MÉXICO -- Catorce años tuvieron que pasar para que los Dallas Cowboys regresaran a un Super Bowl y ahora lo hacían ante los Buffalo Bills, equipo que llegaba a su tercero consecutivo, segundo equipo en lograr esta gesta. El conjunto texano no tuvo piedad al pasarles por encima 52-17 en la edición XXVII.
El Rose Bowl abría por última ocasión sus puertas para recibir el partido por el título de la NFL, siendo la quinta vez que el trofeo Vince Lombardi se disputaba en Pasadena, California y apenas la primera y única ocasión en que Cowboys y Bills han jugado en ese estado para definir al campeón. El show de medio tiempo es uno de los más memorables en la historia del Super Bowl, gracias al espectáculo brindado por Michael Jackson.
Con Norv Turner y Dave Wannstedt como sus coordinadores, Jimmy Johnson armó uno de los equipos más sólidos en ambos lados al terminar como la mejor defensiva y la cuarta mejor ofensiva en yardas totales mientras que en puntos también ocupaba los primeros puestos.
Por su parte los Bills seguían presumiendo de una gran ofensiva y venían de uno de los partidos más memorables en la historia de los playoffs al vencer 41-38 a los Houston Oilers en la ronda de comodines para después vencer como visitante a los Pittsburgh Steelers y Miami Dolphins.
La defensiva de los Cowboys dio poco respiro a Jim Kelly, quien fue reemplazado por lesión en el segundo cuarto por Frank Reich, ya que pese a permitir 362 yardas fueron capaces de forzar nueve entregas de balón, cinco balones sueltos y cuatro intercepciones, que iniciaron desde el primer cuarto por cortesía de James Washington y el balón suelto recuperado por Jimmie Jones.
Desde la primera mitad los Cowboys gozaban de una cómoda ventaja al irse al medio tiempo con ventaja de 28-10, mientras que para la segunda mitad el concierto de errores continuó y limitaron a la ofensiva de los Bills a sólo siete puntos, siendo en su última serie cuando fueron capaces de mover las cadenas de manera constante.
Troy Aikman fue considerado el MVP del partido al terminar con 22 pases completos en 30 intentos para 273 yardas y cuatro envíos a las diagonales, además de 28 yardas por tierra. Es el segundo mariscal de campo de los Cowboys en llevarse esta distinción, igualando lo que hizo Roger Staubach en el Super Bowl VI ante los Dolphins.
El Super Bowl XXVII contó con ocho miembros actuales del Salón de la Fama: Marv Levy (entrenador en jefe), Jim Kelly, James Lofton, Bruce Smith y Thurman Thomas por los Bills, mientras que por los Cowboys estuvieron Troy Aikman, Michael Irvin y Emmitt Smith.