarreó el ovoide 48 veces para 180 yardas y tres anotaciones. Los Seahawks ganaron el duelo de la Semana 2 en CenturyLink Field, por 29-3, y perdieron por 19-17 en San Francisco durante la Semana 14.
"Sobresaliente", dijo Jim Harbaugh el miércoles cuando se le pidió describir a Lynch. "Consistentemente grande juego tras juego. Gran reto para nosotros y para nuestra defensiva. Es la clase de lucha competitiva que todos anticipamos, y es lo que hace que sea tan divertido".
Eso es un modo de describirlo.
Para que los Niners sigan disfrutando de la diversión más allá de este fin de semana, tendrán que contener a Lynch. Dad su renuencia a ser detenido, eso se dice más fácil de lo que se hace.