Carlos Irusta 10y

Literatura y boxeo, un clásico

BUENOS AIRES -- Cuentan que Ernest Hemingway, quien más de una vez calzó guantes, se comparaba con otros escritores como si hablara de boxeadores, y dejaba frases como "Yo a Chejov le gano por puntos en fallo unánime". Después de todo, si algo tienen en común los boxeadores y los escritores, es su tremendo ego, su capacidad de expresarse sin palabras y la soledad. Eso sí, los pugilistas tienen la posibilidad de descargar toda su furia en el otro. "Es como un juego de ajedrez, en donde hay que resolver problemas, pero sin tiempo alguno para pensar, hay que actuar", decía otro fanático del boxeo, Norman Mailer.

Esta nómina de libros que mencionaremos, no es completa ni es la mejor. Completa, imposible, pues la lista es muy larga. La mejor, tampoco, porque jugando con las palabras, podemos repetir esa vieja frase que dice que "En materia de gustos, el libro está en blanco".

Los clásicos son los imprescindibles también, como "El combate", de Norman Mailer, extraordinaria narración de todo lo que rodeó a la pelea entre Muhammad Ali y George Foreman en Kinshasa. O ese cuento de antología, "Torito" de otro fanático del tema como lo fue Julio Cortázar, quien también nos dejó "La noche de Mantequilla", un cuento inspirado en la noche de la pelea entre Carlos Monzón y -justamente- "Mantequilla" Nápoles en París, 1974. El cuento encierra, por cierto, una vívida crónica del combate.

Ya se sabe que Gay Talese fue el iniciador del nuevo periodismo. Al menos, así es considerado por la mayoría. Y que lo lanzó a través de una inolvidable crónica de Joe Louis, ya retirado, llegando a su casa de Nueva York luego de un fin de semana en Las Vegas. "Reportaje, sí, pero escrito como un cuento", afirma Tom Wolfe, otro maestro del reportaje. Talese, entre otras grandes entrevistas, registra una con Floyd Patterson que es imperdible.

Claro que hay otros aportes, de los tantos. Luis Ángel Firpo, el Toro Salvaje de las Pampas, volvió a ser noticia con dos libros. Uno, mezcla lo ficcional con la biografía, en "Luis Ángel Firpo, soy yo" de Carlos Piñeiro Iñíguez, quien escribe en primera persona -como si fuera Firpo- y aprovecha, en el buen sentido, se entiende, para recrear una época enorme de la Argentina.

Para los más fanáticos buscadores, no olvidarse de "Vida y combates de Luis Ángel Firpo", que escribió Horacio Estol y que es un largo reportaje con el propio Firpo: imperdible, y difícil de hallar. "Segundos afuera", de Martin Kohan, también se ocupa de Firpo. La trama se desarrolla cuando, en un diario de Trelew, le piden a un periodista que recree la pelea de El Toro Salvaje de Las Pampas y Jack Dempsey y que investigue todo lo que rodeó a ese combate... Recordemos que Julio Cortázar lo definió como "El acontecimiento más importante del siglo".

"Cross a la mandíbula" es un compendio de cuentos famosos de boxeo y está muy bien tenerlo en cuenta. Algo similar, pero absolutamente doméstico, se recrea en "12 rounds", con prólogo de Sergio Víctor Palma, una recopilación de cuentos de jóvenes escritores, en una recopilación a cargo de Juan Marcos Almada y Mariana Belén Kozodij.

No puede faltar en ninguna lista "Gatica" a través de la pluma de Enrique Medina, quien lanzó recientemente una versión ampliada y definitiva (416 páginas) con el título de "Gatica, el boxeador de Evita y Perón", ampliando así la visión del boxeador y de toda una época de la Argentina de hace. Jorge Montes, el autor de "Jeringa" también lanzó una especie de libro de memorias titulado, justamente, "Gatica y yo".

En el terreno de periodistas argentinos, está Roberto Suárez quien, desde Mendoza, lanzó reciemente "Crónicas de guantes". Y, si nadie se enoja, recordamos nuestro propio libro "Las mejores entrevistas de Carlos Irusta en El Gráfico", ya que suele decirse que la caridad empieza por casa...

Los boxeadores también escriben, queda en claro. Marcelo Domínguez lanzó "El día que fuimos campeones", Abel Celestino Bailone escribió "De puñetazos y utopías", Maravilla Martínez invadió los mercados con "Corazón de Rey" y, ya lejano en el tiempo, Andrés Selpa escribió sin tapujos su dura vida en "Sin prejuicios".

Si de ficción se trata, no está demás darse una vuelta por "Million dollar baby", una serie de cuentos escritos por un cura heridas, con el seudónimo de F.X. Toole: frases cortas, al estilo del policial y, se entiende, gran conocimiento del tema boxístico.

Pero esta selección de títulos parece mucho más marcado por los testimonios que por la ficción. Desde ya, uno de los mejores libros que se han escrito sobre la sociedad y el boxeo, o viceversa, es "El Rey del Mundo" de David Remnick, una pieza casi perfecta con un estilo periodístico impecable. Con otro tratamiento, pero igualmente digno de una mención destacada es "El oro y la oscuridad, la vida gloriosa y trágica de Kid Pambelé" de Alberto Salcedo Ramos. Y a otro clásico "El toro salvaje" -escrito por Jake La Motta con Joseph Carter y Peter Savage-, habría que sumar uno casi olvidado, "Mi verdadera vida", de Carlos Monzón, como se la contó al periodista Ernesto Cherquis Bialo.

Para los más curiosos o fanáticos de libros de difícil hallazgo, podemos citar "Nine... Ten... Out...!", de Ron Ross, quien se mete no solamente en la vida deportiva de Emile Griffith, sino también de sus conflictos emocionales. Griffith, el primer boxeador contemporáneo en reconocer su homosexualidad, queda expuesto en el tremendo conflicto en el que se vio inmerso en un deporte machista como el boxeo.

El propio Mike Tyson podría cerrar esta nota, ya que acaba de aparecer "Undisputed Truth" ("La Verdad Indiscutida") en donde hace grandes revelaciones.

Aunque, claro, este breve catálogo no está completo, ni mucho menos. Es, apenas, una aproximación a aquellas obras que, por sus méritos, razones o como quiera usted ponderarlas, forman parte de una nutrida biblioteca dedicada al boxeo e inspirada por el boxeo.

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