Michael Wilbon 10y

'Es el espíritu del equipo'

CHICAGO -- Él se ha convertido, ante la ausencia continua de Derrick Rose, no solamente en el rostro de los Chicago Bulls pero también en su personalidad -- tan aguerrido como habilidoso, tan artístico como desprendido.

La gente frunció el ceño cuando Steve Kerr, comentando un partido en televisión recientemente, dijo que Joakim Noah es uno de los 10 mejores jugadores en la NBA actualmente. Pero con cada actuación con la del domingo ante los New York Knicks, es un caso cada vez más fácil de defender.

Y este recién descubierto impacto en el lado ofensivo, sin ser nada remotamente cercano a un gran anotador, ha estado al frente del ascenso de los Bulls al tercer sitio en la Conferencia Este, ganando nueve de 10, incluyendo la paliza sobre los Knicks. Han pasado más de 35 años desde que un pívot en la NBA repartió 14 asistencias en un partido, tal y como Noah lo hizo el domingo. Y si eso no es suficiente, él anotó 13 puntos, consiguió 12 rebotes, bloqueó dos disparos y gritó indicaciones desde el poste alto como si fuera el Peyton Manning de la duela.

¿Ustedes saben quién fue el último pívot con 14 asistencias en un partido? No, no fue Vlade Divac. No, tampoco fue Bill Walton. Sam Lacey es la respuesta correcta. Eso es una diferencia de generación y media de básquetbol.

¿Número de ocasiones en que un pívot de los Bulls tuvo 14 asistencias en un partido previo al domingo? Nunca. Jamás había ocurrido. Recuerden, estamos hablando acerca del equipo clasificado en el sitio 30 de puntos anotados, y solamente hay 30 equipos en la NBA.

No es que los Bulls hayan sacudido su roster en semanas recientes. Y no es justo decir, "Oh, solamente son los Knicks", aunque los Knicks apesten actualmente, hayan perdido 14 de 16 y estén bastante fuera del panorama de playoffs como para siquiera discutir la posibilidad de una aparición en postemporada. Vaya, los Bulls solamente anotaron 70 puntos contra los Sacramento Kings hace algunas semanas, y tuvieron siete violaciones del reloj de disparo hace una semana en Miami.

No, hay una diferencia fundamental en lo que están haciendo los Bulls actualmente (excepto contra el Heat):
Le están dando el balón a Noah en la parte alta del círculo y les está aplicando el "¡Oma-HA!" a las defensivas rivales. En las entregas del dribbling con el codo extendido, Noah prepara enormes pantallas y Mike Dunleavy, Kirk Hinrich, D.J. Augustin y Jimmy Butler han aprendido a sacar disparos en el espacio creado por Noah.

Si los defensores se le acercan, Noah tiene la habilidad, la cadencia, el instinto y la creatividad para encontrar a esos mismos jugadores que van hacia la canasta.

Si su propio hombre retrocede, Noah ha comenzado a hacer la única cosa que un repartidor del balón puede hacer para hacer que la defensiva pague: tirar.

Como dijo Tom Thibodeau, coach de los Bulls, tras el partido del domingo, "Nuestros muchachos saben que si recortan y están desmarcados, les van a enviar el balón. Así que no se quedan quietos". Cuando se le preguntó por qué los Bulls eran tan efectivos y eficientes ofensivamente, comenzando con una ventaja 16-1 que agotó cualquier drama en la jornada, Carmelo Anthony dijo acerca de Noah, "Él fue el quarterback, haciendo jugadas para todos. Él es el espíritu de su equipo". Noah, tal y como lo haría cualquier buen jugador, elogió a su entrenador, lo que sorprendería a la gente que insiste que Thibodeau ni siquiera pone atención a su ofensiva.

"Thibs definitivamente cambió el sistema ofensivo para ponerme en un sitio donde estoy atrapando el balón en el codo… cuando en su mundo ideal de básquetbol, él quiere lanzarla hacia el poste toda la noche. Pero eso no es lo que hago mejor, así que Thibs hizo esa modificación a la ofensiva.

"Y mis compañeros confían en que yo tome las decisiones correctas y concrete las jugadas. Sé que parte de eso involucra que yo tire. Derrick (Rose) me grita, 'Tira'. Eso me da confianza. Y debo tomar ese disparo y eso nunca había sido parte de mi juego antes. Se está dando. Estoy trabajando en eso. Estoy adquiriendo confianza en mi juego ofensivo". Parte de la razón de eso es que Noah está más sano de lo acostumbrado a estas alturas de la temporada, aunque fue amenazado cuando se torció el tobillo en el tercer cuarto y salió brevemente del partido para vendarse de nuevo (Noah sugirió que él prefería afeitarse la cabeza que perderse el juego del lunes por la noche en Brooklyn).

"Tengo pies ligeros", dijo. "Mis pies son demasiado ligeros para los defensores, así que ellos deben hacerse hacia atrás. Mis pies han estado lastimados durante dos años. Pero no es todo. Estoy jugando con gente que trabaja duro. Ven la forma en cómo ha progresado Taj [Gibson], vean el progreso de Jimmy Butler. Tenemos las piezas. Trabajamos duro. Queremos ganar un anillo, en realidad queremos hacerlo". Solamente gente dentro del campamento del Bulls, y probablemente no todos, debatirían que esto es alcanzable esta temporada, con Rose fuera lo más probable por lo que resta del año, y Luol Deng ahora como integrante de Cleveland vía canje.

Pero aunque los Knicks han sido incapaces -- en una forma horrible- de cubrir el hueco dejado por la partida de los veteranos Jason Kidd, Kurt Thomas y Rasheed Wallace, los Bulls parecen ser capaces de hacer a un lado las pérdidas de no solamente Rose y Deng, sino también de Nate Robinson y Marco Belinelli -- quienes les ayudaron a ganar una serie de playoffs la pasada primavera.

La única gente en la arena obsesionada con la especulación "Melo a Chicago" éramos nosotros los periodistas, y un grupo de aficionados que vestían las camisetas de juego blancas de los Bulls con el apellido de Anthony y su número 7, preparadas especialmente para la ocasión.

Usualmente, los Knicks son el tercer equipo más odiado en Chicago, después del Heat y los Pacers. Pero Melo fue, interesantemente, aplaudido ligeramente en el United Center el domingo. Los nativos de Chicago, como manda la tradición, deberían odiar a Nueva York. Pero ellos saben que Anthony vistiendo el uniforme de los Bulls en realidad, podría cambiar la conversación en la Conferencia Este. Melo, cuestionado acerca del afecto que recibió en Chicago, respondió sabiamente, "No puedo ver el siguiente año. Ni siquiera puedo ver el siguiente día en este momento". No es que Anthony estuviera mal contra los Bulls; él acertó ocho de 17 disparos y metió 21 puntos. Pero si Anthony supera a alguien como Jimmy Butler por solamente dos puntos, los Knicks están en serios problemas.

Dos datos sobresalen de este juego: los Bulls cometieron solamente tres entregas de balón -- cifra más baja de la franquicia. Y Noah tuvo casi la misma cantidad de asistencias él solo (14) que todo el equipo de los Knicks (17), lo que debe indicarles algo acerca de la falta de defensiva y de la falta de movimiento de balón por parte de los Knicks. La charla posterior al partido siguió regresando hacia Noah. Thibs habló acerca de la inteligencia de su jugador para tomar decisiones en un instante, que en efecto hace que Noah se vea en la cancha más rápido de lo que realmente es.

Con su composición física, pies lesionados en ocasiones y su cola de caballo, es totalmente posible que, si ustedes tienen cierta edad, puedan comparar a Noah con Bill Walton -- quizá el mejor hombre pasando el balón de la historia. Cuando le pregunté a Noah acerca de en quién piensa cuando escucha las palabras "hombres grandes que saben pasar el balón", enlistó a Divac y a Brad Miller. La pregunta ahora es por cuánto tiempo y qué tan consistente puede Noah generar un impacto en el juego ofensivo, algo que los Bulls necesitan totalmente si ellos van a anotar ante defensivas mucho mejores que la de los Knicks. Y si Noah sigue con este rimo -- fue su segundo triple-doble en tres semanas --, ¿es él realmente uno de los 10 mejores jugadores en la NBA?

"Pienso que él está jugando de manera fenomenal", señaló Gibson, ala-pívot de los Bulls, tras el partido del domingo. "Creo que él pudo tener unos cuantos triples-dobles más este año si hubiera querido. No es nada egoísta, en cuanto a su habilidad reboteadora cada noche. Y como está su habilidad anotadora este año, creo que puede hacer eso todas las noches.

"Está teniendo un año fenomenal. Nos está impulsando, lo estamos impulsando. Nos estamos divirtiendo. Estamos haciendo que seamos mejores. Y el cielo es el límite para él. No ha llegado a su punto más alto todavía".

Cada vez más, sin embargo, incluso hasta los expertos más perspicaces del básquetbol han eliminado a los hombres grandes de ciertas discusiones. Los debates recientes del Mount Rushmore de básquetbol se enfocaron casi exclusivamente en jugadores que cubren toda la duela, y se alejaron de nombres como Bill Russell, Wilt Chamberlain, Kareem Abdul-Jabbar, George Mikan y Shaquille O'Neal. La mayoría de las boletas de premiación ni siquiera requieren que los votantes incluyan a los pívots, lo que es una desviación dramática respecto a décadas previas.

Pero si los pívots son parte de la discusión, respaldaría a Kerr para comprobar que Noah está, al menos, teniendo un impacto igual de grande que el que tiene Dwight Howard. Lo fácil es sacar poner sobre la mesa las estadísticas de Howard, porque sus 19 puntos, 12.5 rebotes por juego y 55 por ciento en tiros de campo superan a Noah en esos departamentos. Sin embargo, Noah no es un lastre en tiros libres (72.4 por ciento contra el 54.8 por ciento de Howard) y sus cifras de asistencias (4.6 por juego, contra 1.9 de Howard), son ventajas estadísticas tangibles.
Pero aquí está lo que las estadísticas no les dicen: Howard juega con todo un complemento de compañeros, notablemente James Harden y Chandler Parsons. Noah está jugando sin Rose ni Deng, que se suponía eran los mejores dos jugadores de su equipo.

Y sería casi imposible alegar que Howard hace mejor a Harden. Sabemos, por lo que hemos visto desde Navidad, que Noah hace que Butler, Dunleavy y Augustine sean mejores jugadores ofensivos.

Los Rockets, que son lo suficientemente buenos para ganar la Conferencia Oeste, están jugando a la altura de lo que se esperaba. Los Bulls, que todavía no encuentran la forma de convertirse en una amenaza para Miami o Indiana, están jugando por encima de las expectativas ahora que están empatados con los Toronto Raptors por el tercer sitio en el Este. Y Noah claramente es el Jugador Más Valioso del equipo, el espíritu de los Bulls, como sugiere Carmelo Anthony. Incluso si ustedes piensan que Howard está teniendo una mejor temporada, Noah no está muy alejado de él y probablemente ha tenido una mejor temporada que Roy Hibbert, de Indiana. Y quizá lo mejor acerca de Noah, entre todos los intangibles, es que le importan un comino las comparaciones.

Esta no ha sido la temporada que él esperaba, una vez que Rose se lesionó otra vez y luego que Deng fue canjeado, y por dentro esto lo está matando. Noah sabe que necesita a Rose, especialmente para superar a los campeones, así que esta racha de nueve victorias en 10 partidos y ofensiva mejorada debe ser expresada en términos relativos.

"Es emocionante", dijo Noah, "viniendo del lugar donde nos encontrábamos… para llegar a esta posición. Pero no estamos satisfechos. Estamos peleando. Somos el equipo más hambriento de la NBA. Todo mundo sabe por lo que atraviesa este equipo, jugando sin nuestro mejor elemento.

"Cuando ese muchacho regrese… quiero un anillo. En verdad quiero un anillo. Cuando él esté de vuelta, sé que llegará nuestro momento".

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