Carlos Nava 10y

"Me volvió el hambre"

SAN ANTONIO -- Julio César Chávez Jr. salió, presionó, atacó, golpeó y ganó su pelea. Más importante aún, mostró corazón, boxeo y diversión arriba del cuadrilatero.

Chávez derrotó por decisión unánime a Bryan Vera este sábado en el Alamodome de San Antonio, apenas poco más de cinco meses después de que muchos cuestionaron su victoria sobre el mismo rival.

"Hoy mostré que me volvió el hambre, la pasión, las ganas, el gusto por boxear", dijo Chávez Jr. apenas minutos después de su victoria en San Antonio. "Yo dije que venía a boxear por toda esta gente y por ellos fue que trabajé e hice mi mejor esfuerzo por agradar esta noche".

El fin de semana fue redondo para Chávez. Contrario al pronóstico de muchos escépticos, el mexicano pasó sin problemas el requisito de la báscula. De hecho pesó media libra menos que el límite de 168 impuesto para este segundo combate con Vera.

Y este sábado pasó 12 rounds tratando de atacar a Vera, quien por apariencia física al final no lucía tan castigado como en realidad sucedió.

"No vi mucha diferencia en él", aseguró Vera sobre el cuadrilatero. "Fui yo quien cometió demasiados errores. Fue mi culpa. Fueron más mis errores que su victoria. Dejé demasiado qué hacer y no seguí el plan de pelea".

Vera lanzó casi el doble de golpes, 961 contra 526; pero sólo conectó 205 comparado con los 256 de Chávez; es decir 21 por ciento frente a 49 por ciento.

Chávez atinó 192 golpes de poder, mientras que el texano apenas 123.

"Nunca me hizo daño", dijo Chávez. "Desde el segundo round sabía que lo tenía. Pensé que hasta podía noquearlo, pero la verdad es un buen boxeador, valiente, que aguanta mucho. Hay que darle su mérito".

En diversos momentos de la pelea, pareció que Chávez podría finiquitar por la vía del nocaut el combate.

Pero, según Chávez, sintió molestias en la mano desde el octavo round y se agudizaron para el décimo.

"Mi mano está bien hinchada y la verdad preferí ser un poco más precavido", explicó.

Sin embargo, los presentes en la arena nunca notaron esa precaución. Chávez atacó y hasta por momentos se burló con la guardia baja o haciendo zapateado sobre la tarima.
Ahora, dijo que está dispuesto a pelear contra el boxeador que se ponga enfrente, aunque aún deberá decidir el peso.

"Ya vieron que me volvió ese instinto por el boxeo", afirmó. "Ahora la gran diferencia es que no tuve que bajar tanto de peso ni sacrificarme tanto. Llegué al 100 por ciento y creo que lo demostré hoy".

El promotor Bob Arum insistió en que tratará de conseguirle una pelea de campeonato mundial a Chávez a la brevedad.

"Podría ser Gennadi Golovkin o Andre Ward, no lo sé", dijo Arum. "También podemos pensar en Carl Froch o hasta en una revancha con (Sergio) Martínez. Veremos si le gana a Cotto qué sucede…".

"Pero ya vieron que aún hay Julio César Chávez Junior", añadió. "Demostró otra vez que es un gran boxeador. Julio hizo lo que hace siempre, boxear con corazón".

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