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Aficionados y Fanáticos al "Rey de los Deportes": Tuvieron que pasar 100 años, pero finalmente el beisbol de las Grandes Ligas regresó a Australia, y lo hizo con gran estilo, toda vez que el primer juego de la temporada 2014 entre los Dodgers y los Diamondbacks en el legendario Sydney Cricket Ground, resultó un éxito total, a estadio lleno (38,266 aficionados) y con un gran ambiente, a pesar de que el comienzo del encuentro tuvo un ligero retraso debido a la lluvia. 
A un siglo exactamente de que los Medias Blancas de Chicago y los entonces Gigantes de Nueva York jugaran en territorio australiano, en aquel entonces como parte de una gira mundial de exhibición que organizaron las Grandes Ligas, ahora los dos rivales de la División Oeste de la Liga Nacional protagonizaron un primer capítulo en el que el público australiano demostró que conoce bastante de lo que ocurre en la pelota del otro lado del mundo, desde el mismo momento de la presentación de los jugadores.
Durante las semanas anteriores, habíamos escuchado varias quejas por el largo viaje, por la difícil aclimatación a un nuevo horario, por la situación de tener que suspender prácticamente un entrenamiento primaveral para comenzar la temporada en un lugar hasta cierto punto ajeno al Beisbol, pero a la hora de la verdad, cuando los protagonistas, incluídos los dos managers, se encontraron ante un escenario pletórico, poco importaron las horas de vuelo, la aclimatación y hasta el hecho de que el terreno tenga su parte complicada en el jardín central, justamente en el sitio que ocupa la superficie dura en el Cricket. Clayton Kershaw lució como acostumbra en Día Inaugural. El abridor de los Dodgers que no había permitido una sóla carrera cada vez que había subido a la loma en las tres ocasiones en las que le había tocado hacerlo en el primer juego de la temporada, ligó otros cinco episodios sin admitir anotaciones, hasta que un doblete de Goldschmidt y rola productora de Trumbo, trajeron la primera de Arizona, y primera para Kershaw en inauguraciones cuando lanzaba su entrada 25 en esa clase de encuentros. La apertura del zurdo, dos veces ganador del Cy Young, dejó atrás las dudas que había levantado su pobre actuación en los juegos de entrenamniento, en donde dejó marca de 0-3, con 9.20 de efectividad. Pero como se esperaba, regresó el Kershaw habitual para apuntarse la victoria con seis entradas y dos tercios de trabajo sólido. Mucho se ha hablado durante la primavera, y de hecho desde el año pasado, de cómo va a resolver Mattingly su crucigrama de exceso de tráfico en los jardines. Con Matt Kemp todavía en lista de lesionados y Carl Crawford con permiso especial, la decision no fué tan complicada para el timonel de los Dodgers, que colocó a Scott Van Slyke acompañando a Ethier y Puig en los jardines, pero al final, la situación comienza a enredarse más, pues Van Slyke fué quien contribuyó con la mayor parte de la ofensiva de Los Angeles, un doblete que estuvo muy cerca de irse del otro lado en su primer turno y un cuadrangular de dos carreras en su segunda oportunidad. Como para decirle a su manager que está más que listo para meterse a la pelea por otro puesto en los de por sí muy transitados jardines de los Dodgers. Para los Diamondbacks, una decorosa acxtuación ante el mejor lanzador de la actualidad, una buena salida de Wade Miley en ese intento de Kirk Gibson de "componer" su rotación de abridores ante la pérdida de ultimo minuto de Patrick Corbin, pero tanbién una seria preocupación por lo que pueda hacer, o dejar de hacer, Mark Trumbo a la defensiva en el jardín izquierdo. Evidentemente la principal tarea del ex-angelino es colaborar a la ofensiva, pero sus problemas en éste primer juego tratando de hacer un papel decoroso en el jardín, fueron demasiado notorios, y no hay mucho tiempo para tener paciencia. La aventura australiana va a la mitad del camino. Todo un éxito hasta ahora y usted puede acompañarnos a cerrar éste histórico capítulo con el segundo juego, éste sábado a las 10 pm ET (domingo en la tarde en Sydney), a través de ESPN para Latinoamérica. Los esperamos en nuestra transmisión, porque ya quedó demostrado que también en Australia, cuando se trata del mejor beisbol del mundo, NO HAY NADA MEJOR.
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