Fernando Schwartz 10y

Barristas detrás de la barra... la liga a no ser pasiva

BRISTOL -- Después de ahogado el niño a tapar el pozo. Tradicional y popular expresión cuando no se previene y después se lamenta.

Hecho que se ha vuelto el pan nuestro de cada día en una sociedad cada vez más violenta y que saca sus frustraciones en lugares concurridos como una tribuna en un estadio, donde se envalentonan entre la multitud, sacan su alter-ego y causan desmanes que en esta ocasión, con fortuna y mano divina, no pasaron a una tragedia mayor.

Lo sucedido en el Jalisco, el sábado, es vergonzoso. No es una rivalidad deportiva, es una barbarie entorno a una rivalidad de cancha entre Atlas y Chivas que degeneró en una gresca de tremendas consecuencias para la imagen familiar que debe dar el futbol.

Da vergüenza la forma en que esta gente metió al estadio artefactos para ofender, a pesar del cerco que se tendió a metros del inmueble para filtrar y donde seguramente la corrupción permitió que estos seudo-aficionados provocaran el final que todos conocemos y que al final ahuyenta a los verdaderos fanáticos para evitar una tragedia familiar.

El futbol Mexicano, otrora familiar, ahora se ha convertido en el reino de los escapes debido a la pasividad de una Liga que aspira a ser Premier y que no se acerca porque todos los protocolos, desde el "Siente tu Liga", deben expandirse al resto de los mismos que incluyen en primer lugar LA SEGURIDAD en los inmuebles y en los perímetros cercanos al mismo.

Es cierto que la LIGA no es la PGR, Ministerio o Gobierno, pero el futbol es un espectáculo público en donde deben participar las autoridades. La limpieza por la casa empieza y la credencialización no es cumplida por todos los clubes y las fotos de los agresores no son distribuidas para no permitirles el acceso a los Estadios.

Una doble fianza los deja en las calles impunes. Una doble fianza les permite deambular en busca de nuevas víctimas, además que esa doble fianza no remedia el daño físico hecho a los policías, ni el daño moral hecho a las familias. Es una vergüenza que en plena época de tecnología de alto nivel, no se tenga en todos los estadios un circuito cerrado que permita identificación y con ello la detención de estos individuos, que les llamo así por no decirles más feo, y que han causado con sus actos, el que se hable del futbol Mexicano a nivel mundial, pero no por lo sucedido en un Clásico, sino por lo sucedido en las tribunas de ese encuentro.

De entrada, los clubes no deberían financiar más los viajes y boletos de las porras a los estadios visitantes. De castigo, la porra entera, para que colabore con las investigaciones, no debe entrar más al inmueble hasta que no caigan los que crearon todos estos desmanes, y lo más importante de todo es que la liga, los clubes y las autoridades unan fuerzas para frenar este fenómeno que amenaza con llegar a situaciones incontrolables.

Así como empecé, termino: DESPUÉS DE AHOGADO EL NIÑO, A TAPAR EL POZO. Que debería tener una nueva versión: A TAPAR EL POZO, ANTES QUE EL NIÑO SE AHOGUE.

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