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Super Bowl XXXIV: "The tackle"

MÉXICO -- Nuevamente, el Super Bowl sirvió como el escenario perfecto para un equipo Cenicienta en la edición XXXIV.

Los St. Louis Rams no habían tenido una temporada ganadora en una década, compilando una marca en ese lapso de 45-99, remontándose a los años en que todavía residían en Los Ángeles. El entrenador en jefe Dick Vermeil, quien estaba en su tercera campaña al frente del club, pensaba que había encontrado al fin a su mariscal de campo franquicia en Trent Green, a quien habían firmado procedente de los Washington Redskins.

Por otro lado, la franquicia de Tennessee había sido recién rebautizada como Titans, después de jugar dos años como Tennessee Oilers tras abandonar la ciudad de Houston. También llegaban a los playoffs después de una sequía considerable, acumulando cinco años sin playoffs y registro de 8-8 en cada una de las tres campañas previas.

La temporada de los Rams parecía perdida desde el primer paso. Green quedó lesionado gracias a un golpe en la rodilla cortesía de Rodney Harrison de los San Diego Chargers en pretemporada, y en su lugar tuvo que asumir los controles Kurt Warner, un pasador que provenía de la NFL Europa y la Arena Football League, además de un brevísimo paso por los Green Bay Packers donde fue uno de un puñado de reservas de Brett Favre. Así comenzó una de las carreras más improbables para cualquier jugador en la historia de la liga.

Auxiliado por el corredor estelar Marshall Faulk y un cuarteto de receptores de primer nivel en Isaac Bruce, Az-Zahir Hakim, Ricky Proehl y el novato Torry Holt, St. Louis se convirtió inesperadamente en una ofensiva de alto octanaje que se ganó el apodo de "The Greatest Show on Turf".

Los Titans eran comandados por el brazo de Steve McNair y las piernas de Eddie George. Jeff Fisher, quien había servido unos años antes como coordinador defensivo de los Rams, estaba en su sexta temporada al frente de la franquicia. En el juego de la Ronda de Comodines, los Titans consiguieron derrotar a los Buffalo Bills gracias a un pase lateral de Kevin Wychek a Kevin Dyson en una devolución de patada de salida, recordado como "The Music City Miracle", con 16 segundos por jugar.

Pero en el gran escenario del Super Bowl, en el Georgia Dome de Atlanta, el milagro jugaría en favor del otro equipo.

Los Titans consiguieron controlar al explosivo ataque de los Rams y mantener cerrado el encuentro, pero su ofensiva no consiguió sumar puntos en la primera mitad, para irse al descanso con desventaja de 9-0, producto de tres goles de campo de St. Louis. En el tercer periodo, los Rams lograron el primer touchdown del encuentro, en pase de Warner a Holt. Tennessee arrebataría el momento del cotejo con tres anotaciones consecutivas, dos touchdowns (incluyendo una fallida conversión de 2 puntos) y un gol de campo, para empatar el encuentro a 16 puntos por bando. Pero en la jugada ofensiva subsecuente al empate provisional --y con 2:12 por jugar, Warner disparó largo para Bruce, quien anotó en latigazo de 73 yardas.

Como respuesta, McNair maquinó una serie ofensiva que arrancó en la yarda 12 de los Titans con 1:54 por jugar y solamente un tiempo fuera que recorrió 78 yardas, hasta estacionarse en la yarda 10 de los Rams, con 6 suspiros del reloj para el final.

Nuevamente, la jugada clave para Tennessee involucraría a Dyson y Wychek, este último para servir como señuelo con la intención de jalar la marca del apoyador Mike Jones, despejando un área para que Dyson atrapara el ovoide en una ruta corta y se metiera a las diagonales. McNair recibió el centro, y Dyson se fue a colocar al espacio que liberaba Wychek en una ruta más larga. Sin embargo, Jones reaccionó a tiempo, y atacó providencialmente a Dyson, quien pese al esfuerzo por estirar el ovoide al ser derribado, no pudo romper el plano del touchdown, quedándose a pulgadas de la anotación del empate.

"La más grande jugada en la historia del Super Bowl", declararía más tarde Vermeil. "De este momento en adelante, cualquier gran jugada defensiva que se realice en un Super Bowl siempre será medida con la de Mike. Y dudo que vuelva a haber una mejor jugada en la última jugada de un Super Bowl con un segundo por jugar. Simplemente no es posible".

Por primera vez en la historia del Super Bowl, se definía el título de la NFL con una jugada defensiva de último segundo, colocando el final perfecto a una campaña de ensueño que vio a Kurt Warner alzarse con los premios de Jugador Más Valioso de la temporada y también del cotejo final.

Vermeil, quien sería honrado como Entrenador en Jefe del Año, se retiraría --por segunda pero no definitiva ocasión-- de la NFL después de la victoria, hasta el momento la única en el escenario mayor para los Rams.

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