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Super Bowl XXVI: Gibbs se consagra

MÉXICO -- La NFL se arriesgó por segunda vez con un Super Bowl en una ciudad con un clima predominantemente frío para el Super Bowl en la edición XXVI, cuando el Metrodome de Minneapolis fue elegido para ser la sede del gran partido. Coincidentemente, ninguno de los estadios que perdieron la candidatura para ese Super Bowl, el Hoosier Dome de Indianapolis, el Silver Dome de Detroit, y el Kingdome de Seattle, existe en la actualidad. En poco tiempo, el propio Metrodome será también demolido.

Los Redskins arribaron al partido como la mejor ofensiva de la liga, edificada sobre la base de una línea ofensiva de época. Los Hogs, versión II, admitieron únicamente nueve capturas en los 18 partidos previos al Super Bowl, pese a que el ataque de Washington predicaba rutas de largo desarrollo y el mariscal de campo Mark Rypien empleaba constantemente retrocesos de cinco y siete pasos antes de soltar el ovoide.

Además, Los Redskins contaron con la segunda mejor defensiva de la liga en puntos permitidos, y como equipo arribaron al gran partido empatados por el liderato de la liga con la mejor relación en robos/entregas de balón, con un +18. Su camino por la postemporada fue demoledor, derrotando a los Atlanta Falcons y Detroit Lions por un marcador combinado de 65-17.

Al otro lado, los Bills llegaban como subcampeones defensores del Super Bowl, un juego que perdieron por pulgadas en el infame gol de campo desviado de Scott Norwood el año anterior, ante los New York Giants. Jim Kelly, Thurman Thomas y la segunda ofensiva más anotadora de la liga llegaron al Metrodome pensando en una revancha que nunca estuvo a su alcance. Buffalo venía de limitar a John Elway a apenas 121 yardas por aire y una intercepción en el Juego de Campeonato de la AFC en el que vencieron a los Denver Broncos por el pase al Super Bowl.

Pese a que el primer periodo terminó sin puntos, la cascada de los Redskins estaba a punto de llegar.

Washington anotó un gol de campo para abrir el marcador, y los corredores Ernest Byner y Gerald Riggs se encargaron de abrir la brecha con un par de touchdowns antes del medio tiempo. En el tercer cuarto, Riggs anotó su segundo touchdown del día para dejar las cosas en 24-0 momentáneamente, antes de que Buffalo pudiera romper el cero mediante un gol de campo de Norwood.

Después de un acarreo anotador de Thomas, los Redskins le pusieron moño al partido con tres anotaciones consecutivas: un pase de Rypien a Gary Clark de 30 yardas --el segundo pase anotador de Rypien en el encuentro, después de la conexión del segundo cuarto con Byner-- y Chip Lohmiller sumó dos goles de campo más.

Kelly tiró dos tardíos pases de touchdown que fueron únicamente cosméticos para efectos del marcador --en un cotejo en el que fue interceptado en cuatro ocasiones, capturado en cuatro ocasiones, y además con un balón suelto perdido-- y los Bills se irían a casa con su segunda derrota de Super Bowl al hilo.

Rypien ganó honores como JMV del cotejo, gracias a una actuación de 18 completos de 33 intentos para 292 yardas con dos touchdowns contra una intercepción, pero ese honor fácilmente pudo haber sido para el profundo Brad Edwards, quien se despachó con cuatro derribos, cinco pases desviados, y dos de los cuatro pases que los Redskins le robaron a Kelly.

El juego fue particularmente dulce para Rypien, quien durante el receso de temporada previo, se vio obligado a ceder ante la directiva del club en una disputa contractual, aceptando una oferta por una sola temporada y 1.25 millones de dólares.

Para el entrenador en jefe Joe Gibbs, se trató de su tercera victoria de Super Bowl, todas con un mariscal de campo distinto, una hazaña que le ayudaría enormemente a entrar Salón de la Fama en 1996 Además, fue la primera victoria de Gibbs en el partido grande en una campaña que no fue recortada por huelga.

Aparte de Gibbs, los Redskins contaron con el esquinero Darrell Green, el guardia Russ Grimm y el receptor abierto Art Monk entre sus futuros miembros del Salón de la Fama. Buffalo tenía a los futuros inmortales James Lofton y Bruce Smith, junto con Kelly y Thomas, además del entrenador en jefe Marv Levy.

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